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—Harry estás muy ebrio — reí con nerviosismo — No sabes lo que dices.

—Si maldición, estoy ebrio — carcajeo — Pero sé perfectamente lo que estoy diciendo — relamió sus labios — Soy egoísta, lo sé — negó con la cabeza — Pero no quiero verte con Niall, jamás — musitó pegando más mi cuerpo al suyo — Espero que veas en la posición que me encuentro, mientras él está tocando tu piel, él está donde yo debo estar — golpeó la puerta haciéndome sobresaltar — Estoy vacío — acunó mi cara entre sus manos — Solo sé que tú eres lo único que quiero hermoso ángel.

Dios mío, que acaba de pasar. Esto era muy intenso y me encantaba.

—¿Qué hay de Charlotte? — retrocedí unos pasos y lo miré con atención, temerosa de su respuesta.

—¿No me estas escuchando Winston? — pasó una mano por su cabello— Tú sólo tu — volvió a acunar mi rostro entre sus manos — Tú eres lo único que quiero al final del día.

—¿Estás seguro de eso? — susurré — ¿No será como la primera vez? Me besaste, y lo que más me dolió es, que fuiste corriendo a los brazos de Charlotte — baje la mirada, aparte de dolor, sentía humillación al recordar eso — ¿Sabes lo doloroso que es para mí que te comportes así? ¿Sabes lo doloroso que es ver a la persona que amas con otra?

Me callé al darme cuenta de lo que acabo de decir, acabo de confesar mi amor por él. Debería retractarme, pero que demonios, vida solo hay una y no podía seguir guardando lo que sentía por el apuesto chico frente a mí.

¿Por qué era tan débil cuando estaba con él? Un sólo roce y mis piernas ya se encontraban temblando como gelatina, mi corazón latiendo a mil por hora, sentía una explosión de emociones.

—Soy yo. Soy veneno para ellos — acaricio mi labio con su dedo pulgar — Veneno para todo aquel que me ama — me liberó de su agarre y comenzó a caminar por toda la habitación — La estúpida verdad es, que soy malo para ti — gruñó y tiró de su cabello — No quiero romper tu corazón otra vez, no quiero ser un monstruo entre los hombres.

—¿Te digo algo? — camine hacia él — Las personas son tan masoquistas que la única solución es, que nos rompan el corazón para entender que alguien no es para nosotros — lo atraje hacia mí, rodee su cuello con mis brazos.

Este dicho era tan cierto, pero no creo que sea correcto aplicarlo en esta situación ya que Harry me ha roto el corazón tantas veces y aún sigo aquí. Eres una terca Summer Winston, ¿Cuándo aprenderás?

— Sólo un ángel como tú podría controlar lo incontrolable y poner a todos mis demonios a rogar por un maldito beso — sonrió de lado y rodeo mi cintura con sus musculosos brazos — Sólo tú, mi hermoso ángel.

Tal vez esto que está sucediendo entre Harry y yo ahora mismo, sea cosa de una noche, tal vez mañana me lleve una desilusión más, pero si esto en verdad era de una sola noche, lo disfrutaría. Tres semanas lejos de él, sin su tacto, sin dirigirle la mirada y sin mirar esos preciosos ojos, había sido tan difícil para mí.

Lo atraje una vez a mí y uní nuestros labios.

Él no se lo esperó y noté cómo se quedaba inmóvil mientras mis labios seguían posados sobre los suyos. No quería separarme. Sus labios estaban fríos, pero eran suaves. Abrí mi boca lentamente, ejerciendo un poco de fuerza sobre la suya para que él me siguiera. Al principio le costó y pensé que en cualquier momento se iba a echar para atrás, pero acabó cediendo con el beso.

Sentí un dulce y delicioso sabor a menta. Mis labios se movían en sincronización con los suyos. Mis sentidos se habían revolucionado y las pulsaciones me habían aumentado al triple de lo normal. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero no quería parar. Mordió mi labio inferior, y yo le dejé paso, dándole permiso para que introdujera su lengua. Estaba caliente y hacía contraste con sus labios fríos, la deslizó por dentro de mi boca y la mía rápidamente hizo contacto con ella. Sus manos bajaron a mis caderas y me atrajo más a su cuerpo, creando más contacto y esa fricción que tanto ansiaba. Soltó un leve gemido que me hizo perder los sentidos. Ese beso se estaba convirtiendo en una droga para mí, cada vez se hacía más intenso, cada vez estaba más acalorada. No sabía qué hacer con mis manos, así que las coloqué sobre sus brazos. Las subí por sus hombros y rodeé su cuello con ellas. Acerqué su cara más a la mía y lo junté más a mí, si es que eso era posible.

Sus labios dejaron los míos y me miró fijamente. Sus irises estaban más oscuros de lo normal y tenía las pupilas dilatadas. Sus labios estaban rojos e hinchados por el apasionado beso que acabábamos de compartir.

— Me vuelves loco Sun — susurró con la respiración agitada — ¿Si estas consciente de lo que provocas en mí? — agarró una de mis manos y la puso sobre su pecho.

Su corazón estaba muy acelerado, sus mejillas ligeramente sonrojadas, y su labio inferior estaba temblando un poco.

— Eres como una maldita droga para mí — quitó mi mano de su pecho y la llevo a sus labios.

Volvió a unir sus labios con los míos, pero esta vez no los movió, los dejo quietos, disfrutándonos el uno al otro, sentía que el tiempo se había detenido, sólo éramos él y yo.

Harry

La maldita mentalidad de un hombre.

Te gusta pero no estás seguro de querer estar con ella, pero te gusta lo suficiente como para tener sexo con ella, pero no estás seguro de querer ser más que amigos, pero quieres que te vea como si fueras su novio, pero te gusta estar soltero, pero no quieres que nadie más se le acerque, pero tú puedes coquetear con otras chicas, pero te pones celoso cuando otros le hablan, pero no quieres hablar con ella todo el tiempo, pero quieres que ella sólo te preste atención a ti, pero sientes que es súper estresante cuando insiste en hablar contigo, pero no te gusta cuando está hablando con otros chicos, pero no quieres tener una relación aún, pero quieres que ella actúe como si fuera tu novia, pero no quieres compromisos, pero quieres que te sea fiel...pero quieres ser amado por ella, pero no estás listo para estar sólo con ella.

¿Es algo confusa verdad? Bueno, eso era lo que sentía respecto a Summer.

Confusión.

Y era tan tonto, me ponía tantos peros y tantas barreras para no estar con ella, y de alguna forma cuando intentaba alejarme, Summer era un imán que me traía de regreso a ella.

Cuando nos separamos, me tomó la mano y sonrió, entonces ahí lo supe. Me iba a doler demasiado cuando Summer Winston decida alejarse de mí.

Beautiful Angel《H.S》Where stories live. Discover now