Remordimiento de una elección

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Me encontraba en mi habitación llorando sin poder detenerme, recordé las veces que lloraba cuando era una niña muy pequeña, cuando uno llora con una pena incontrolable y lágrima tras lágrima comienzan a recorrer las mejillas sin detenerse. ¿Será que estoy bien?, quizás nunca debí liberar los sentimientos que tuve reprimidos por tanto tiempo.

Sabía desde un principio que ésto causaría problemas, ¿por qué dejé que él se casara?, no debí dejarlo ir nunca, si pudiera retroceder el tiempo, sin duda hubiera detenido esa boda.

Luego de unos minutos de mantenerme con la mente activa bajo mis pensamientos e imaginación, mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, estaban muy cansados y ardían bastante. Finalmente luego de cerrarlos, caí rendida ante el sueño.

**

Al día siguiente, desperté con un fuerte dolor de cabeza, ví el reloj de mi habitación, ya era bastante tarde, espero que mis padres no me hayan escuchado llorar, así podré mantener todo esto en secreto y no deberé dar explicaciones a nadie.

Bajé rápidamente a buscar una pastilla para el dolor de cabeza y corrí de vuelta a mi habitación, mis párpados se encontraban muy hinchados, lo que menos deseaba era que los empleados me vieran con los ojos deformes.

 Luego de recostarme y mirar la nada por unos segundos, opté por cambiarme de ropa para salir a tomar aire un momento para distraerme y olvidarme de todo esto. Fui a mi armario y decidí ponerme un short, unas zapatillas blancas y una polera algo holgada de color violeta con el logo de la corporación, junto con claro, unos infaltables lentes de sol para ocultar mi horrible cara.

Liberé una de mis motos de su respectiva capsula y me subí a ella para poder ir a la ciudad, necesitaba pasear un momento. Tras encender la moto me dirigí al centro comercial, nada puede distraer más a una mujer que ver ropa, accesorios y maquillaje.

Llegué al lugar destinado, guardé mi moto dentro de la capsula y emprendí camino por las calles de la ciudad que se encontraban cercanas al centro comercial, rogaba al cielo por no encontrarme con ninguno de mis amigos, mucho menos con Goku. Golpee levemente mi cabeza para esfumar todos esos pensamientos y seguí caminando mientras veía las vitrinas de las tiendas.

Por alguna razón, cuando miraba a las calles algo me pasaba al ver a las parejas de alrededor, no me gustaba, me sentía incómoda y muy triste, me apuré y logre llegar al centro comercial, habían muchas cosas. Aquí si lograré distraerme de todas esas tonterías.

Después de caminar por un momento, me encontré con una tienda de vestidos muy elegantes, recordé la cena con los científicos amigos de mi padre, a la cuál ya no tenía ganas de ir, sin embargo, mi padre cuenta conmigo y no puedo fallarle.

 Me encontraba pensando cuando una voz indeseada me interrumpió.

—¡Bulma!, ¡que coincidencia!.— Exclamó a un costado.

 Era Yamcha, quién por esas desgracias de la vida también se encontraba paseando, y además, con un ramo de rosas en la mano, ¿para quién?, no tenía idea y no me importaba.

—¿Qué haces aqui?.— Respondí de manera brusca.

 Me sentía incómoda, no quería ni siquiera verle la cara después de lo que había pasado.

—¡Sólo quería saber como habías estado!.— Espetó ignorando mi actitud al hablar.

 Seguramente ya tenía la idea de que lo único que se me pasaba por la cabeza son ideas de como hacer que desaparezca de mi vista.

—¿Qué es lo que quieres?— Consulté secamente cortante. —No quiero verte y no tengo ganas de hablar contigo.— 

No voy a negar que decirle estas palabras me dolió bastante, después de todo habíamos pasado muchos momentos juntos, y la herida de lo que pasó no sanará después de un día.

—Bulma, yo necesito que conversemos, te compré un ramo de flores, son tus favoritas.— Admitió seriamente.

 Intento entregarme aquel ramo de flores, que por cierto era muy bonito.

—No tengo nada que hablar contigo Yamcha, lo hecho, hecho está, nunca debió pasar, tus celos estúpidos e inseguridades te llevaron a romper nuestra relación, y por si te habrás dado cuenta, Goku no está conmigo ahora, el está casado, tiene su vida y yo la mía, todo esto dio inicio con tus suposiciones erróneas.— Expliqué alterándome.

Con cada palabra que iba diciendo me iba sintía peor,  tampoco es que tuviera que darle explicaciones de lo ocurrido aquél día si no estaba haciendo nada malo, después de todo, lo que estaba haciendo era por él.

Sin aguantar más, dejé de mirarlo y emprendí marcha para retirarme del lugar, todas las ganas que tenía de caminar se habían esfumado. Pude sentir como el tomó mi brazo.

—¡No te vayas!.— Clamó desesperadamente.

Aún con el ramo de flores reposando sobre su mano, me observaba arrepentido. Rápidamente lo miré muy seria.

—Yamcha, tengo amor propio, no voy a permitir que eso se repita de nuevo.— 

Zafé mi brazo fuertemente de su agarre  y me aleje rápidamente de aquél lugar, después de lo que pasó con Goku, lo que menos quería era recordar otra razón por la cuál  sentirme herida. Diablos Bulma, sí que estás mal.

¿Acaso es posible sentirse así por dos personas a la vez?, necesito saber, déjenme saber, que es lo que en verdad piensan ustedes dos. Tras caminar unas cuantas cuadras mi celular comenzó a vibrar, era un mensaje de Yamcha.

"Sé que lo que hice estuvo mal, perdóname de verdad, eres lo mejor que me ha podido pasar Bulma, estoy realmente arrepentido, por un acto estúpido e impulsivo te perdí, y quiero hacer hasta lo imposible por recuperarte, eso no lo dudes Bulma, yo no me rendiré..., iré por ti nuevamente y no te arrepentirás".

Yamcha.

Lo siento yamcha, mi corazón siempre le perteneció a Goku, no volveré a caer en tus juegos de nuevo.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now