José Carioca.

1K 99 21
                                    

Panchito:
Nomás me tarde como una noche en el avión, llegue incluso más rápido que en Caballo. Miraba todos los adornos del lugar del aeropuerto, eran tan bonitos, tenían artos colores, se usaban más el verde y amarillo, color de su bandera quiero yo suponer.
Tomé mis cosas y me salí pá afuera, a ver si podía encontrar a un taxi, no es muy bueno mi dialéctico si soy honesto. Intenté muchas veces y encontré a un taxista que si entendía un poco lo que yo trataba de decir.
Me llevo a un hotel muy rústico, creo que era una casona, pero se veía muy arreglada y al parecer era bien famosa, había un montón de gente. Logré tener una habitación y la vista, ¡Preciosa!, Veías el mar y todo el pueblo, tan Pacífico y tan festivo al mismo tiempo.
Decidí salir a pasear al lugar, ver todo lo turístico, las mujeres sin duda eran preciosas y me invitaban a comer y a bailar, Ricardo no se equivocaba, era una noche genial. Seguí paseando y pude notar que algunas damas corrían emocionadas a una dirección, incluso jóvenes con muchas personas, mire a un señor, quién iba también apresurado

Panchito-Ah, disculpe

El hombre me miró bastante emocionado, al parecer algo muy importante estaba ocurriendo. Tomo mi brazo y camino apresurado

Señor-Rápido! O show está prestes a começar! José Carioca vai cantar!

No pude entender nada a lo que decía, no sabía portugués. Llegamos a un especie de club, no era de mala muerte, al contrario, era un lugar tan feliz, era tan Pacífico y tan alegre, lleno de música, luces, mujeres hermosas, comida, era un ambiente tan cálido, tan único y con un sabor exquisito.
El hombre pidió una mesa, me sento con el a una de las primeras mesas del centro del escenario, pidió bebidas, una que otra cosa yo le entendía.

Empezó a sonar una canción lenta, era muy suave, pero tenía un toque tropical en su ritmo que podría hacerte bailar. Todos empezaron a gritar emocionados, algunos brindando, otros poniendo absoluta atención.

Apareció entre sí, un hombre, con ropa realmente elegante, con colores suaves, un puro en mano, de guante, pelo verde y una sombrilla. No sé qué pasó en ese instante, sentí que todo se detenía, su voz melodiosa me hipnotizaba, su mirada tan apasionada, sus pasos tan ligeros cual pluma, sus caderas al son de la música.
Ese, Ese es José Carioca, el hombre de que puse mi corazón a latir a por hora, a por amor y a pasión.



José Carioca Apresenta: Noite de Zamba Where stories live. Discover now