Propuesta

1K 85 1
                                    

Tras varios minutos de estar en la misma posición y escuchar lo que ambas tenían para decirse una a la otra, escuché que el papá de Bulma las llamaba a comer, después de oír eso, no pude evitar tocar mi estómago, había empezado a rugir. ¡Tenía mucha hambre!.

En cuanto las vi cruzar la puerta, salí rápidamente de abajo de la cama, limpié con palmadas mi gi naranjo para quitarle el polvo y rasqué mi nariz, aún la sentía con restos de polvo. Tras observar un momento la habitación, logré divisar unas fotos de Bulma cuando era pequeña, algo me atrajo hacia a ellas y no pude evitar verlas.

Una sonrisa incontenible brotó de mi boca, por alguna razón no podía dejar de mirarlas, ¿qué es esto?, ¿Por qué no lograba apartar mis ojos de ellas?, tenía muchas ganas de ir verla y darle un gran abrazo.

Alguien hizo sonar el timbre de la casa, fui a ver de quien se trataba por el balcón de la habitación, era Yamcha. La verdad no sabía cómo sentirme con las visitas de él, el simple hecho de verlo no me hacia sentir cómodo, cosa extraña porque no me había sentido así con nadie antes, ¿será que me estoy volviendo loco?.

Unos pasos comenzaron a sonar tras mi espalda, rápidamente me voltee, era Bulma. Se asomó por el marco de la puerta sonriendo.

—¿Y tú acaso no vas a bajar a desayunar?— Preguntó bastante extrañada sin borrar la sonrisa de su rostro.

Mi corazón no paraba de latir con fuerza.

—Supongo que en algún momento Farrah debía verte.— Habló mientras hacía un mohín con los labios.—¡Mis padres también te esperan!.— Sonrió nuevamente.

—¡Si!, ¡no te preocupes!— Sonreí nerviosamente intentado parecer normal.

Un cosquilleo recorría mi cuerpo.

—¡No tardes!— Exclamó, parecía de buen humor, se adelantó y bajó por las escaleras.

Intenté hacer memoria unos momentos, observé el techo de la habitación y me concentré indagando en mis pensamientos, ¿cómo era que me sentía con Milk?, no sabía que estos cosquilleos existían. Rasqué mi cabeza un segundo, tampoco sabía lo que era sentir ganas de estar siempre con ella, a ratos, supongo, ¿sonreía sin motivo?. Puede ser.

Agarré mi cabeza con cara de lamento, a este paso seguiré igual de confundido. Bueno, será mejor que vaya a comer, solo en eso puedo pensar ahora.

Bajé las escaleras y vi como todos estaban sentados alrededor de la mesa, los padres de Bulma no parecían estar extrañados de que ya estuviera en la casa. Miré de reojo unos segundos a Yamcha, no me miraba de buena manera, era bastante común en este último tiempo.

—¡Goku, porfavor siéntate!— Exclamó la mamá de Bulma, parecía estar contenta de verme. Caminé y me senté junto a ellos.

La rubia ruidosa no paraba de mirarme, también se encontraba comiendo con ellos, parecía sorprendida y complacida con mi llegada, no sabía que era lo que le pasaba, era bastante extraña.

Sin poder evitarlo, apenas me senté, comencé a devorar la comer. La comida estaba realmente deliciosa, observé a ratos de reojo a Bulma, cada vez que ambos encontrábamos nuestras miradas sentía algo extraño en el estómago, había pensado que la comida estaba mala y me estaba cayendo pesada, sin embargo, tenía excelente sabor.

La amiga de Bulma no se despegó de mí, estaba sentada a mi lado, hablaba cosas que no podía entender y tocó mi pierna en un momento.

—¿Por qué te me pegas?— Pregunté fastidiado.

Y así pasó durante el transcurso de la tarde.

—Eres muy lindo, ¿no crees que haríamos una excelente pareja?— Interrogó con cara de emoción.

A decir verdad, no entendía porque quería estar siempre conmigo.

—Oye, ¿por qué hablas de nosotros como si fuéramos pareja?— Me sentía bastante extraño, ninguna mujer me había tratado de esa manera.

Yo sólo quería pasar un rato hablando con Bulma sin que nadie molestara, pero lo único que podía hacer por el momento era ver como Yamcha la tenía entre sus brazos.

Entre sus brazos...

Me comencé a sentir raro, a decir verdad, no muy bien, ¿estaba enojado?, ¿por qué?, la verdad no lo entendía, supongo que habían muchas cosas en las que debía pensar, aún cuando tocaba sus labios, me sentía molesto.

—Oye, ¿me estás escuchando?— Preguntó la rubia ignorada, durante un momento pasó de estar enojada a triste.

No entendía nada de lo que ocurría.

—¿Qué ocurre?— Dudé sin poder evitarlo.

—Te ves bastante distraído, ¿quieres ir a nadar a la piscina un momento?— Consultó más animada.

¿Qué debía responder?, esa mujer había estado conmigo todo el día y yo la había ignorado, supongo que sería una forma de enmendar como fui con ella.

—Está bien.— Acepté un poco descolocado.

Ella inmediatamente se alegró y tomó mi muñeca llevándome con ella, se quitó su ropa quedando en un traje especial para nadar y se lanzó a la piscina.

—¿No vas a entrar?— Preguntó curiosa observando como me sentaba a la orilla de ella.

Aún no podía dejar de pensar, voltee mi cabeza para ubicar a Bulma y se encontraba mirándonos, sin embargo, al momento en que nuestras miradas chocaron, se fue.

La rubia suspiró y se acercó un poco a mí.

—La verdad no sé que es lo que te tiene así, yo sólo quería pasar un grato momento contigo, lamento si te molesté...— Sus ojos grises se apagaron y miró en otra dirección para alejarse de mí. 

Me sentí mal por ella y por sus esfuerzos para acompañarme, así que, la detuve tomando su brazo.

—¿Qué quieres?— Pregunté sin mayor expresión en mi rostro.

—Solo pasar un buen rato contigo, desde aquella primera vez que te vi, me sentí atraída por ti y quería conocerte.— Explicó la mujer sin dudarlo.

—De verdad lo siento.— Dije mirándola.

—Tengo un propuesta para ti.— Volvió a sonreír observándome directo a los ojos

—Si, dime.

—¿Vamos a comer hoy en la noche?— Parecía entusiasmada.

No sabía bien que responder, sin embargo, no había sido bueno con ella en todo el día, era extraño que alguien quisiera pasar tanto tiempo conmigo, ¿cómo debía sentirme al respecto?, pensé que sería bueno para terminar de enmendar lo que había hecho, finalmente, acepté.

Ella se puso realmente feliz, me extrañé, ¿qué era lo que le pasaba?, supongo que estaba enferma.

—Debes vestirte formal para ir al lugar donde vamos.— Habló con una sonrisa de oreja a oreja.

Suspiré, siempre fue una tortura usar ese tipo de ropa, pero si decía que no, ella podía molestar a Bulma o hacer algún escándalo. No quería que Bulma pasara un mal rato.

—Está bien.— Sonreí a medias. —Ya vuelvo.— Dije para rápidamente correr con Bulma.

—¡Bulma!— Exclamé, parecía contenta de verme. Mi corazón golpeó mi pecho y sentí que mis mejillas estaban más calientes.

—Dime, ¿qué ocurre Goku?— Preguntó curiosa.

—¿Tienes algún traje formal que pueda usar?— Dudé rascando mi cabeza.

Me miró extrañada unos momentos.

—¿Para qué quieres uno?— Interrogó desconcertada.

—¡Ah!, voy a salir con la rubia de la piscina.— Sonreí mostrando los dientes.

Inmediatamente su piel cambió a un color muy blanco y sus ojos se abrieron grandemente, dejó de sonreír, no parecía nada feliz.

¿Acaso lo que estoy haciendo está mal?.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now