Todos sabemos que lo que muestran las cámaras no siempre es la verdad y a veces la realidad supera a la ficción. Esta es la historia de un grupo chicos aparentemente perfectos a los ojos del mundo pero llenos de problemas en la realidad. ¿Qué ocurre...
Dos cuerpos enredados como Bunganvilla se encontraban inmersos en un total frenesí compartiendo besos, sonrisas y caricias de forma interminable. Ya Taehyung había olvidado su vergüenza de minutos antes, su novio se había encargado de relajarlo a la perfección.
— Novio... — Suspiraba Tae mientras mordía y era mordido por Jungkook.
— ¿Qué sucede novio? — Ambos rieron como niños.
— Me encanta escuchar esa palabra de tu boca y en estos momentos es el mejor de los afrodisíacos. — Murmuraba Tae.
— ¿Estás seguro que es solamente eso? — Agarró fuertemente sus nalgas y se las separó. — ¿O mis manos y mis besos? — Tae no contestó y se limitó a sentir como aquellas manos se apoderaban de su alma. — Ahora me toca a mí devolverte lo que me diste.
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Jungkook colocó a Taehyung en la cama boca arriba para proceder a recorrer su cuerpo. Sus rostros estaban encontrados, Kook estaba ensimismado con la belleza que esparcía su novio en esos momentos, despeinado, sin maquillaje, con sus ojos como pomelos abiertos, sus labios que pasaron de un tono rosáceo a un fuerte rojo, tanto como si lo hubiera pintado, con su respiración agitada y mirándolo con tanto cariño. Deseaba poder mirar ese rostro toda su vida.
Con su mano derecha sostuvo sus mejillas mientras que plantaba un beso en sus labios, un beso atrevido y sin timidez. Mordisqueó levemente ambos labios pasándole después la lengua para contrarrestar la sensación.
— Abre la boca para mí y saca tu lengua. — Tae obedeció al instante y sacó su lengua que fue devorada y succionada con desenfreno.
Kook abandonó aquella boca a regañadientes y se dirigió a su cuello, besándolo con cuidado de no dejar marcas visibles en la piel sensible de su pareja. Con la cara inferior de su lengua fue descendiendo hasta llegar a sus pezones, comenzando por el izquierdo dio una pequeña mordida para pasar después la punta de su lengua y dejar salir su aliento sobre él haciendo que se endureciera al máximo, continuando así con la caricia de su lengua por toda al aureola para luego pasar al pezón derecho y repetir la misma acción.
Prosiguió descendiendo llenando todo su torso de mordidas y besos hasta llegar a su ingle donde con cada mordida hacía que Tae alzara sus caderas. Tomó su miembro erecto en su mano derecha para comenzar a besarlo desde la base hasta llegar al glande que bordeó con su lengua y sin retirarla bajó hasta sus dídimos para comenzar a succionarlos.
Tae gemía bajo con sus ojos cerrados disfrutando lo que le estaban ofreciendo. Cuando menos lo pensó, sintió su falo siendo devorado sin piedad. Jungkook movía su cabeza arriba y abajo acompañando a su lengua que no dejaba de moverse de forma inquieta cuando las manos de Tae lo presionaron hasta abajo. Sin mover su cabeza lo apretó son sus labios que cubrían sus dientes mientras Tae se movía por sí solo con su cuerpo tensado.
— ¡Dios! — Gritó Taehyung. — Kook me voy a correr.
Jungkook sacó su cabeza de golpe besando cada lado de su ingle.
