Tú sabor

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Ver a Goku frente a mí me estaba haciendo sentir sensaciones indescriptibles. Con cada beso que nos dábamos mi corazón se estremecía, a medida que la temperatura aumentaba podía notar como miraba mis labios inmerso en concentración, sus ojos al igual que sus labios se encontraban entre abiertos.

Podía sentir que él esperaba atento a cada uno de mis movimientos, era una bestia salvaje en caza de su presa. Tras mirarlo a los ojos unos segundos, no dude en atacar su boca y labios ferozmente transformándolo rápidamente en choques de lenguas, podía observar como Goku cerraba sus ojos disfrutando de lo que estaba pasando, ambos solo queríamos que esto pasara.

Toqué su rostro el cual se hallaba a elevada temperatura. Su bulto a medida que mi lengua se desplazaba por la suya y tocaba sus labios, se endurecía aún mas, él posó ambas manos sobre mi cintura.

Debido a que estaba sintiendo mucha calor en aquel momento, rápidamente desprendí la chaqueta de mi cuerpo. Goku tenía una mirada especial, apasionada y sensual, sus ojos nunca habían estado más profundos.

Su respiración se agitó con exasperación. Sin dejar de mover mis caderas sobre su entrepierna comenzó a jadear en señal de desesperación.

—B-Bulma...—Balbuceó entre gemidos bajando su mirada hacia mis pechos, los cuales a pesar de estar disfrazados con prendas se pronunciaban.

Lentamente y sin dejar de estudiarlo, comencé a despojarme de la parte superior de mi ropa sólo quedándome en brasier, este era negro de encaje. Las mejillas de Goku parecían estar de un rojo intenso y vivaz.

—¿P-Por qué me haces esto?—Gimió hipnotizado observando mis pechos, su boca se había vuelto agua, su tono de voz hacia notar suplicas en cada palabra que sus labios estructuraban.

Comencé a reír traviesamente.—No te he hecho nada.—Fingí inocencia. —¿Acaso quieres verme desnuda?—Pregunté mirando fijamente sus idos ojos azabache.

Tomé una de las manos de Goku que reposaba en mi cintura y la coloqué sobre uno de mis senos. Él parecía querer finalizar antes de poder comenzar, por lo cual sonreí coquetamente y mordí mis labios.

Velozmente, aprecié fijamente su cuello y lo ataqué a lamidas rápidas e incesantes, él se estremeció, al estar ambos en el sofá, continuaba sentado conmigo sobre su intimidad.

A medida que lograba hacer roce entre nuestros miembros aún con la tela de nuestros pantalones de por medio, parecía que ambos nos íbamos a volver cada vez más locos.

En un abrir y cerrar de ojos sentí la mano de Goku tras mi espalda, quien fuertemente abrió mi sostén haciendo que este se rasgara. En los momentos en cuando ambos nos encontramos haciendo el amor, es cuando más adoro su fuerza descomunal, hace todo mucho más excitante.

Tras exponer mis pechos descubiertos, él apegó su rostro en medio de ambos, continuó su trayecto rozando los labios por todo el sector, para finalmente sacar su lengua y llegar a mis erectos pezones.

Goku comenzó a hacer círculos al rededor de este con su lengua cada vez más rápido, mi entrepierna había comenzado a secretar fluidos, pude sentirlo por mi ropa interior.

Tras cesar aquellos estimulantes círculos, suavemente introdujo mi pecho a su boca saboreándolo a su antojo mientras le daba caricias con la palma de su mano al otro.

Cada succión y saboreo de su parte derivaban en gemidos por la mía, sentí unas ganas incontenibles de desnudar su tonificado cuerpo y sentir su humanidad en mi interior, quería hacerlo mío nuevamente.

Antes de que pudiera cambiar de pecho, quité la parte superior de su ropa dejando su perfecto torso en exhibición. Él sin dudarlo, se zambulló al pecho restante que le faltaba por consentir, se veía realmente complacido.

Tras finalizar su trabajo podía ver como cada uno de mis pezones se encontraba sobresaliente, él tomo ambos y con las yemas de sus dedos comenzó a frotarlos.

No pude evitar gritar levemente, Goku tras sentir esto dirigió su mirada a la mía y nos besamos nuevamente, ambos cuerpos cálidos se habían tocado lo cual me hizo enloquecer, mi cabello largo llegó a posarse sobre su hombro.

Ambos continuamos con la escena apasionada cayendo con brutalidad sobre el piso, nada más existía, no importaba el lugar en donde estuviéramos haciendo el amor.

Continuamos besándonos, ahogándonos. Eramos la adicción, la droga misma del otro, era un momento inolvidable, mágico y que había esperando con muchas ansias e impaciencia.

En menos de un segundo, él rasgó mis pantalones dejando en evidencia la ropa interior negra qe hacía juego con mi zona superior. Goku parecía ser otro, era esclavo de sus instintos más primitivos y animales.

Trasladó sus labios por mi entrepierna la cual era disfrazada por la ropa interior, me miró con una sonrisa leve dibujada en sus labios.

—Estás mojada.—Dijo con un tono de voz agitado y profundo, agarró con sus dientes la orilla de mi ropa interior y la desplazó hasta quitármela.

Mi piel estaba erizada, mis labios vaginales pedían a gritos poder sentir su ser. Goku tras quitarme la ropa interior, sumergió su cabeza en mi intimidad desplazando de arriba a abajo sus labios y lengua.

Comencé a sudar y agarré fuertemente con mis uñas la alfombra, a medida que las sensaciones se intensificaban, rasguñaba el suelo.

—Por favor.—Supliqué.—¡Sólo hazlo!—Exclamé.

No pude evitar pensar lo distinta que estaba siendo esta vez en comparación a la primera en la que tuvimos sexo con Goku, ahora tenía más dominio, mayor confianza, sabía cómo dominarme, hacer que cayera rendida a sus pies y suplicara por más experiencias placenteras, a pesar de ser alguien más inocente que el resto, sabía lo que hacía.

No podía más con la desesperación. Rápidamente, me coloqué sobre él introduciendo mi intimidad sobre la suya, ambos jadeamos fuertemente, moví mis caderas incansablemente, había adquirido yo el control. Goku cerró los ojos con fuerza dejándose llevar por el momento, sin embargo, procuraba contener los fuertes gemidos.

Me acerqué a sus labios y comencé a lamerlos, su sabor era único, irremplazable y delicioso, así fue también con su cuello y pecho, se encontraba realmente sudado.

Tras unos minutos de esa posición, él me hizo quedar abajo tomando mis muñecas y dejándolas contra el piso, dio inicio a locos y descontrolados movimientos, sus gotas de sudor caían sobre mi frente, era algo adictivo a la vista, se veía realmente sexy.

Los gemidos de ambos se encontraban resonando extremadamente sincronizados, estábamos disfrutando, con impensada locura, dejándonos llevar por los instintos, es lo mejor que me ha podido pasar en la vida.

Sus embestidas no paraban, su fuerza aplicada con estas me hacían gritar, entrar a un éxtasis supremo del cual no quería salir. Tras varios minutos había sentido ganas de acabar el trabajo realizado.

—M-Me vengo...—Musité con voz entre cortada gimiendo.

Goku me analizó con sus ojos profundos y su boca entre abierta, tras escuchar esto dio embestidas más duras y con mayor velocidad, sin poder contenerme, así fue. Logré terminar.

Goku al apreciar mi cara de éxtasis, se encontraba hiptonizado. Corrió el cabello que había quedado sobre mi rostro gracias al sudor y me miró prestando mucha atención, tras unas cuantas embestidas más, él se vino dentro de mí haciendo que el trabajo de los dos terminara.

Ambos nos observamos tirados en el piso con una sonrisa. Definitivamente, él y su sabor eran mi perdición.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now