Me gustas tu.

433 56 9
                                    

[Bien hippieloza la canción, pero, quedaba pá este capítulo]

José-

Panchito-Ah...¿pá qué quiero esto?

Miraba con detenimiento mi charro un celular, una marca que me recomendaron, bastante accesible y al parecer un buen color para el.

José-Para que tu y yo hablemos, Dulcynea y Ricardo tienen uno

Panchito-¿Y cómo se usa esta cosa o qué?

Reí un poco enseñándole las cosas básicas que tardo en comprender, pero, se agilizo bastante bien. Estábamos sentados en la plaza, mirando a la gente pasar mientras nos deleitabamos con una piña colada con hielo, algo muy refrescante y que no tenía mucho alcohol, bebí bastante pero a Panchito no parece molestarle beber más como siempre. Fuimos a buscar a yaya para que compráramos unos pastelillos de kiwi.

José-¡Dulce!

Panchito-...Hiciste trampa, el mío debe saber más dulce

José-¡Ahhh no!, ¡ni siquiera lo pienses Miguel!

Una perseguida como locos enamorados podías contemplar corriendo en todo el pueblo, abrazos y cargadas para luchar por un pastel, era tierno tener al fin estas sensaciones, ambos estábamos bien, era como si todo el dolor que pasamos se disolviera en un instante a otro, revelando ante nuestros ojos una larga conversación mutua de deseos y sentimientos reprimidos, gritando por un milagro de ser manifestados de forma carnal...aún es pronto para eso, ¿no?.

Quedé acorralado en la pared por ese apuesto pelirrojo, que me acompañaba en mi sincronía de risas, hasta cesarlas lentamente y enfocarnos en mirarnos, sin decir ni una sola palabra. Esto se parecía a los nervios que me dieron cuando estaba ese dos de noviembre en México, pero, ahora tenía la seguridad que todo estaría bien y que Panchito sentía todo el amor que yo le tenía.

La mente no trabajo para nada, ambos nos perdimos en el inicio de ese dichoso viaje del cual no querríamos volver jamás; Tomo con su mano derecha mi cintura delicadamente, acercando nuestros cuerpos y como respuesta, puse mis manos en su pecho varonil, subiendolas lentamente, dejándome deleitar por el tacto satisfactorio de tocar su cuerpo en sima de la ropa y abrazar su cuello con manos en su nuca, la complicidad que sentía en ese momento en movimientos torpes de mano, era espectacular.

No diré que no siento lujuria, pero, obstante es, muy pequeño, lo que realmente miraba era amor, una prueba ridícula de un baile de besos que estaba a punto de exponerse a su más tímido toque en acercamientos homicidas a punto de matar y atacar al pudor y respeto de labios virgenes; Y justo cuando no quedaba nada de distancia...el se alejo, haciendo que lo mirara confundido sin soltarnos.

José-¿Qué pasa?

Contento decidio romper aquella tensión en un pequeño beso en mi frente, acomodando uno de mis mechones.

Panchito-Quiero que sea especial cuando toque esos labios que me vuelven loco

Me sonroje lo bastante para enternecerlo y que me soltará, tomando mi mano y entrelazar nuestros dedos, marchandonos a pasear lo que restaba de ese pequeño recorrido romantico. Me llevo a casa y nos despedimos.

¿Quiere que nuestro primer beso sea especial?...este chico esta lleno de misterios, algo nuevo que aprender de el al parecer...lindo.

















































































































































///

*Mensaje nuevo-número desconocido*

Panchito-¿Mh?, ah canijo, a ver...

*Mensaje-¡Hola!, soy José*

Panchito-José...

*mensaje-¿Podemos vernos mañana?*

José Carioca Apresenta: Noite de Zamba Where stories live. Discover now