Tensión.

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Boda: 2 semanas antes...

Panchito-

José volvió a Bahía, para arreglar unas cuantas cosas que necesitábamos para luego de la boda y su trabajo a irlo a revisar, sin antes darme un beso sabor a caphirina fresca y fría en sus húmedos labios que me saben delirar.

Tampoco me iba a quedar de brazos cruzados, así que fui con el padrecito a hablar; Monte mi caballo y me dirigí a la iglesia de mi pueblito bello, saludando a las señoras de sus puestos de comida o de fruta, a los hombres que trabajaban arduamente y los niños que cumplían con su rol magnifico de hacer el lugar feliz, con sus risas y gritos llenos de esperanza.

Panchito-¡PADRE!, ¡¿SE PUEDE?!

Padrecito-¡Ay!, ¡panchito!, ¡qué bien gritas!, pasale hijo, pasale 

Me quite mi sobrero estampado y entre al templo del señor, percinandome y acompañar al religioso del pueblo afuera, al jardín donde a veces era la entrada para la novia en las bodas, la entrada en la que si tengo suerte, ahí entraría mi chulo.

Padrecito-Dime Panchito, ¿pá qué soy bueno?

Panchito-Quisiera pedirle un favor, padre

Nos sentamos en una adornada banca, debajo del árbol más viejo del pueblo, pero, ¡ay dios mio!, qué belleza de flores te trae en el verano, claro, tenía unos cuantos papeles del 15 de septiembre ahí colgados.

Padrecito-¡Por supuesto hijo!, ¿qué pasó?

Suspire pesadamente, emplazando mi sombrero detrás de mi espalda y mire al padre.

Panchito-Me quiero casar, padre

Jubiloso el padre, me palmeo la espalda, carcajeando de felicidad.

Padrecito-¡Dichoso el momento hijo!, el amor te llego

Asentí tratando de simular mis nervios, creo que mientras mas ríe, más peor esta la situación.

Panchito-Quería ver si nos puede casar usted

Padrecito-¡Claro que sí hijo!, orgullosa estaría tu madre, dime, ¿cómo se llama tu novia?

Por Dios que sentí que la sangre que corre por mis venas se me paralizo, sentía mis manos sudorosas, pero, prefiero arriesgarme completamente antes de andar chillando.

Panchito-Ahí esta la cosa, padre...

Una inmensa mutes le dio entender al religioso de la situación, su felicidad no se torno agresiva, se torno seria, un torno que ni el mismísimo chamuco [diablo] querría ver por el penetrante desasosiego. 

Padrecito-Hijo, ¿estás seguro?

Panchito-¡Por supuesto que lo estoy!, jamás me había enamorado así de fuerte, padre, ¡es mi mundo!, ¡mi México!

Sus viejos y sabios ojos me miraron, para soltar un suspiro y sonreírme, palmeando mi hombro.

Padrecito-No importa si es un hombre o una mujer, Dios junta a dos seres para amarse, si la gente dice que es pecado, es porqué no saben que es el amor mismo, hijo...por supuesto que los voy a casar, bendito sea el señor que encontraste tu felicidad con él.

Abracé al padre y después de una larga charla de como se llevaría a cabo la boda, me dirigí al bar de los Montoya, recibiendo como siempre un caluroso saludo de los clientes del lugar; Y me senté en la barra donde la señorita Dulcynea se encontraba, estresada intentando hacer un precioso arreglo de flores.

Panchito-Se ve que la tiene difícil

Dulcynea-Hola señor Panchito...bueno, no tengo el mismo talento de Diana que dios la tenga en su gloria

Panchito-La práctica le ayudo a Dianita, Dulcy

Una pequeña garla con la señora de Ricardo me alivio un poco el estrés del cual mi chulo me había amarrado tan fuerte. De repente, un muchacho joven interrumpió cual bonita paz del bar, señalando la plaza, donde en verdad pasaban la mayoría de las cosas importantes.

Joven-¡Una muchacha bien chula llego al pueblo!, es del extranjero

Los jovenes no tardaron en levantarse cual tornado de sus sillas y dejar vacio el lugar, solo Dulcynea, Ricardo, Juan y yo quedamos ahí.

Ricardo-¿Muchacha extranjera?, hace mucho que no viene alguien de otro lugar, solo José

La señorita Montoya miro a su hombre, dejando en la mesa una pequeña rosa que en si, no combinaba para nada con el arreglo, pero dejando eso de importar, su expresión se hizo preocupada.

Dulcy-No me hagan mucho caso, pero, ¿creen que sea esa chica que daño al señor Pistoles?

Ricardo-¡Pero que dices muñequita!, dudo mucho que esa chamaca loca haya encontrado a Panchito

Juan-Bueno hermano, no olvides que su carita de niño Dios esta por todo lugar

La mutez de los cuatro nos hizo darnos cuenta de la gran posibilidad de que ella podría haber llegado al lugar, sin más que decir, cada quien tomo un caballo y nos fuimos pá la plaza, para quitarnos la enorme duda; Llegamos a la plaza, pero para ese entonces ya no había nadie en el lugar, llegamos tarde.

Panchito-¡ME LLEVA...!

Dulcy-Ya no vimos quien llego...mi amor, ¿qué hacemos?

Ricardo abrazo algo temeroso a su mujer, acobijandola entre sus brazos y suspirar resignado, mirandonos.

Ricardo-Nomás hay que esperar lo mejor, y que no sea esa mujer

Juan-No podemos dejar que ella vuelva y se interponga en su boda, Francisco

Dios te oiga, Juan, Dios te oiga


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¿Qué?, ¿pensaron que deje el fanfic?, JAH-JAH, ¡mis amores!, yo los amo con todo mi jamón baffar, jamás los dejaré quq.

Me apalearon bien feo en la escuela, tengo un bracito lastimado [la pendeja no sabe recibir el balón con la muñeca] y mi estado emocional con mi pareja esta por el caño :,v

Pero, ¡JAMÁS LOS DEJARÉ! :,3

Me alegra volver amores míos; Lamento si es corto, el proximo, lo haré más largo.

Nos leemos pronto, beibes.

Dul1987💙🍪🌸

José Carioca Apresenta: Noite de Zamba Where stories live. Discover now