Capítulo 125: Debe Ser que tu Forma de Coquetear es Mala

11.1K 2.5K 2.5K
                                    

Temprano en la mañana, cuando el sol estaba a punto de salir por el este, los pájaros cantaban fuera de la ventana.

Xiao YuAn abrió sus ojos. Aunque se durmió hasta tarde, ya estaba acostumbrado a levantarse temprano puesto que tenía que ir a la tienda de medicinas muy seguido. Además, una vez que se despertaba, no podía volver a dormir. Se sentó atontado y miró a Yan HeQing, quien aún estaba durmiendo. No pudo evitar extender su mano y pellizcarse.

Mierda, duele.

Entonces, ¿anoche no fue un sueño? ¿Y Yan HeQing tampoco me odia?

Normalmente, cuando alguien es víctima de sus propios delirios, y se despierta solo para descubrir que todo a su alrededor siempre ha sido pacífico y tranquilo, se sentirá incómodo por un rato.

Xiao YuAn sujetó su cara mientras estaba aturdido. Luego, unos segundos más tarde, vio cómo Yan HeQing abría lentamente los ojos, así que se giró para mirarlo de nuevo.

El aire estaba ligeramente fresco, y el sol de la mañana era precioso. Xiao YuAn sonrió a Yan HeQing y luego dijo: —Buenos días.

¿Sabías que todas las cosas se vuelven menos brillantes, y el mundo se vuelve más y más silencioso, solo porque tú dijiste 'buenos días'?

Yan HeQing apoyó su cuerpo, queriendo sentarse, pero Xiao YuAn rápidamente lo sujetó.

—No te muevas, acuéstate y descansa.

Yan HeQing no discutió con él, y obedientemente se acostó de nuevo.

Xiao YuAn no esperaba que sus palabras fueran tan efectivas, y mientras se pellizcaba la mejilla, preguntó incrédulo: —¿De verdad no me odias?

Yan HeQing sabía que el plan de Xue Yan para separarlos aún perduraba en la mente de Xiao YuAn, y era comprensible que lo preguntara unas cuantas veces más, así que pacientemente sacudió la cabeza.

Xiao YuAn, después de unos cuantos 'oohh' consecutivos, salió de la habitación y fue al patio a lavarse. Tras refrescarse, volvió a entrar corriendo y preguntó: —¿Tú de verdad, de verdad no quieres destriparme?

Después de obtener otra respuesta negativa, Xiao YuAn asintió con la cabeza y salió de nuevo. Luego de un rato, volvió con un bollo al vapor en su boca. Poco después, preguntó vagamente: —¿No me odias, ni siquiera un poco?

Cuando vio que Yan HeQing sacudió su cabeza de nuevo, Xiao YuAn salió por la puerta. Un poco más tarde, trajo un tazón de gachas para el desayuno de Yan HeQing. Después de eso, preguntó una vez más: —Cuando te pedí que fueras al Palacio JingYang, ¿sabías que tenía buenas intenciones?

Cuando Xiao YuAn se tomó la molestia de ir y venir por décima octava vez, y preguntó «Cuando eras mi Escolta Imperial, ¿no te sentiste agraviado?» Yan HeQing finalmente hizo su movimiento.

Súbitamente, Yan HeQing extendió la mano y agarró la muñeca de Xiao YuAn, tirando de él hacia abajo en su cama con fuerza.

Xiao YuAn estaba todavía en un estado de inquietud, por lo que fue sorprendido con la guardia baja cuando fue arrastrado a la cama. Estaba extremadamente confundido, y cuando finalmente reaccionó, se dio cuenta de que sus manos estaban torcidas detrás de su espalda, mientras que Yan HeQing estaba firmemente presionado contra él, no dándole la oportunidad de luchar.

Xiao YuAn: ....

¡¿No se supone que tú eres el herido entre nosotros?! ¡¿Puedes comportarte como un herido normal?!

Xiao YuAn no había terminado su calumnia mental cuando de repente escuchó a Yan HeQing decir una palabra tras otra, en su oído: —Xiao YuAn, si te dijera que quiero destrozarte ahora mismo, ¿seguirías preguntando si te odio?

Xiao YuAn comenzó a luchar bajo el control de Yan HeQing: —¡Tú, tú, tú, cálmate!

¡¡¡¡Ahora Yan HeQing está claramente cambiando a su lado oscuro!!!! ¡¡¡¡¿Por qué tuve que provocarlo por puras tonterías?!!!! ¡¡¿No tuve suficiente?!!

Estaban todavía en la misma posición cuando la puerta de la habitación fue abierta repentinamente, seguido por el sonido de una palangana cayendo al suelo.

Los ojos de Lin Shenling se abrieron de par en par y todo su cuerpo se puso rígido, congelado en su lugar, mientras que su mano seguía manteniendo la posición de llevar la palangana caída. Cuando finalmente reaccionó, se cubrió la cara mientras gritaba y salía corriendo: —¡Lo siento! Pensé que Xiao-gongzi había ido a la tienda médica, ¡así que quise entrar y limpiar la habitación! ¡¡¡Lo siento!!!

—¡Espera, espera...! —Xiao YuAn escupió dos palabras con dificultad, cuando otra cabeza se asomó por la puerta.

—Oh, oohh —la tía tercera dio un exagerado grito mientras miraba sus posiciones actuales, seguido de cerrar la puerta para ellos—. Tsk, tsk, tsk, los jóvenes de hoy en día. Tsk tsk, siendo íntimos durante el día y dañando la decencia pública. Tsk tsk, es verdaderamente desvergonzado. Oh, no no, no tengo la cara para mirarlos, ¡estoy demasiado avergonzada para mirarlos!

Xiao YuAn: ....

¡Esto es tan vergonzoso! ¡Espera! ¡¡¿Por qué cerraste la puerta?!!

Xiao YuAn venció a Yan HeQing y lo empujó de nuevo a la cama para que se acostara. Después de cubrir a Yan HeQing con una colcha, salió corriendo de la habitación, gritando: —¡Déjenme explicarles!

El sol salió al amanecer, y mientras las luces de la mañana caían del alero, Yan HeQing se cubrió los labios y tosió dos veces. Las comisuras de su boca estaban llenas de risas incontrolables.

Buscando el HaremOnde histórias criam vida. Descubra agora