Papel picado

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[26 de octubre]

José-

Hoy tocaba ayudar a Ricardo, habían veces en las que me pedía atender a los clientes, era divertido, todos me preguntaba de donde venía, me pedían que les contará algo sobre mi lugar natal, los mexicanos son curiosos, son esplendidos y muy alegres, justo como mis paisanos de mi amada Bahía.

Ricardo-¡Oye!, ¡cabello de nopal!, ¡ven a ayudarme!

Suspire irritado, mirándolo mientras escuche unas leves risas de las ultimas personas que atendí y con las que estaba entablando una agradable conversación. Me despedí de estas y fui hacía Ricardo, que estaba arriba de una escalera de madera algo vieja, pero resistente. en la mesa de la barra mucho papel, delicado de muchos colores y figuras en forma de calaveras.

José-¿Qué es eso?

El alto hombre me miro algo confundido, soltando un bufido después dándose a entender que yo obviamente no sabía nada de lo que estaba adornando. Se recargo en la escalera, extendiendo el dedo indice hacía el papel adornado, indicándome que le pasara uno. Cuando lo tome, lo moví bruscamente, haciendo que se rompiera en un siantamen, escuchando de nuevo un bufido de el.

José-¿Qué?, no sabía que era tan delgado

Ricardo-¡obviamente no! , chamaco, eso, es papel picado, lo adornamos aquí, pá adornar a nuestros muertitos

José-¿Por qué?, las flores y velas son suficientes

Sonrío, exclamando una potente risa, sentándose en una de los banquillos de la escalera.

Ricardo-Aquí, en el día de muertos, nada es suficiente, el papel picado es algo requete importante, las velas, los cempasúchil, la comida, ¡el pan!, Todo tiene su significado.

José-¿Ah si?

Ricardo-¡claro chamaco!, el papel picado lo hicieron como tradición.

Antes de que dijera algo más, la señorita Diana apareció sentándose con sus arreglos y comenzando a arreglar

Ricardo-¿Qué pasó hermana?

Diana-Me aburre estar sola, además, escuchaba que le contabas a José sobre el papel picado

Revisaba el papel que rompí entre mis manos, mirando a Diana.

José-Dice Ricardo que esto es muy importante.

Diana-Lo es

Sonrío, tomando el papel roto que estaba en mis manos y mirarme alegremente.

Diana-Nuestros Aztecas lo crearon, con otro papel llamado "Amatl", papel suave y sedoso

Ricardo-Aún que décadas después, fue sustituido por papel de seda. Son para honrar a nuestros muertitos

José-Así que por eso es importante, supongo que los colores son para que se vean bonitos, ¡así decoramos en Bahía!, pero, con mantas y tapices.

Los hermanos se miraron, riendo un poco, Diana menos burlona que Ricardo. La morena sirvió a nosotros una copa de pulque, y se acomodo de lado su delgada y elegante trenza.

Diana-No mi José, todos los colores son para cada uno de nuestros muertitos

Ricardo-El blanco es pá los niños, el negro, pá nuestros viejitos

Diana-Y el Morado, como luto

Quede mirando el papel, todos eran festivos, así como la catrina, reflejaba una miseria que en si, su otro lado, era felicidad. Después de decorar el bar, salí con Ricardo para entregar unos de los pedidos de Diana, pasando por un local de ropa, como la de Panchito, decorado de calaveras, color verde bandera y adornos dorados muy festivos.

José-Mira eso

Ricardo se acerco al local, a mi lado mirando el traje, sonriendo hacía a mi.

Ricardo-Es un traje de Charro

José-¿Charro?

Harto, El "águila" se dio un golpe con su mano hacía su frente, irritado mirándome.

Ricardo-Se ve que no sabes nada de México, ¿y así quieres estar con Pistoles?

José-Bueno, ya sé quien es la catrina, el papel picado y el cempasúchil, creo que puedo intentar conquistarlo, si me ayudan

Suspiro caminando y yo seguirlo hacía la casa donde debíamos hacer la entrega.

Ricardo-Un charro es un jinete, que en si, es conocido por todos y principalmente en México. Panchito es un Charro, es uno de nuestros mejores Jinetes, le hace honor a su titulo.

José-¿Crees que le guste si yo me vuelvo un charro?

Ricardo-Bueno, el es una persona que es difícil sorprender, a pesar de su gran carisma

Baje la mirada pensándolo, Panchito era alguien dulce, como la misma miel, pero a juzgar de lo que Ricardo me dice, creo que tiene razón.

Ricardo-...supongo que un Portugués charro no es algo que se ve todos los días, podrías intentarlo.

Levante mi mirada, hacía a Ricardo, que me sonrío levemente.

Ricardo-Haremos un trato, te daré dinero para el traje, con la condición de que practiques a caballo, todas las mañanas, tempranito y te daré lecciones de guitarra.

José-Oh meu amigo Você não sabe como eu te agradeço Eu vou dar tudo de mim

Se quedo callado, mirándome demasiado confundido, riendo a carcajadas y darme una palmada algo fuerte en la espalda

Ricardo-¡JA JA!, ¡qué curiosito eres!

Sonreí, observando el cielo estrellado. Si aprendo de ti, como tu aprendiste de mi, quizá nada este perdido y ya no tendré la necesidad ni preocupación de derramar lagrimas, mientras coloco papel picado morado a luto a nuestro amor...

José Carioca Apresenta: Noite de Zamba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora