41

1K 77 22
                                    

Han pasado dos largas semanas desde lo sucedido con Harry, estoy cansada, desmotivada, sin ganas de continuar con cualquier cosa que se encuentre en mi vida. No estoy bien, no estoy pasando por un lindo momento, parece como si todo lo que hago no valiera, como si todo el empeño que pongo en pequeñas o grandes cosas no sirve, como si el mundo estuviera en mi contra, como si el universo no conspirara a mi favor.

Me duele, me duele que sigan eligiendo a alguien antes que a mí, tengo mucho amor para dar, suelo tener un mal carácter, pero estoy dolida, eso es todo, es fácil catalogar o señalar con un dedo cuando no viviste lo mismo que otra persona.

Sentía que me quedaba estancada en el mismo pozo de siempre, cuando estoy intentando salir alguna piedra cae y junto a ella, yo. No soy feliz, en este momento no. Si lo fui, es magnífico sentirte bien con la vida misma y todo lo que conlleva, pero ahora mismo no.

—Summer — mi mamá entró a mi cuarto sin tocar la puerta — ¿Estás un poco más animada hoy? — preguntó sentándose al lado derecho de mi cama.

Hace unos días decidí contarle a mi madre lo sucedido con Harry, no podía mentirle, ella es como mi mejor amiga, no hay mejor consejera que tu propia madre.

—No — respondí cubriendo mi rostro con las mantas — Necesito unos días más.

—¿Cuántos días más necesitas Summer? — suspiró — El mundo te romperá el corazón de todas las formas imaginables, eso está garantizado y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevo dentro ni la locura que llevan lo demás. La vida nunca es injusta, pero debes afrontar los golpes y seguir adelante y cuando tengas el corazón roto tendrás que volver a construirlo y no solo eso, tendrás que volver a confiar que es la parte más difícil. A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones, debes seguir soñando, ¿sabes por qué? Porque si no te ilusionas, porque si no sueñas, porque si no amas ¿Qué clase de vida estarás viviendo? No se puede vivir con miedo a la vida — acarició mi espalda — La vida es así Summer, te caes, te levantas y te vuelves a caer. Pero si ni siquiera te mueves por temor a caerte, en realidad ya te has hundido — rodeó la cama hasta quedar de mi lado y me quitó las cobijas de encima — Así que te pido de favor que te levantes y enfrentes la vida hija, no puedes quedarte en la cama para siempre.

—Tienes razón — murmuré — Llamaré a mis amigos para salir esta noche, no los he visto hace días. Los extraño.

—Eso es genial, pero hoy vendrá un amigo de la infancia de tu padre y traerá a su hijo, es de tu edad — me miró coqueta — Tal vez puedan charlar y conocerse.

—Eso suena bien, tú ganas — me levanté de la cama — Dejaré mi cueva y saldré nuevamente al mundo — abrí las persianas dejando que la luz entre a mi habitación, hoy hacía un lindo día en la ciudad de Nueva York.

[.....]

El reloj marcaba las siete y media de la noche, en unos minutos llegaría el amigo de mi padre con su hijo, estaba emocionada por conocerlo, espero que nos llevemos bien. Si las cosas salen bien podría presentarlo a mis amigos.

Me miré unas cuentas veces más al espejo, lucía muy bien, llevaba un atuendo sencillo, unos jeans color beige, un buso negro y unos tenis blancos. Me sorprendí cuando mi madre no me obligó a llevar algo formal.

Escuché unas voces desconocidas provenientes del salón, los invitados habían llegado, al salir de mi habitación lo primero que vi fue un chico muy atractivo, me sonrojé al instante. Me acerqué con timidez y saludé a su padre Matthew Sprouse, luego me dirigí al chico, no pude ignorar las miraditas que nos lanzaban nuestros padres.

—Dylan Sprouse— dijo mostrando una gran sonrisa — Tu debes ser Summer, ¿verdad? — extendió su mano y la acepté.

—Summer Winston, un placer — le devolví la sonrisa. Espero que no note mi nerviosismo.

Nuestros padres se dirigieron al comedor dejándonos solos a Dylan y a mí en el salón, lucía muy guapo con esos jeans negros, camiseta azul marino, botas color café y chaqueta de un extraño color verde.

—Perdona si vine un poco informal, tenía pensado en que podíamos ir a comer a otro lugar — rió nervioso — Claro solo si tú quieres, pensé que sería aburrido para ambos escuchar las conversaciones de nuestros padres.

—Eso suena genial — lo apoyé — ¿A dónde tenías planeado ir? — inquirí curiosa

—Tenía pensado ir al McDonald's que queda en Times Square. Queda cerca, es más podemos ir a dar una vuelta por ahí, ¿te parece bien? ¿quieres ir a otro lugar?

El plan de Dylan me parecía genial, le informamos a nuestros padres que cenaríamos a parte y que estaríamos de regreso a las doce en punto. Antes de salir de mi casa eche un vistazo rápido al departamento de Harry, no quería que tengamos un encuentro incómodo.

—¿Está todo bien? — dijo el chico detrás de mí — ¿Quien vive ahí? — me miró con una sonrisita de lado — No me digas que ahí vive tu novio.

—No, nadie importante — murmuré nerviosa saliendo de casa — Vámonos antes de...—

—¿Sum? — dijo aquella voz carrasposa que provocó que mis vellos se pongan de punta — Es genial volverte a ver, no te he visto salir de casa en días, ¿estás bien?

"Solo dolerá mucho por ahora" era lo único que pensaba al estar parada frente a Harry Styles, la situación me estaba provocando ansiedad, mis manos temblaban y sentía nauseas.

Vamos Sum, tu puedes, inhala, respira, respira profundo y exhala.

No tenía el valor de darme la vuelta y verlo a los ojos, me desmoronaría en segundos, miré a Dylan implorando que me ayude a salir de esta incómoda situación, él capto de inmediato mi mensaje y asintió con la cabeza.

—Cariño debemos apresurarnos — dijo agarrando mi cintura y guiándome al ascensor — No queremos llegar tarde a nuestra reservación.

Al pasar junto al rizado pude sentir su mirada clavada en mi acompañante, apuesto a que se encontraba con su típico ceño fruncido.

—Me debes una explicación — susurró el chico junto a mi cuando las puertas del ascensor se cerraron — Eso fue demasiado incómodo, pude sentir la tensión entre ambos. 

Beautiful Angel《H.S》Where stories live. Discover now