Pan de muerto.

473 64 18
                                    

[27 de Octubre]

José-

Desperté en cuanto el gallo canto, con mi ropa habitual, que su olor era ahora diferente a lo que usualmente es. Ahora olía a lavanda, con toques naturales. Baje las escaleras oliendo encantado y escuche a la señorita Diana en la cocina del local.

Diana-¡Buenos días José!, veo que descubriste que lave tu ropa

José-bom dia senhorita Diana, te agradezco, lavas de maravilla

Extrañada por mi saludo portugués, soltó una leve y delicada risa, mientras que con sus manos artesanales, amasaba una suave masa de canela.

José-¿Qué es esa delicia que preparas?

Diana-Bueno, le ayudo a mi tía concepción a preparar el pan de muerto

Me senté interesado, mirándola por unos segundos, en seguida ella atrapo mi mirada, sonriendo algo confundida y nerviosa.

Diana-¿Qué?

José-Bueno, yo no sé de México, tu al parecer sabes demasiado, esta es una nueva lección para mi, ¡cuéntame sobre este pan!

Sonrojada levemente por el alago, sostuvo una sonrisa complacida que me causo una sonrisa alegre. Diana es una dama a la que no me gustaría cortejar, es la primera mujer que me causa la sensación de que estoy admirando y cuidando de alguien, como una amiga, como una pequeña hermana. Sus manos no se detenían, comenzó a hablar con su melódica voz.

Diana-Esta bien, en lo que desayunas para tu práctica a caballo

José-¿Cómo sabes que...?

Coloco su dedo indice a su boca en forma de corazón y me sonrío.

Diana-Es un secreto...Comencemos...

Me sirvió una taza de chocolate caliente hecho a mano, en una olla de barro, en forma de taza, coloreado a pincel de distintos colores dulces.

Diana-El pan de muerto se hacía cuando habían sacrificios humanos, mezclando semillas de amaranto y sangre del sacrificado

Sorprendido, escupí el chocolate, tosiendo y mirarla asustado, de milagro no manche nada, excepto el suelo.

José-¡¿S-SACRIFICIOS?!, ¡¿S-S-SANGRE EN COMIDA?!, ¡DIANA!, ¡DIME QUE NO MATASTE A ALGUIEN!

Sorprendida, comenzó a reír a carcajadas  a mi reacción, haciendo que me asustará un poco.

José-¡No es gracioso!

Diana-¡Ay, José!, eso se hacía mucho antes, ahora es distinto

Al escucharla, suspire aliviado, haciendo un mechón de mi pelo hacía atrás en lo que ella se terminaba de reír.

Diana-Antes era así, ahora, la sangre se sustituyo con dos diferentes ingredientes, la canela o el azúcar, es usado para los muertitos que nos vienen a visitar 

José-Entonces es una comida para la ofrenda

Asintió, sacando del horno uno de los panes, que tenían adornos de pan en forma de huesos. Le coloco canela, con toques de azúcar y servirlo. En verdad era delicioso. 

Antes de darme cuenta, recibí una palmada fuerte en la espalda, por parte de Ricardo.

Ricardo-¡Buenas, cabeza de nopal!

Diana-¡Ricardo!, ¡condenado, no le digas así!

Río el fuerte hombre, sentándose y besar las manos de su hermana menor, en forma de saludo.

Ricardo-Buenas, hermanita

La chica de suaves ojos, suspiro resignada y sirvió a su hermano el desayuno, que encantado el degusto.

Ricardo-¡cómo me gusta como haces el pan de muerto!

Diana-Ahora tengo que esconderlo de ti, pá que no te lo tragues.

Sonreí entonando una risa junto  a Diana. Horas después, Ricardo me guío al establo de su casa, sacando a un caballo color negro, hermoso por cierto.

Ricardo-¡Bien!, este es nuestro mejor caballo, Noche.

José-Increíble nombre para un caballo

Acerque mi mano al caballo, dosilmente el acercándose a mi y dejarse acariciar.

Ricardo-Bien, a practicar, te estaré viendo por la ventana del bar, ¿estamos?

Asentí, el se retiro y mire al caballo detenidamente.

José-¡Es facíl!, ¡como bailar zamba!

Sin pensarlo dos veces, intente subirme al caballo, el no se movía, pero el problema era yo, ya que no lograba subir, me caía incontables veces.

José-É UMA PIADA?!

Molesto, intente incontables veces subirme, el corcel se estaba cansando, yo también; Termine cayendo tantas veces, que mi traje quedo manchado de tierra.

José-¡maldición!, Diana tardo en lavarlo y lo estoy descuidando

Me quite el saco y después mire al caballo [rimas lokas].

José-¡la ...décima!, es la vencida

Intente de nuevo subir, acabando por lograrlo.

José-Ah...el saco era el problema...Bien

Tome el apero, empezando a cabalgar.

José-¡Oh!, ¡no es tan difícil!

Jale el apero, empezando a cabalgar mas rápido, pero al querer hacer una maniobra, caí.

José-...Esto será mas difícil de lo que creí...

Y ahí, el día se hizo eterno, comenzando a caminar, comenzando a trotar pero jamas correr, caída tras caída, era cada vez más difícil.

Si aprender entre caídas lograre ser mejor para ti, no veo el porqué no intentarlo.



José Carioca Apresenta: Noite de Zamba Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin