Capítulo 56 - Velorio

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Hay un dicho que dice, cuando piensas que tu vida no puede ir peor, ella misma te recuerda que no hay límites para ella, te demuestra que siempre hay algo que puede ir o ser peor. Para Jungkook en esos momentos cuando se dio cuenta que había perdido nuevamente a su esposo pensó justamente que no había nada peor pero definitivamente se había equivocado.

— Bueno... — Respondió desganado, no tenía deseos de hablar con nadies en esos momentos y por un instante había olvidado que su padre se dirigía a su penthouse para hablar con él, seguramente esa llamada de su asistente significab que se tenía que preparar para su regaño, cosa que no deseaba escuchar. — ¿Qué desea señor Kim? — Preguntó con sus ojos cerrados y sus dedos acariciando el tabique, estaba preparado para que le pasara el teléfono a su padre, sí, él odiaba que no le hiciera caso pero solamente podía pensar en sus problemas con Tae en esos momentos.

Se hizo un silencio algo incómodo en la llamada, uno que casi hace que Jungkook colgara pensando que había algún problema de comunicación. Separó su móvil de la oreja cuando sintió la voz del asistente de su padre.

— Señorito Jeon... — Asintió sintiendo como la voz del hombre se rajó. — Su padre... Ha tenido un accidente, — un leve silencio volvió a reinar, — él ha fallecido instantáneamente. No se pudo hacer nada para salvarlo.

Era difícil procesar las palabras que acababa de escuchar, su cuerpo automáticamente se sentó en el sofá pero no porque su cerebro lo ordenara. Eso tenía que ser una broma para torturarlo por no responder a su llamada, tenía que ser eso porque hacía menos de dos horas que lo había escuchado, él había pedido verlo pero él... Él estaba persiguiendo a Tae como un loco mientras su padre se dirigía a verlo.

— Quería decirte y mostrarte algo que le había entregado el detective que trabajaba para él por lo que tomó el auto sin siquiera avisarme y salió a encontrarte, estaba preocupado pero aún no sé la razón. — Decía el señor Kim conteniendo sus ganas de llorar, admiraba al señor Jeon no era solamente su jefe, había sido también un gran amigo.

— ¿Cómo está mi madre? ¿Dónde está?

— Está en la morgue pero cuando alguien de la familia autorice podremos llevarlo hacia la funeraria. Su madre no ha podido ocuparse de ello y yo no tengo la potestad para de-

— Yo iré inmediatamente para allá, no deje que mi mamá lo vea en ese estado, que lo vea cuando lo lleven al... — Su voz se cortó...

No podía creer que estuviera organizando los detalles para el velorio de su padre cuando ni siquiera había procesado la noticia de su muerte. Las lágrimas que hasta el momento no habían salido amenazaron con salir pero n un suspiro profundo las contuvo, eso parecían tan irreal, que aún no lo podía creer.

— Señor Jeon...

— Haremos una pequeña ceremonia dentro de la familia, no quiero medios al rededor, usted decidirá después que todo ocurra como se dará la nota. No quiero que exhiban su cuerpo en ese estado solamente cuando lo entreguen nosotros podremos ver el féretro. Con respecto al kobok... — Sus los se cerraron con fuerza. — Hable de eso con mi madre por lo demás encárguese de los pormenores en lo que yo voy a reclamar su cuerpo, no permita por favor que mi madre...

— No se preocupe, la cuidaré hasta que llegue.

...

Reclamó el cuerpo de su padre, sin embargo a penas pudo mirarlo sin sentirse culpable. Si el hubiera atendido su llamada, si tan solo le hubiera dado la atención que merecía, si hubiera ido a su casa para no hacerlo conducir hacia él, si... Si tan solo...

Ese había sido el hombre que le había dado la vida, distante en su infancia ocupado y centrado en sus negocios pero un hombre que lo amaba, aunque en su adolescencia el pensara lo contrario y se distanciara de él. Siempre estuvo ahí para él cuando lo necesitó en cambio como hijo no pudo hacer lo mismo cuando su padre lo necesitaba él... No estaba ahí.

Beyond the cameras / Más allá de las cámarasМесто, где живут истории. Откройте их для себя