Plan

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Dejo de advertir la presencia de Nixie.

No puedo estar absolutamente seguro de que se ha ido, pero algo dentro de mí me confiesa que estoy solo. No sé si es una habilidad que se manifiesta cuando la figura oculta de alguien se aproxima, entonces comienzo a intuir su cercanía de una manera clara y evidente.

De acuerdo, no me enredo más, declaro que he vuelto a mi soledad.

En definitiva, he aprendido demasiado de las lecciones de Nixie, aunque ella sutilmente evitó darme muchos detalles. No la culpo, sospecho que Maurielle no quiere que lo sepa todo, prefiere que descubra por mí mismo lo más importante.

Pero, a pesar de ello, he sabido aprovechar los limitados conocimientos que me brindó la pequeña ángel mensajera.

Me explicó lo que son las notas naturales y las notas con sostenidos, fue una exposición magistral de música que, si no tuviese otro asunto que atender, habría querido que se prolongue indefinidamente. Nixie es una buena maestra, es muy extraño que solo se desempeñe como mensajera de los ángeles, debería montar un colegio e impartir clases de música. Quizá se lo sugiera después, aunque no creo que le interese.

Me enseñó a tocar algunas notas, sin embargo, usó una función de mi trompeta que desconocía para evitar que las notas produjeran algún hechizo, de forma que pude tocarlos sin preocuparme de las consecuencias. Cada vez que ella tocaba una nota me pedía que lo intentase, y yo, tímidamente tenía que reproducirla tal como lo había hecho. Esa parte práctica fue lo más difícil, aunque finalizó rápido, me felicitó por mi asombrosa capacidad de retención para aprender. Creo que solo se mostraba amable conmigo.

No sé si ya puedo afirmar que sé tocar la trompeta, quizá saber cómo tocar algunas notas no signifique haber aprendido a interpretar una melodía, pero una pizca sé. Sin embargo, ella no me dijo qué hechizo producía cada una de las notas, solo me dio a entender su ejecución, qué combinación de pistones debo presionar para originarlas y qué nivel de aire debo aplicar.

Específicamente, me enseñó cinco notas naturales, y tres notas con sostenidos, antes de darme algunos consejos y echarse a volar.

Bien, sé que, a pesar de su amabilidad y talento para instruir, no me ha dicho todo. A partir de este básico conocimiento debo planear mi estrategia. Seguro eso es lo que desea Maurielle, está probando hasta qué punto puedo ingeniármelas para cumplir mi castigo.

Trataré de sorprenderla... o de sacarle una sonrisa, si las cosas me salen mal.

Extraigo del anillo dimensional las gafas de cristal y uno de los libros, el que posee el título: Fundamentos de la magia angélica.

Lo manejo con cuidado de no deshojar ni maltratar las páginas, es un libro muy antiguo y grande, me pregunto quién habrá sido su anterior propietario.

En la portada se designa que el autor es anónimo, aunque tiene un breve texto de agradecimiento:

"A Arterisc, quien me enseñó que la magia oculta una gran belleza, reservada solo para las mentes lúcidas".

La siguiente página es el índice, el contenido del libro se describe en una columna de títulos y subtítulos. Los leo, pero llega un momento en que dejo de distinguir lo que dicen, como si estuviesen bloqueados y no se puedan descifrar con las gafas de cristal. No entiendo por qué sucede este fenómeno, quizá es una forma de limitar aquello que me está permitido saber.

No importa, leeré los que puedo ver.

El primer capítulo es introductorio, trata sobre conceptos básicos y disposiciones para empezar a usar magia, se extiende alrededor de cien páginas. En verdad, no tengo tiempo para estudiarlos ahora, así que pasaré; no es que sea un alumno irresponsable, mi situación es delicada, puedo morir.

Arcángel de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora