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Al estar parada frente a la salida de la discoteca giré sobre mis talones y regresé al lugar en donde me había dejado Dylan antes de ir al baño, limpié mis lágrimas antes de que regrese, no quería que me pregunte el porqué de mi llanto. Pedí otro shot de vodka y me lo tomé de un solo trago, sabía que ahogar mis penas en alcohol era malo, iba en contra de mis principios, y en este preciso momento nada de eso importaba.

— Carajo, la fila del baño estaba demasiado larga, perdón por la demora— dijo Dylan tomando asiento junto a mí— Debería ir a dejarte a casa, ya casi son las doce.

Antes de que pueda responderle a mi amigo un mensaje me llegó, era de Charlotte, al leerlo sabía que esta noche me iba a divertir demasiado. Le enseñé la pantalla a mi amigo, una sonrisa pícara se formó en sus labios. El mensaje decía que pasaría por mí en quince minutos, iríamos a Cielo con sus amigos. Le respondí al instante y le dije que ya me encontraba en la discoteca.

— Le enviaré un mensaje a mi padre, le diré que también le avise a tu madre que saldremos con tu prima y sus amigos.

Era genial que mi relación con Charlotte se estaba fortaleciendo nuevamente, debo admitir que ambas tenemos la culpa de habernos distanciado, por mi parte sentía un poco de inseguridad, sentía que era la sombra de mi prima, todos se fijaban en ella.

No recuerdo que edad teníamos, pero Charlotte aún vivía en New York e íbamos a la misma escuela, nos encantaba salir a los recesos juntas, hasta que un día un nuevo maestro ingresó a trabajar a nuestra escuela, para ser amables nos acercamos a él y entablamos una conversación, cuando mencionamos que éramos primas él se sorprendió, no nos parecíamos en nada. El punto es, que luego de mencionarlo el maestro hizo una broma de mal gusto, recuerdo perfectamente sus palabras «¿Es en serio? Pues debo mencionar que toda la belleza la sacó Charlotte». Desde ese día tuve problemas de inseguridad, me enfadaba de la nada con mi prima, años después entendí que era absurdo enojarme con ella, poco a poco aprendí a amar mi cuerpo, sentirme bien conmigo misma, no compararme con otras chicas. Todas somos bellas tal y como somos, debemos ignorar los tontos estereotipos de belleza.

— Es genial que vivas cerca de este lugar, me tomó menos de diez minutos llegar y tampoco tuve que hacer fila — Charlotte se sentó junto a mí tomándome por sorpresa — ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Se nota que estás muy ebria.

— No lo sé — reí viéndola — ¿Dónde están tus amigos? Me encantaría conocerlos — la pelirroja señaló detrás de mí, al voltear mis mejillas se sonrojaron un poco al ver a un chico moreno muy apuesto, lo observé rápidamente de pies a cabeza.

— ¿Recuerdas que hace unas semanas mencioné a Zayn? — sonrió mi prima llamando al chico detrás de mí — No te lo presenté antes ya que no estabas en tus mejores condiciones — susurró en mi oído. Dylan llegó y nos miró a todos con una sonrisa, se detuvo en Charlotte y sonrió aún más — Bueno, Zayn y Summer. Conózcanse — empujó al chico hacia mí y de un abrir y cerrar de ojos había desaparecido con Dylan.

El moreno se sentó en el taburete al lado mío, estaba un poco nerviosa, no sabía que decir y al parecer él tampoco. Entendería si él se quería ir.

— Charlotte me ha hablado mucho de ti — dijo rompiendo el hielo entre nosotros — Es genial conocerte al fin — sonrió mostrando sus perfectos dientes — Zayn Malik— extendió su mano y la acepté. Era un saludo algo formal, pero no importaba porque recién acabamos de conocernos.

— Summer Winston — dije amable — Escucha, te pido perdón anticipadamente ya que cuando estoy ebria tiendo a hacer algunas tonterías. Sabes hace unos meses atrás acabé tan ebria junto a un amigo y nos dio ganas de ir a doblar ropa — carcajeé al recordar aquella fiesta en la que estuve junto a Niall.

— No te preocupes — me guiñó el ojo — Yo hago lo mismo, es inevitable no hacer tonterías.

[.....]

No sé cuántos tragos había tomado, pero me encontraba mucho más ebria de lo que estaba hace algunas horas, había conocido mucho más a Zayn, a penas lo vi pensé que era un chico misterioso y de pocas palabras, pero al hablar con él me di cuenta de que no era así, era una persona muy divertida y sobre todo muy educada.

No pude dejar de pensar en dónde se habían metido Charlotte y Dylan, desaparecieron y no supimos más de ellos, solo espero que se encuentren bien y que también se estén divirtiendo al igual que nosotros.

— ¿Bailamos? — preguntó Zayn levantándose del taburete.

— No creo que sea buena idea — respondí arrastrando las palabras — No soy capaz de ponerme de pie, estoy muy ebria — murmuré con una tonta sonrisa en los labios.

Zayn me miró pensativo por unos segundos, pero luego sonrió de lado, de un segundo a otro me tomó en sus brazos, pataleé para que me suelte y fue imposible. Nos llevó a la pista de baile, justo en el lugar que amaba estar, demasiado cerca de los altavoces. Me soltó y rodeó mi cintura con sus brazos.

— Ahora no creo que sea sencillo regresar — se burló — Baile conmigo señorita Winston.

Feel So Close comenzó a sonar, una risita escapó de mis labios al recordar una escena de The Vampire Diaries con esta canción. Cerré los ojos, me solté del agarre de Zayn y me dejé llevar por la música, me sentía eufórica, estaba disfrutando demasiado este momento. Al abrir los ojos me di cuenta que Zayn me observaba con una gran sonrisa, me acerqué hacia él, lo pude apreciar mucho mejor, el bello color café de sus ojos me hipnotizo. No creía lo que estaba a punto de hacer, pero tenía que tomar algunos riesgos en mi vida.

En los últimos meses me di cuenta de que la palabra vergüenza no existía en mi vocabulario cuando estaba con unos tragos encima, y esto de besar a un chico jamás lo habría hecho estando sobria. No soy de las chicas que besan a alguien apenas lo conoce, eso cambia esta noche.

Lo atraje hacia mí y uní nuestros labios, el chico no se lo esperó, pero acabó siguiéndome el beso. Sentí el sabor del vodka y cigarrillo en sus labios, nos movíamos en sincronía. Mis sentidos se habían alborotado y los latidos de mi corazón habían aumentado, no tenía idea de lo que estaba haciendo, solo sabía que no quería parar.

Beautiful Angel《H.S》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora