➶ I met you at the university ➴ | Omelia

Cap.17| "La Margarita"

Narra Amelia

Desperté sintiendo movimientos a mi alrededor. Refregué mis ojos porque la luz del sol que entraba por la ventana me impedía ver.
La silueta de Owen apareció frente a mí, estaba concentrado poniéndose la chaqueta que llevaba puesta la noche anterior. Los rayos de sol relucían aún más su cabello pelirrojo.
-¿Te vas? -pregunté con mi voz ronca de dormir.
Volteó a verme y sonrió.
-Hey -susurró y se sentó en el borde de mi cama- has despertado.
-¿Qué hora es? -pregunté mirando la ventana.
-10AM -respondió.
-¿Ibas a irte? -pregunté otra vez.
-Creo que debería irme para que puedas estar a solas con tu familia -me dijo con una sonrisa dulce.
-Pero a mi familia de seguro no le molestas -respondí preocupada, no quería que se fuera.
-Ya lo sé, pero quiero darles el espacio -dijo- Arizona también debe querer estar a solas contigo.
Lo miré poco convencida y no respondí. No respondí porque realmente lo único que quería decirle era que no quería que se fuera de mi lado, que lo necesitaba y era la mejor persona con la que podría estar, no respondí porque todavía seguía siendo un poco obstinada e insegura de mí y todo lo que tenía para dar.
-Iré al campus, me daré una ducha, ordenaré un poco el desorden que he dejado y me aseguraré de informarle a Jackson y Megan sobre ti, se han preocupado y tengo muchos mensajes de ellos preguntando por cómo estás -Owen sonrió.
-Diles que estoy muy agradecida, principalmente con Megan que sin saber nada respetó mi pedido -dije con vergüenza.
Owen asintió y se inclinó hacía mí, dirigió sus labios a una de mis mejillas y me depositó un beso suave y extenso. Sonreí y llevé mis manos a sus mejillas.
Me penetró con su dulce mirada y sonrió.
-Pero volveré -agregó y besó mi frente- volveré aquí en menos de lo que crees.

Narra Owen

Tomé un taxi hasta el campus y me sentí vacío porque mis brazos ya extrañaban a Amelia.
Había pasado toda la noche durmiendo con ella, si es que a eso se le dice dormir... porque me la pasé despertándome cada media hora para observarla.
No quería alejarme de su lado, pero sabía que su familia necesitaba estar con ella y consolarla, yo no era nada más y nada menos que un desconocido que había fingido ser su novio.
Me bajé del taxi y comencé a emprender el camino a mi cuarto. Todos posaban su mirada en mí, porque el incidente entre Lucas y Amelia era una novedad y un chisme. No solo sabían que Lucas era una mierda y un pervertido, sino que también sabían que yo fui quien corrió en rescate de ella porque estaba perdidamente enamorado. Lo poco que habíamos tenido con Amelia, y que habíamos decidido hacerlo secreto, ya no era un secreto.
Puse las llaves en mi cerradura y me dispuse a entrar. Lo primero que vi fue a Megan y Jackson bebiendo café en la cama.
-¿Por qué no me sorprende lo que veo? -pregunté riendo y cerré la puerta.
-Hey -dijo Megan y rió- estamos en la misma cama, pero no estamos desnudos.
-Gracias al cielo -sonreí y me quité mi chaqueta arrojándola en la cama.
-¿Cómo estás? ¿cómo está Amelia? -preguntó Jackson.
-Amelia está bien -sonreí y me senté en la cama enfrentado a la cama de Jackson.
-Qué bueno -Megan suspiró aliviada.
-Ella está agradecida con ustedes. Pero principalmente contigo Meg -le dije y ella sonrió.
-Me alegra haber podido ayudar, debe haber sido horrible todo -me respondió.
-¿Y cómo están las cosas entre ustedes? -preguntó Jackson.
-No lo sé -reí nervioso.
-Pero pasaste la noche con ella -dijo Megan sin entender.
-Sí, pero lo hice porque necesita apoyo, está un poco asustada. Yo no sé que quiere ella, y tal vez toda esta sensibilidad puede confundirla aún más, no voy a presionarla, tiempo al tiempo -dije con seriedad.
-Pero amigo, si hablas así entonces déjame decirte que ya la tienes comiendo de la palma de tu mano. Owen la amas -rió Jackson.
-Sí, la amo -dije y me levanté de la cama avergonzado- he venido a ducharme ¿te molesta si lo hago Megan? -reí.
-Solo sal con boxers, no quiero ver tu pene -rió mi hermana.

Narra Amelia

Me di un baño caliente y me puse ropa cómoda y suelta para estar en la casa.
Bajé por las escaleras y escuché las voces de mamá, Derek y Arizona en el comedor, donde posiblemente estaban desayunando. Me sentía un poco avergonzada de verlos porque habían tenido que rescatarme de una situación desastrosa, y en cuanto a mamá, me avergonzaba saber que se había enterado todo tan de sorpresa.
-Hola -dije con timidez y los tres voltearon a verme.
Todos sonrieron y me acogieron con su simpatía. Me senté junto a mamá y ella se acercó y besó mi mejilla.
-¿Dormiste bien? -preguntó mientras acariciaba mi cabello.
-Sí, bien -sonreí.
-Acompañada -Arizona me guiñó un ojo y reí nerviosa.
Miré a mamá y a Derek para ver sus reacciones a ese comentario pero ellos se mantuvieron en silencio.
-Lamento todo esto que han tenido que vivir por mi culpa -les dije.
-No lo lamentes, a nosotros no nos importa nada más que tu seguridad -sonrió Derek.
-Y si tu seguridad significa que Owen tenga que pasar la noche lo aceptamos -dijo mamá.
-Owen y yo...-intenté decir.
-No necesitas dar explicaciones hija, tómate las cosas con calma, has sufrido mucho estos días -insistió mamá y me rodeó con su vaso.
-¿Quieres café? -me preguntó Arizona.
-Por favor -le sonreí.
Me extendió la taza y chocamos nuestras manos, la miré y su mirada dulce me hizo reír.
-Gracias por todo Ari -le confesé.
-Eres mi mejor amiga Amy -rió- volvería a hacerlo, pero le rompería sus huevos a Lucas.
-¡Arizona! -abrí mis ojos horrorizada porque estaba mamá escuchando la conversación.
La rubia la observó y se tornó roja de vergüenza, mamá en cambio, rió.
-Amy después hablaremos de como sigue todo con Lucas -me informó Derek y asentí con un poco de miedo.
-Y les pediría que me informen a mi también -dijo mamá.
Derek y yo la miramos avergonzados.
-Lamento no haberte dicho nada, no quería preocuparte -respondí.
-Eres mi hija, por mucho que me preocupe necesito saberlo, se trata de tu vida y me interesa cuidarte -dijo sonriendo apenada.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí, bebí mi café para intentar no quebrarme.