¡¡Un Bebe de Akutagawa!!

Capitulo 72 (parte 2)

Abrió la boca ofendido y con decisión se quito la sabana dejándola correrse desde sus hombros hasta que quedara regada en su entrepierna.

-¡Ya esta!- grito fulminando con la mirada al azabache, claro que este no le vio por estar a oscuras.

Akutagawa río bajito pero suficiente para que atsushi le escuchara, ahora el inicio nuevamente otro beso pero llevo ambas manos al cuerpo del albino, no era mas delgado que el pero admitió que la estructura del menor era perfecta a su parecer.

Atsushi sentía calambres y corrientes eléctricas donde el mayor dejaba paso de sus manos, se pregunto si había sentido igual cuando el lo hizo o estaba siendo muy sensible.

Los chasquidos de sus labios para nada prudentes se escuchaban en toda la habitación no prestándole atención, akutagawa sin pudor metió su legua a la boca contraria sorprendiendo al albino que no espero eso.

Había escuchado esa clase de besos por parte de Dazai y no fue precisamente agradable el dato pero sentirlo directo del azabache le revolvió todo el estomago y se dejo llevar por este, sentía sus extremidades entumecidas como para poner a su lengua en una pequeña guerra.

-Mmmgh~- gimió sin poder detenerse a pensar en la clase de sonidos que estaba sacando -A-akutagawa... aku...ya!- como pudo lo empujo para poder respirar, esto no era nada parecido a un beso normal ¡acaso akutagawa lo quería ahogar!.

-Que?- preguntó respirando de igual que el albino pero molesto por la interrupción.

-¡Como 'que' que!, me querías ahogar idiota!- grito sonrojado.

-No seas débil por algo tan simple- como si nada empujó al albino dejándolo de espalda a la cama -Nos olvidamos de lo que teníamos que hacer- se posicionó encima de el.

El albino trato de quitárselo de encima pero no no tenia cabeza para pensar en una fuerza bruta y empujarlo, tampoco debía escapar.

Al menos tenía la sabana que lo cubría... bueno ya no.

-Oye que haces!- trato de recuperar la sabana sin éxito cuando cada que el azabache le daba un manotazo -Damela!-.

-Es mía- dijo con obviedad -No deberías pedir lo que no es tuyo- negó a modo de regaño.

Aun sin poder verlo sabia que se estaba burlando quedando completamente expuesto al mafioso, pero sintió un alivio al recordar que ninguno de los dos podía verse del todo.

-Idiota- insulto bajo -Ya has lo que tengas que hacer o seguiremos con los besos franceses- dijo en un puchero cruzando los brazos.

-Con que sabes sobre los besos franceses- le pico la mejilla recibiendo un fuerte manotazo -Te lo dijo Dazai-san-.

-No lo menciones en un momento como este, ya me lo imaginó con su risa y burlas- sus pelos se pusieron de puntas de solo pensarlo.

-Que quieres que mencione entonces jinko- dijo abriendo las piernas del albino sacándole un grito -Podemos hablar de lo que quieras que pueda mencionar o quieres besos franceses- sugirió acomodándose mejor y acercándose peligrosamente al rostro del otro, una mano la llevó a ambas mejillas hundiendo sus dedos apretando -O prefieres una muerte rápida- dijo serio -Nadie sabe mi localización podría acabar contigo y nadie descubrirá tu cuerpo-.

-No me matarías akutagawa, quiero decir que te conozco lo suficiente para saber que eres un perro que no muerde- hablo con la misma seriedad y sonrió con suficiencia, con sus manos apretó las que tenía apresada sus mejillas -Y no hagas menos a la agencia, ellos serían capaz de encontrar mi cuerpo-.

-Bueno, espero que te puedan encontrar después de que no puedas caminar- río al escuchar un quejido de el albino al no entender.

Soltándolo de su agarre dejo libre las mejillas que ya tenían una marca y color de lo fuerte que fue apretado.
Sin poder sobar su dolor sintió como el azabache atacaba sus labios cerro los ojos y se dejó llevar atrayendo al mayor con sus brazos enroscados en el cuello contrario.