Beautiful Angel《H.S》

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La imagen de Charlotte con la camiseta de Harry no abandonaba mi mente, lágrimas volvían a brotar de mis ojos al recordarlo. Necesitaba mantener mi cabeza ocupada, debía alejar todos esos recuerdos.

Entré corriendo a mi habitación, demonios, aunque intentaba dejar de llorar no podía, estaba tan enojada con Harry, tuvo razón cuando dijo que esta vez si iban a haber razones para enfadarme. Pero no estoy enfadada, estoy decepcionada, dolida, muy dolida. Si dijo que me quería, ¿por qué se acostó con Charlotte? ¿Por qué lo hizo?

El reloj marcaba las 4:30am, es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando no puedes dejar de pensar en algo, mi mirada de detuvo en la pequeña caja blanca con un moño que se encontraba en la mesita de noche, me acerqué a ella y la cogí entre mis manos. Era el collar que Harry me había regalado, el corazón negro que tenía grabado en la parte de atrás "Hermoso Ángel", jamás olvidaré las palabras que dijo después de entregármelo.

'Me haces sentir vivo hermoso ángel'
'Quiero que sepas que haría cualquier cosa con tal de verte feliz'

¿Aquellas palabras las había dicho en serio? Por todas sus acciones, me hacía pensar que no, que nada de lo que pasó entre nosotros fue verdad, todo fue una mentira. Él dice que haría cualquier cosa por verme feliz, ¡qué gran mentira!, lo mejor que sabe hacer Harry Styles es, hacerme llorar.

Estoy harta de esta tira y jala con Harry, un día dice que me quiere y al otro hace una estupidez que me hace dudar todo.

El timbre de mi teléfono hizo que mi pequeña burbuja reviente y regrese a la realidad, era un mensaje de Harry.

Harry: Summ, no quiero que estemos enfadados. Las cosas entre tú y yo iban tan bien. No quiero que lo nuestro se arruine por una pelea sin sentido, ¿te parece si mañana paso por tu casa y te invito a desayunar para que hablemos?

Ni siquiera me molesté en responder, era tan descarado al escribirme cuando hace apenas dos horas atrás encontré a Charlotte en su casa.

Para mí, esto terminó. No pensaba derramar una lágrima más por Styles.

A penas dormí unas cuantas horas cuando mi despertador sonó, me encontraría con Liam ya que iríamos a recoger algunos libros de la preparatoria, estaba emocionada porque en unas dos semanas sería mi graduación.

Me vi al espejo, mis ojos parecían dos pelotas de golf de lo hinchados que estaban. Decidí ponerme unas gafas que combinaban con mi atuendo.

Olvide mencionar que hace unos días mi padre me regaló un Mini Copper por mi graduación, no lo había usado, no hasta el día de hoy.

Al salir de casa lo hice en completo silencio, no quería que Harry me escuche e intente hablar conmigo, por ahora no quiero saber nada de él.

Estacioné mi auto frente a la preparatoria, había varios chicos entrando y saliendo, pero entre toda esa multitud pude distinguir una cabellera de rizos castaños, como siempre, llamaba la atención de las chicas por su belleza. Pero aquí lo más importante era, ¿quién le dijo que iba a estar aquí por la mañana? Lo más seguro, fue Liam.

—Aquí vamos — murmuré y salí del auto. Enseguida sentí sus ojos sobre mí al acercarme a la puerta de entrada. Intentó acercarse, pero lo detuve — Ni lo pienses — mascullé e intente entrar, pero me sujeto del brazo impidiéndomelo.

—¿Summer que sucede contigo? — agarró mi mentón y lo levantó para que lo mirará a los ojos — Ignoras mis llamadas, mis mensajes — enarcó una ceja — Sé que estás molesta por lo de Meghan, pero fue una discusión estúpida, sabes que no siento nada por ella — explicó.

¿Me está viendo la cara de tonta? Al parecer está evitando el tema de que anoche vi a Charlotte en su casa, con su camiseta puesta y su cabello todo enmarañado.

—Meghan es lo menos importante aquí — mascullé con rabia — ¡Tú! Me ves la cara de...—

—No puedo creer que ese galán este con Winston — rieron un grupo de chicas detrás de nosotros.

—Es mucho para ella — opinó otra chica mientras carcajeaba — Tal vez esta con ella por lástima.

Harry al escuchar esos comentarios desvió su mirada de mí y la dirigió al grupo de chicas que se encontraban detrás nuestro. Las quedó viendo con enojo un buen rato y volvió a dirigir su mirada hacia mí.

—Crees que soy una tonta — lo empujé haciéndolo retroceder unos pasos — Tú crees que puedes jugar conmigo e irte con otras chicas cuando ya te aburriste de estar con la ingenua e inocente de Summer Winston— lo volví a empujar, no iba a llorar, estaba furiosa.

—¿De qué demonios estás hablando? — me miró con confusión — Estas completamente equivocada, ¿no te entra a la cabeza que la única persona que me importa eres tú? Prefieres creer en lo que te dicen las demás personas sobre mí — levantó sus lentes de sol y me miró con el ceño fruncido.

—No hace falta que las personas me hablen sobre ti Harry — me crucé de brazos — No hace falta cuando yo misma lo puedo ver con mis propios ojos. Anoche fue a tu apartamento para solucionar las cosas — solté

La expresión en su rostro no tenía comparación, sus labios entreabiertos, sus ojos abiertos como platos y su tez pálida. No se esperó a que diga eso.

—No puede ser — cubrió sus ojos con ambas manos — Summer yo puedo explicarlo — intentó coger mis manos y lo aparté — Por favor— rogó.

—¿Las cosas siempre van a ser así cuando discutamos? — dije con un hilo de voz — ¿Irás corriendo a acostarte con otra chica cuando las cosas entre nosotros vayan mal? — lo miré con decepción — ¿Y si te pones en mi lugar y sientes todo el dolor que me causas? — mordí mucho labio.

Era consciente de que mucha gente nos estaba viendo, pero no me importaba. No me importaba en absoluto.

—Summer pero podemos solucionarlo — plantó un beso desesperado en mis labios — Podemos arreglar lo nuestro. Nosotros podemos seguir adelante

—¿Nosotros? — reí — Harry, nunca hubo un nosotros. Tenemos que ser realistas y admitir que lo que tuvimos solo fue algo para pasar el tiempo — lo mire sin expresión alguna.

—Pero yo te necesito — insistió — Te dije todo lo que sentía y aun así te vas a ir.

—No digas que me necesitas — me alejé de él — Tienes que entender que la vida no da segundas oportunidades, y mucho menos yo — le di la espalda y entre a la preparatoria ignorando los susurros de las personas que estaban a mi alrededor.

Las únicas palabras que escuché fueron las últimas que dijo Harry.

—Maldita sea, la perdí.

Pues creo que esta vez fue así, ¿este fue un adiós definitivo? No lo creo, tal vez solo un hasta luego. Ambos necesitamos tiempo para aclarar nuestra mente y saber si en verdad queremos estar con el otro.