➶ I met you at the university ➴ | Omelia

Cap. 16| "Owen, perdón"

Narra Owen

-No entiendo cómo no me contaron antes -dije agarrando mi cabeza entre mis manos.
-Amelia nos suplicó que no lo hiciéramos, y teníamos que hacerlo porque sino dejaría de confiar en nosotros -dijo Arizona y junto a ella estaba Derek.
-Pero su integridad corrió peligro, podríamos haberlo evitado -respondí furioso- ¡si hubiese sabido de esto antes lo habría matado a palizas!
-Owen así no se resuelven las cosas -dijo Derek.
-¿Cómo entonces? ¿crees que la policía solucionará las cosas? ¿crees que la policía mejorará el sufrimiento de Amelia? -pregunté preocupado.
-Te voy a pedir que te calmes, o que te vayas -dijo Derek y lo miré sorprendido- yo sé que amas a mi hermana, pero no voy a permitir que estés acá con prepotencia.
-No sirve de nada protestar, la policía ya está indagando a Lucas y borrando todo rastro de contenido íntimo de Amelia y otras personas que tenga en su celular -dijo Arizona.
Estábamos en el living de la casa de Amelia, la ambulancia la había llevado allí luego de chequear su cuerpo ante posibles heridas o malestares, pero el somnífero solo había afectado su capacidad de mantenerse despierta como se suponía que debía hacerlo, nada más que pudiera ser grave. Derek se había encargado de comunicarse con la policía y se habían llevado a Lucas al instante para investigarlo.
-Arizona ¿podrías explicarle todo a mamá? está en la cocina y está muy nerviosa -le pidió Derek a la rubia.
-Claro -sonrió.
-Va a matarme por no hacerla parte de todo esto, pero no quería que se preocupara -se arrepintió Derek y me miró- ¿tú podrías ir al cuarto con mi hermana? si despierta estaría bien que vea un rostro como el tuyo.
-Claro -sonreí un poco avergonzado por haber actuado tan prepotente segundos antes.
-Y dile gracias a Jackson y Megan. Tú Ari, agradécele a Callie -sonrió y se fue dejándonos a solas.
Miré a Arizona y ella sonrió.
-¿Ahora entiendes por qué no respondí tus llamadas? -preguntó encogiéndose de hombros.
-Estabas dedicándote a Amelia al 100% -sonreí- y me alegro de que haya sido así, solo que en el momento te súper juzgué.
-No te hagas problema por eso, Owen, yo también habría juzgado a todos si hubiese estado tu situación -dijo palmeando mi hombro.
-Y ahora dime ¿cómo seguirá lo mío con Amelia? ¿cómo crees que seguirá? ¿todas esas cosas que me dijo tenían algo de cierto? -pregunté.
-Eso no lo sé amigo -sonrió apenada- tal vez es algo que juntos tienen que hablar cuando todo esté menos revuelto, por el momento Amelia tiene que descansar para que no afecte su mente ni su cuerpo, ha sufrido demasiado estos días -dijo y se alejó para ir con la Señora Shepherd.
Suspiré y subí las escaleras con cuidado para respetar el pedido de Derek de controlar a Amelia. Abrí la puerta con cuidado y cuando la vi, mi corazón dio un salto.
Era el primer día en muchos que la podía observar desde tan cerca, era el primer día que entendía un poco más las cosas y me sentía un tonto por haberla juzgado tanto cuando en realidad estaba sufriendo.
Me senté en una silla junto a su cama y la seguí observando, dormía y su rostro angelical iluminaba el cuarto tanto como un montón de estrellas. En un impulso, llevé mis manos y enterré algunos dedos en su cabello con suavidad. Era tan lindo sentirla y tocarla que no pude evitar sonreír. Mientras lo hacía fui bajando mis dedos a sus mejillas, pensé en cómo había empezado mi día esa misma mañana y en cómo lo estaba terminando, las cosas cambian de un momento para el otro y eso no podemos evitarlo.
Amelia se movió bajo mi mano y la quité con rapidez, mi corazón comenzó a latir fuerte. Pero solo fue eso, un movimiento, Amelia seguía profundamente dormida gracias al idiota de Lucas.
Pensar en él me hervía la sangre y todo lo que pensaba era que quería golpearlo con tantas fuerzas hasta dejarlo llorando del dolor suplicando por perdón. No podía creer que había manipulado a Amelia y la había hecho sufrir tanto al punto de que si no hubiese sido porque Megan había recibido una señal la habría forzado a tener relaciones sexuales con él.
Volví a observar a Amelia y por un momento temí, por mucho que Lucas la había amenazado, había algo en ella que la había hecho no querer confiar en mí y pedirme ayuda. Tal vez, algunas de las tantas cosas que me había dicho eran verdad.