Unidos por el destino

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Habían pasado varios días en los que me encontraba internada en el hospital, estaba con cuidados intensivos y bastantes revisiones por parte del doctor, esto se mantuvo aproximadamente por una semana y media.

A medida que los días pasaron, me sentía mucho mejor, Yamcha venía a verme todos los días, lo cual me ayudó grandemente a vencer el aburrimiento que se generaba cuando estaba a solas.

Tristemente, no podía decir lo mismo de Goku, tras aquel día en el que Yamcha se presentó y le dijo esas cosas , no volvió a aparecer ni lo he vuelto a ver, se tomó bastante en serio lo de "yo puedo cuidarla", la verdad lo extrañaba mucho, a pesar de que me estuviera dando ánimos para intentarlo y ser feliz con Yamcha,  no podía negar que ambas compañías eran muy distintas.

Le pedí a una de las enfermeras que dejara la flor que me regaló Goku en agua para que está no se marchitara, constantemente durante los días en los que estaba en esa habitación no podía dejar de admirarla, su belleza me hipnotizaba, no hace falta decir que a Yamcha no le gustó ni le pareció la idea, bueno, aún no éramos novios ni nada parecido como para hacer algún tipo de reclamo, nada estaba dicho ni se había concretado, por lo cual no podía objetar si deseaba conservarla.

—Bueno, al parecer todo está en perfectas condiciones.— Dijo el doctor mientras terminaba de examinarme.

—Supongo que es hora de que vuelvas a tu casa.— Acomodó su estetoscopio.

Gracias a lo que me acababa de decir, me encontraba realmente feliz, extrañaba demasiado mi casa, a mis padres, mi cama, todas mis comodidades. Mis ojos se encontraban realmente iluminados.

—¡Es una muy buena noticia doctor!— Exclamé con una gran sonrisa plasmada en mis labios.

—Dígale a su novio que la ayude a cargar sus cosas.— Sugirió el doctor señalando a Yamcha.

¿Novio?, esa palabra no la oía hace bastante tiempo, ¿Cree que Yamcha es mi novio?, ¿cómo debería sentirme al respecto?, si pienso intentar las cosas con él nuevamente debo tomarlo con calma, no quiero sufrir de nuevo.

—Él no es mi novio doctor.— Lo apunté.

Una leve y suave risa brotó de mis labios cuando vi la cara demacrada de Yamcha, era como si su alma hubiera salido de su cuerpo, definitivamente, no era la respuesta que esperaba.

—¡Algún día doctor!— Exclamó decidido mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

El doctor sin decir nada más río saliendo de la habitación, deslizó la puerta y se marchó.

Finalmente llegó el momento, salí del hospital . Sentir nuevamente los rayos del sol sobre mi rostro era una sensación única, mi piel se encontraba muy pálida debido a tantos días de encierro, ¡necesitaba urgente los rayos de sol sobre mi piel!.

Yamcha llamó a mis padres y estos pasaron por nosotros al hospital, ¡que bueno era poder respirar aire fresco!, me sentía realmente agradecida de lo que me rodeaba, de estar viva, mis padres al ver que estaba bien disminuyó su preocupación. Tras unos minutos, llegamos a mi casa.

Días después.

Dos semanas pasaron desde mi salida del hospital, me sentía realmente bien, Yamcha me acompañó todos los días. Debido a que vi mucho esfuerzo de su parte por cuidarme y preocuparse, decidí intentarlo nuevamente con él, sin embargo, debía tomar precaución, no es como si pudiera olvidar a Goku de un día para otro, esto sé que me ayudará a distraerme y a olvidarme de él, será lo mejor para todos.

—¿Bulma estas bien?— Preguntó Yamcha abrazando mi espalda para luego besar mi mejilla.

—Si, no te preocupes.— Sonreí levemente para acariciar sus brazos que me rodeaban, la verdad, se sentía bastante extraño tener estos momentos con Yamcha de nuevo.

—¡Hija!— Exclamó mi padre, se encontraba en el laboratorio.

—Iré a ver que necesita mi papá.— Miré a Yamcha con una sonrisa. —¿Podrías ver si mi mamá necesita algo?— Continúe mirándolo mientras me separaba de él.

—Si, no hay problema preciosa.— Besó mi frente para marcharse, la verdad me dio escalofríos.

Emprendí camino rápidamente a donde se encontraba mi padre.

—¿Ocurre algo papá?— Consulté curiosa poniéndome a su lado.

—¡Lo había olvidado!— Exclamó y continuó. —¡Ya está todo listo en los aparatos de entrenamiento para Goku!.— Espetó feliz, fue un trabajo bastante arduo terminarlos.

—Goku...— Tragué fuertemente y mi temperatura bajó.

—¿Pasa algo Bulmita?— Dudó mi padre preocupado.

—N-No es nada papá.— Sonreí a duras penas, espero no sospeche nada.

—Si tu lo dices hija, necesito que vayas por él y le digas que venga para ver si estos cumplen su función adecuadamente.— Solicitó mi padre felizmente como siempre.

Silenciosamente, tragué aún más fuerte y mi corazón comenzó a latir con fuerza, de nuevo esas mariposas en el estómago habían vuelto, mi pecho comenzó a doler levemente, estaba nerviosa.

—Bueno papá, no te preocupes iré por él— Dije fingiendo naturalidad, ya me estaba acostumbrando a hacerlo.

Me dispuse a dar unos pasos para marcharme y mi papá me tomó del brazo.

—Hija, tu sabes que con respecto a lo que sea puedes hablar conmigo.— Manifestó dulcemente, lo cual agradecí.

Tomé una de las capsulas que contenía una de las naves de la Corporación y emprendí camino hacia donde estuviera Goku.

—No creo que este en su casa...— Medité ya dentro de mi nave en voz alta. —Debe estar entrenado.— Continúe pensando, encendí fugazmente mi nave y me dirigí al desierto, donde suele entrenar seguido.

Mis nervios no se detenían, mi estómago se encontraba apretado, eran las mismas sensaciones que tenía cuando nos encontrábamos antes, esto no era bueno, habían pasado muchos días sin verlo y al parecer las cosas no habían cambiado. Una explosión cercana a mi nave me despertó.

—¿Acaso será él?

Fui en aquella dirección, a lo lejos se veía una silueta con traje naranjo y cabellos alborotados, efectivamente, había logrado encontrar al protagonista de mis sueños de ojos abiertos.

¿Qué podría decirle?, mi corazón se encontraba latiendo tan rápido que sentía que explotaría, mis mejillas se sonrojaron levemente, finalmente, me armé de valor y me acerqué a él con mi nave para aterrizar a unos cuantos metros.

 Él curioso miró mi nave, sin embargo, no tardó en darse cuenta que se trataba de mí, una cálida sonrisa me dio la bienvenida a aquel lugar, a veces pienso, que el destino quiere que nos encontremos, permanecemos unidos por el destino.

Parte de mí [Goku X Bulma] °En Edición°Where stories live. Discover now