Capítulo 102: Realmente Lamento Haber Salvado a Alguien Esta Vez

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El carruaje galopó durante varios días, hasta que finalmente, solo estuvo a medio día de la aldea Taoyuan. Mientras pasaba por un pueblo que no era ni muy pequeño ni muy grande, Xiao YuAn encontró una casa de té para descansar.

Mientras un narrador contaba una historia en un costado de la casa de té, algunas personas aplaudían ensordecedoramente y con fuerza; golpeando la madera sobre las mesas, llenas de ímpetu.

Xiao YuAn trituró unos cuantos cacahuetes y se los llevó a la boca. Después de escuchar unas cuantas rondas más de aplausos y exclamaciones, fue suficiente descanso para él, así que se preparó para continuar su viaje. El caballo estaba en los establos de la parte trasera de la casa de té, comiendo y bebiendo agua. Mientras pisaba sus pezuñas, el caballo relinchaba a pleno pulmón, y a Xiao YuAn le costó un poco de esfuerzo y tiempo sacar al caballo de los establos; tensando las cuerdas del carruaje mientras las aplicaba al caballo.

De repente, hubo el sonido de pasos apresurados y ruidos fuertes que venían de atrás de él. Xiao YuAn se dio la vuelta y vio a una mujer corriendo. Ella miraba hacia atrás mientras corría, como si algo la persiguiera.

Xiao YuAn se acercó subconscientemente, dándole un poco de espacio para escapar; sin embargo, en el siguiente segundo, vio cómo la mujer se torcía el pie y caía al suelo. Parecía que tenía un gran dolor y no podía levantarse, sin importar cuantas veces lo intentara.

Xiao YuAn se adelantó rápidamente para ayudarla, pero en cuanto la vio, se quedó ligeramente anonadado.

La ropa de la mujer estaba sucia y embarrada. Tenía rasguños y cortes en sus brazos y mejillas. Mientras Xiao YuAn la ayudaba a levantarse, ella lo miraba con horror. Después de ver que era solo un transeúnte, subconscientemente agarró con fuerza el brazo de Xiao YuAn, como un paciente moribundo agarrando una medicina que salva la vida, negándose absolutamente a soltarlo.

Los dos se miraron fijamente durante un segundo. Justo cuando Xiao YuAn estaba a punto de preguntarle algo, de repente escuchó gritos y maldiciones que venían de detrás de ellos. La mujer temblaba por todas partes y luchaba por levantarse, pero como se había torcido el pie, se tambaleó unas cuantas veces sin poder levantarse. Finalmente, cayó de rodillas delante de Xiao YuAn y le agarró la manga, negándose a soltarlo.

—¡Gongzi ayúdeme, por favor sálveme!

Xiao YuAn estaba tan asustado que casi se le escapó: 'Mujer, estás jugando con fuego'. Afortunadamente, el caballo que estaba a su lado movió la cola con impaciencia, quitándole de la cabeza el guion del Presidente Tiránico.

Xiao YuAn asistió a la mujer, la cual estaba todavía arrodillada en el suelo, y la ayudó a sentarse en el tablón delante del carruaje, donde se sienta el carruajista; al igual que los perseguidores que estaban detrás de ellos, también llegaron. El líder era un hombre gordo y fuerte que sostenía un machete. Miró a Xiao YuAn con cautela.

—Muy bien —Xiao YuAn infló su pecho—. ¿Cuál es el guion? ¿Robar a una mujer? ¿Una rivalidad? ¿O una deuda de gratitud?

El hombre fuerte miró a Xiao YuAn de pies a cabeza con un par de ojos saltones, y luego extendió su mano.

—Treinta taels de plata, me niego a negociar. Llévatela, vete y no vuelvas nunca más. Es bueno que actúes como su héroe, trayendo justicia para ella. La comprensión mutua significa una gran armonía.

Xiao YuAn: ......

Dage, ¿también eres un transmigrador?

Xiao YuAn sacó treinta taels de plata y se los entregó al hombre fuerte. El hombre fuerte sopesó la plata, palmeó el hombro de Xiao YuAn para mostrar su aprecio y ánimo. Luego guio a su compañero Xiao-di¹ para que se diera la vuelta, y se fue.

Buscando el HaremWhere stories live. Discover now