Cap. 12| "Besos, Lucas y los vídeos"

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Narra Owen

A mitad de la madrugada, con el regreso de Arizona al cuarto de Amelia, volví a mi cuarto.
Y allí estaba: 8 AM, con demasiadas ganas de dormir pero sin poder hacerlo porque tenía que ir a clases. Aunque, si lo analizaba bien, sabía que Amelia valía la pena y ese cansancio que tenía era porque había pasado una cita hermosa con ella.
Me senté en la cama a mirar un punto fijo mientras esperaba a que fuera la hora de clases y Jackson salió del baño, me observó.
-¿Estás bien? -preguntó preocupado.
-Dormí mal, y he bebido un poco ayer, no estoy acostumbrado a beber -le respondí sin mirarlo a los ojos.
-Tengo algo para la resaca, puede ayudarte -sugirió- ¿quieres?
-No, gracias. Estaré bien -sonreí.
Ambos teníamos vergüenza de hablarnos luego de lo de Megan, confieso que si no hubiese sido por Amelia, tal vez yo lo bubiese matado.
-Okay, te dejaré solo, sé que no quieres verme -respondió.
-Espera -respondí y volteó- quiero decirte algo.
-Owen -suspiró- no quiero más amenazas, ya está, ya me he alejado de Megan.
-Jackson no voy a decirte eso, escúchame -intenté decir.
-Sé que crees que soy un fornicador y tal vez la dejaré tirada o algo así, pero te equivocas -insistió- Megan es especial, y no, no sé si me gusta, o si la amo, pero es especial.
-Jackson -reí y me miró confundido.
-¿Qué ibas a decirme? -preguntó.
-Si me dejaras hablar... -reí.
Se sentó en la cama de enfrente e hizo silencio.
-Amelia me ha abierto un poco la cabeza -respondí avergonzado- y he sido un poco extremista contigo y con mi hermana.
-Lo has sido -bromeó- pero supongo que te entiendo.
-Megan necesita experimentar cosas buenas, todos lo necesitamos, y para experimentar es necesario sentir lo que sea necesario. Vengo con la cultura escocesa un poco antigua y formal, aún no puedo procesar que mi hermana menor es una mujer adulta y sin embargo estoy saliendo con alguien que tiene su misma edad -ambos reímos.
-Ambos caímos en la trampa, hermano -rió Jackson.
-Lo que quiero decir es que puedes tener lo que sea con mi hermana incluso si tal vez no funciona, no soy yo quien debe decidir y no me permitiré privarlos de tal vez algo mágico.
-Wow, ¿Amelia Shepherd ha metido esas maravillosas ideas en tu cabeza? -sonrió.
-Solo... no la lastimes -intenté decir- no la hagas sufrir. Que sea o que no sea, Megan es tan sensible como yo solo que finge no serlo, y sé que tal vez andar a las vueltas va a ponerla muy mal.
Avery asintió con vergüenza.
-Yo no soy quien para evitar que estés con ella. Tienes mi visto bueno, Jackson, ve tras mi hermana si así lo quieres -dije sonriendo.
Se avalanzó sobre mí y me abrazó. Me sorprendí y reí, pero también lo abracé.
-En todo este tiempo te convertiste en un hermano para ti -confesó- eres el mejor compañero de cuarto.
-Eres asombroso, hermano -lo abracé aún más.

Narra Amelia

-Bebe esto -me dijo Arizona- te hará bien.
-No puede ser que me haya puesto ebria -dije tomando el vaso que me extendía.
-Bueno, si quieres verle el lado positivo, Owen estuvo a tu lado y seguramente evitó que hagas el ridículo -rió la rubia.
-Hice el ridículo de todas maneras -dije cerrando mis ojos lamentando.
-¿Por qué? -preguntó y se sentó en la cama a mi lado.
-Porque estaba ebria y mis hormonas estaban por los aires. Lo traje a mi cuarto con la intención de tener sexo con él -mordí mi labio- comencé a quitarme la camisa frente a él, Arizona, estaba entregada.
-Bueno, pero nada pasó -sonrió la rubia- Owen lo entenderá.
-Entenderá que soy una sexópata y que lo único que quiero es sexo -dije apenada- Arizona casi que me puse de rodillas para pedirle que me desnudara.
-Amelia -rió Arizona- eres terrible.
-Lo peor de todo, es que fue él quien me terminó desnudando y poniéndome la pijama -dije muerta de vergüenza y dolor de cabeza- como si fuera un bebé.
-Bueno, lo eres -rió otra vez- eres menor que él y menor que yo, a veces te veo como una hermanita.
La miré y fruncí el ceño.
-Tengo que disculparme con él -me lamenté- le he dicho muchas cosas.
-¿Amelia qué le dijiste? -preguntó.
-¡Le dije que me encantaba estar con él, que me gustaba mucho!
-Bueno, al menos ahora lo sabe -guiñó un ojo- tu inconsciente se manifestó -rió.
-Iré a clases y luego me aseguraré de disculparme con él -me levanté de la cama y tomé mi mochila.
-Tráelo aquí, tal vez puedas hacer que te desnude -me guiñó un ojo.
-No quiero que me desnude -dije enojada.
Me dirigí a clases y el sol parecía quemar mi vista, definitivamente era más resaca que humano, y eso apestaba. Quería encontrar al pelirrojo lo antes posible para disculparme y al mismo tiempo, no quería ni verlo de la vergüenza que sentía.
Entré a la sala y lo vi sentado en un banco con uno de nuestros compañeros. Conversaba y sonreía, sonreía tan lindo que pensé que volvería a emborracharme pero esa vez de amor.
Pasé junto a él y me senté unos bancos por detrás, sola. Dejé mis libros y me acomodé en la silla casi como para dormir, la resaca me estaba torturando.
Owen me notó, notó mi presencia, notó que pase a su lado. Volteó a verme y se me quedó observando, sonreí con vergüenza y él, sonrió con dulzura.
Pero pronto, Sadie apareció a su lado y provocó que tuviera que dejar de observarme. La observé diciéndole algo y él sonrió. Mi estómago se estrujó de miedo, de miedo a no ser la única que estaba robando su corazón.

➶ I met you at the university ➴ | OmeliaWhere stories live. Discover now