Capítulo 155: Entenderás lo Difícil que es Para la Gente Decir Adiós¹

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—El Emperador, ¿cómo está el Emperador? Él... está... —Chen Ge no pudo decirlo.

—Todavía está vivo —Xiao YuAn desató las ropas de Yan HeQing y comenzó a tratar sus heridas.

El rostro de Yan HeQing estaba extremadamente pálido debido a la excesiva pérdida de sangre, lo cual le hizo caer en coma. Su pulso y su respiración eran muy débiles, por lo que Xiao YuAn lo trató con algunas hierbas medicinales para detener la hemorragia. Luego se quitó el abrigo y envolvió a Yan HeQing con él. Cuando Chen Ge vio esto, hizo rápidamente lo mismo.

—Tenemos que llevarlo al cuartel lo antes posible —cuando Xiao YuAn terminó de hablar, Chen Ge cargó instantáneamente a Yan HeQing en su espalda.

—Médico Xiao, no es demasiado tarde fuera, vamos ahora.

Xiao YuAn asintió, tomó la antorcha y siguió a Chen Ge hacia la salida de la cueva. Sin embargo, antes de que pudieran salir de la cueva, vieron la luz de una llama lejana agitándose, y oyeron el sonido de pasos descuidados.

Xiao YuAn estaba tan asustado que se apresuró a apagar el fuego, y Chen Ge volvió rápidamente a la cueva. Entonces contuvieron la respiración, escondiéndose en las profundidades de la oscura cueva, sin atreverse a hacer un solo movimiento.

Desde el exterior, pudieron oír débilmente la voz de un hombre que pasaba por la entrada de la cueva.

—El general Yang es demasiado precavido ah. Nos hace buscar por las primeras cuevas de nuevo.

—¿De verdad crees que nos hará pasar toda la noche aquí?

—He oído que el General Yang no tiene la intención de descansar hasta que encuentre a ese Emperador.

—Aunque es un trabajo aburrido y duro, puedo entender por qué el General Yang está haciendo esto. Después de todo, tiene que cortar la raíz para eliminar la hierba. De todos modos, este lugar ya está cubierto de trampas. No es como si al Emperador del Reino Yan del Sur le crecieran alas y pudiera salir volando.

—Muy bien, muy bien. Ustedes dos, dejen de parlotear y apresúrense. El General Yang volverá personalmente aquí en cualquier momento, y si los encuentra a ustedes dos cotilleando en lugar de hacer su trabajo, ¡perderán sus cabezas!

Después de que el soldado dijera eso, el exterior de la cueva quedó rodeado de un completo silencio. Solo se oía el sonido de los pasos a lo lejos y cerca de la cueva.

Por otro lado, dentro de la oscuridad de la cueva, Chen Ge apretó los dientes mientras decía en voz baja: —Médico Xiao, ¿qué debemos hacer? ¿Debemos escondernos en el techo de la cueva?

Xiao YuAn se frotó las manos hasta calentarlas, y luego cubrió las frías mejillas de Yan HeQing. Entonces dijo con voz preocupada: —El techo de la cueva no puede esconder a tres personas. Además, no sabemos cuándo se retirarán los soldados del Wu Oriental, y Yan-ge no sobrevivirá mucho tiempo en su estado actual.

La luz ardiente del exterior de la cueva ahuyentaba la luz de la luna, lo que significaba que los soldados estaban deambulando por la cueva. Con esto, los dos se aferraron a la pared de piedra como pudieron, sin atreverse a salir de la oscuridad. Era bueno que los soldados del Reino Wu Oriental prestaran atención principalmente al exterior de la cueva, más que al interior.

—No, si seguimos así, nos descubrirán —Chen Ge bajó a Yan HeQing, quien descansaba sobre su espalda, y dijo—: Haré que se vayan. Una vez que lo haga, Médico Xiao, ¡tiene que huir con Su Majestad!

Antes de que Chen Ge pudiera salir corriendo, fue detenido por Xiao YuAn, quien le sujetó el brazo con fuerza, y luego dijo: —¿Hacer que se vayan?

Chen Ge apretó los dientes.

—Sí, médico Xiao. Cuando no haya ninguna llama proveniente del exterior, y no escuche ningún ruido, entonces tiene que cargar inmediatamente a Su Majestad y llevarlo al Este. ¡No mire atrás! Y no me espere.

Xiao YuAn lo miró y respondió con calma: —Deja que lo haga yo en su lugar.

Chen Ge habló inmediatamente con un tono de voz urgente y enojado: —¡Médico Xiao! ¿Cómo voy a dejar que lo haga? Usted-....

—Chen Ge, no me interesa toda esa maraña de basura, puedes ir a hacer tu papel. Además, debes saber que Huang Yue quiere mi vida. Como Yan-ge sigue en coma, no puede protegerme, así que no puedo volver al cuartel del Yan del Sur así como así; e incluso si volviera, solo sería un callejón sin salida para los dos. Yan-ge solo puede ser llevado de vuelta por ti. Chen Ge, eres un hombre sabio, piénsalo mejor —Xiao YuAn analizó con calma la situación. Su tono de voz y su actitud eran tan dulces, que incluso Chen Ge sintió que lo asfixiaban.

—Yo.... —Chen Ge quiso defenderse, pero al final no pudo hablar. Estaba tan enojado por esto, que se golpeó a sí mismo en la cabeza. Luego se sujetó la cabeza y maldijo varias palabras groseras una tras otra.

Xiao YuAn miró a Yan HeQing por un momento mientras entrelazaba sus dedos con la mano de Yan HeQing, y acariciaba suavemente el rostro de Yan HeQing con su otra mano. Las yemas de los dedos de Xiao YuAn eran como un pincel hecho de nubes mientras dibujaba con cariño las cejas de Yan HeQing.

—Chen Ge, tendré que molestarte con una cosa más.


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Glosario

1. 方识人间别意长 fāng shí bié yì cháng: Parte del poema《鹧鸪天-惜别》escrito por (严仁 yán rén) Yan Ren, de la dinastía Song [960-1279]. «Si observas el caudaloso río que fluye hacia el Este, podrás comprender naturalmente cómo se siente la gente cuando tiene que despedirse de sus amigos y parientes al dejar su ciudad natal». En lugar de expresar directamente la emoción de la despedida, se compara con el 'río caudaloso que fluye hacia el Este', convirtiendo la emoción abstracta en una imagen concreta, haciéndola más significativa.

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