Beyond the cameras / Más allá de las cámaras

Capítulo 4 - ¿Amigos?

Jungkook estaba esperando a que Tae se despertara, acostado en su cama jugando con su celular. Ya había decidido que hablaría con él para mermar la tensión entre ambos. Ninguno tuvo culpa y no valía la pena que por cuenta de aquel imbécil su relación, si es que así se le puede decir, se deteriorara. Eran parte de un grupo y quisieran o no iban a tener que pasar la mayor parte del tiempo juntos, ya fuera trabajando o conviviendo en el dormitorio. El grupo pasaba el 90% de su tiempo juntos así que no tenía sentido alargar más esa charla que tenía que haber ocurrido tiempo atrás.

Se sentía ansioso, le hubiera gustado despertarlo con la mirada, pero en cambio siguió esperando a que abriera los ojos un tanto nervioso.

No fue hasta alrededor de las 10:00 de la mañana cuando Taehyung despertó, quien sin mucho tiempo que perder se apresuró a alistarse, luego de salir del baño Kook entraba en la habitación.

- ¡Hola! ¡Buenos días! - Saludó Jungkook a Tae mientras entraba.

- ¡Oh, B-buenos días! - Le contestó Tae algo intranquilo.

- ¿Crees que tengas un momento para hablar? - Kook se había sentado en una de las sillas que rodeaban la mesa de su habitación.

La verdad era que Tae había estado esquivando ese momento. Sabía que tarde o temprano tendría que suceder pero le asustaba hablar del tema. El podía sentir que ese iba a ser su tema de conversación. Ellos apenas habían cruzado miradas desde aquel día, no habían vuelto hablarse por lo que esa circunstancia era incómoda y algo rara.

- Sí claro. ¿Deseas ir afuera? - Le preguntó.

- No, aquí está bien, no me apetece salir con esta lluvia.- Con su dedo señaló a la ventana para mostrar que estaba lloviendo.

- Ah, está lloviendo, cierto. - Se sintió algo tonto al percatarse de su torpeza.

Un incómodo silencio inundó el sitio. Ambos miraban al piso, por la ventana, al otro, a la nada, en fin, no lograron sostener la mirada haciendo todo más extraño para ambos hasta que finalmente Kook decidió hablar.

- Sé que es raro que los dos estemos aquí, sentados en este momento para hablar. - Hizo una breve pausa antes de proseguir. - Antes que nada me gustaría aclarar que no estoy enfadado contigo, tú y yo somos las víctimas en este crucigrama. No quiero saber detalles de su relación tampoco, aún no estoy preparado para eso y la verdad creo que tampoco lo estaré, ya que no me interesa profundizar en el tema. Lo cierto es que todo eso ya quedó en el pasado, el pasado no tiene regreso y es mejor dejarlo ahí, todo esto se trata solamente de ti y de mí. Nosotros somos los que tenemos que convivir todo el tiempo y es hora de limar las asperezas por el bien del grupo y el nuestro propio. Así que si aceptas me gustaría que dejáramos todo atrás y que nos conociéramos más. Somos compañeros de cuarto y a la vez los que menos se conocen.

Tae está un poco sorprendido y a la vez maravillado con el aplomo con que él le hablaba. Todas las palabras salían una tras otra con gran elocuencia y seguridad. Si él hubiera durado tres años con su pareja aún estuviera llorando y sin poder hablar, menos con la persona con la que su pareja le engañaba.

- Yo, yo estaba avergonzado por lo ocurrido por eso no sabía cómo acercarme a ti. No sabía tampoco cómo reaccionarías si lo hubiera hecho, por lo que te hice. Tampoco quería que los chicos se enteraran de lo aconteció y evitar que se propagara todo, ya que Kai es nuestro sunbae en la agencia, podría traer más problemas internos. - Decía Tae con una voz casi inaudible.

- Entiendo, pero no tienes que preocuparte, esto queda entre nosotros solamente. Por mi parte nadie se enterará y Kai cuida demasiado su apariencia como para decir algo que lo deje mal parado a la vista de todos y si tú no hablas no hay forma de que se sepa o filtre. Así que este tema está zanjado hoy aquí, queda muerto y enterrado.