Cap. 8| "Ojos para una chica"

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Narra Amelia

-¿Cómo estuvo el almuerzo con tu novio? -preguntó Arizona cuando el día avanzaba en Nueva York luego del almuerzo con mamá y Derek.
-No lo llames así -dije mientras observaba el atardecer desde el corredor del pasillo principal de la universidad, que estaba más concurrido que nunca porque ese mismo día se jugaría el partido más importante.
-Pero fue tu novio por unas horas -rió- no podré quitarlo de mi cabeza.
La miré y rodeé mis ojos.
-¿Por qué luces tan irritante? ¿tan mal salió todo? -insistió.
-Salió perfecto y creo que eso me preocupa -dije observando mis manos.
-¿Te preocupa tener que seguir extendiendo esa mentira?
Entrelacé mis manos entre sí y suspiré luego de sentir que estaban congeladas, luego por alguna maldita razón, pensé en lo calientes que habían estado horas antes cuando Owen había fingido caricias en ellas y las acobijaba entre sus manos también.
-No sé qué me preocupa -dije riendo nerviosa.
-¿Quieres que te diga lo que pienso? -preguntó.
-No -respondí al instante.
-Bueno, pero allí tienes la primera pista de lo que pasa por mi cabeza en este momento -Arizona señaló con su dedo índice hacía unos pocos metros de nosotras.
Levanté mi mirada y allí lo vi. Owen. Estaba con su hermana Megan y Jackson, los tres conversaban y parecían muy entretenidos por cómo reían.
Me detuve en sus sonrisas amplias y en los pequeños oyuelos que se le hacían. Luego me detuve en sus dientes blancos como la nieve y finalmente un cosquilleo invadió mi estómago cuando observé sus rosados labios y la manera en la que inconscientemente pasaba su lengua por sobre ellos.
-No empieces, Ari -dije saliendo de mis estremecimientos y mirándola.
-No he dicho nada -rió y observó hacía más allá- oh, justo está mirando hacía aquí.
-¡No lo saludes! -le advertí.
Pero ya era demasiado tarde. Arizona estaba levantando su mano con una sonrisa enorme y le indicaba que viniera hacía nosotras.
La miré abriendo mis ojos más que nunca y la maldecí mentalmente pero pronto me detuve, porque una voz ronca me sacudió los pensamientos:
-Hey -dijo y volteé a verlo.
Ese día Owen estaba más pelirrojo que nunca y por algún motivo eso me enloquecía, me maravillaba.
Sonreí con vergüenza y traté de no mirarlo a los ojos.
-¿Irás al juego? -le preguntó Arizona.
-¿Lions contra Tigers? -rió- no.
-¿No irás? -se horrorizó la rubia- al menos dime que irás a la fiesta que nuestra fraternidad organizará.
-¿Hacen una fiesta luego del juego? ¿y cómo saben que ganarán? -preguntó mordiendo su labio y observaba a la rubia.
-No lo saben. Pero lo divertido es saber que habrá fiesta de todas maneras -respondí e hice que me mirara.
Sonrió y sacudió su cabeza.
-Y hay dos motivos válidos para que los jugadores se emborrachen -rió Arizona- si ganan, o si pierden.
-Todavía me cuesta entenderlos -rió- sigo siendo demasiado escocés como para esas cosas.
-Será divertido -le insistió Arizona- ¡ven con nosotras!
La miré sorprendida por haber tomado esa decisión sin consultarme.
-Oh, no -respondió- es una salida entre ustedes y yo no quiero estar ahí como un agregado.
-¡No estarás como un agregado! -rió Robbins- la pasaremos estupendo ¿no, Amelia?
Sonreí aún en shock. No podía decirle frente a él que nunca habíamos acordado eso, no quería ser descortés.
-¡Sí! claro -fingí entusiasmo.
-¿Seguras? -preguntó Owen observándome.
-Debes dejar de ser tan escocés -dije sonriendo y mirándolo a los ojos por algunos segundos- será divertido.
El pelirrojo volvió a sonreír y asintió.
-Bueno. Confío en ustedes -respondió y mordió su labio para luego observar a Arizona.
¿Por qué hacía eso todo el tiempo? ¿no le bastaba con enloquecerme solamente con su sonrisa?

Narra Owen

-¿Cómo debería vestirme para una fiesta? -pregunté cuando Jackson estaba a punto de irse al estadio para ver el juego.
-Depende -rió- ¿vas a conquistarla?
-¿Conquistar a quién? -respondí.
-A Amelia -sonrió.
-Jackson, no -dije serio y avergonzado.
-Owen, sé que alguna vez te dije que Amelia y yo nos besamos -respondió poniéndose serio- pero no significó nada para ninguno. Y quisiera que pudieras confiar en mí, puedo notar que te gusta, quiero ayudarte.
-¿No... no significó nada? -pregunté.
-Absolutamente nada. Y si hubiera sabido que te conocería no la habría besado -sonrió.
-Debo confesar que solamente iré a esa tonta fiesta de fraternidad solo por ella -dije.
Jackson sonrió.
-Vas a conquistarla, Owen. Estoy seguro de eso.
-Ahora dime cómo debo vestirme. No había fiestas así en Escocia -reí.
-No debes ir demasiado elegante. Recuerda que casi todos irán vestidos con la ropa que usarán para alentar a los Lions en el juego -sugirió.
-¿Irás así? -bromeé señalando su buzo que tenía el logo de la fraternidad.
-Por supuesto que sí -sonrió- pero ya he ido a estas fiestas antes y sé que Amelia no va vestida de esta manera. Deberías acoplarte a su estilo.
-¿Y cuál es su estilo? -pregunté.
-¿No lo has notado aún? -rió- no te hagas el desentendido.
Suspiré y reí.
-El estilo de Amelia es clásico, dulce y delicado. Pero a la vez, es un poco salvaje e impone presencia -dije.
-Wow, la has examinado más de lo que suponía -rió- muy bien, usa unos jeans que te sean cómodos y esa remera mangas largas negra que se ajusta perfectamente a tu cuerpo.
-¿Zapatillas o zapatos? -pregunté.
-Zapatillas, no te peines demasiado y bastante colonia.
Sonreí agradecido y asentí con mi cabeza.
-Sé espontáneo y deja un poco tus costumbres conservadoras -sugirió.
-De acuerdo -reí.
-Debo irme ya. A algunos fanáticos no nos gusta llegar tarde al juego -palmeó mi hombro- nos vemos en la fiesta, y si necesitas algo solo búscame.
-Espero los Lions ganen -me encogí de hombros.
-Ganen o no, habrá una fiesta y tú terminarás la noche besando a Amelia -respondió.
-Amelia no es un premio -lo corregí.
-Okay, okay -revoleó sus ojos- al menos lograrás tenerla completamente enamorada y enloquecida para el final de la noche.
Se fue dejándome solo con mis pensamientos. Tomé la ropa que usaría y me senté en la cama observando las prendas entre mis manos.
Sentí nervios y solo podía pensar en Amelia. Estaba jodidamente en aprietos por estar enamorándome de la chica más solicitada de la universidad que por cierto no era ni un cincuenta por ciento similar a mí.

➶ I met you at the university ➴ | OmeliaWhere stories live. Discover now