El primer marido feo

Cap 10-Eres tú ...

andamios fuera de las cuatro semanas de oscuridad, nadie patrullas no se ha mantenido, silencioso.

El lugar donde vivían los dueños de esclavos en la distancia estaba brillantemente iluminado, iluminando el oscuro cielo de rojo, y también había un destello de luz en uno de los distritos de Nancheng, que era la residencia de los esclavos de alto rango en el distrito de Nancheng.

Bao Ye entrecerró los ojos y sacudió su figura, y llegó a la residencia de los esclavos mayores. Luego, de acuerdo con los recuerdos de los esclavos feos, se coló en una de las habitaciones en el piso superior de cierto edificio fuera del balcón. y encontró la residencia de Jin Lingrui.

La habitación estaba completamente a oscuras.

Bao Ye escaneó la habitación con poder divino y vio que no había nadie dentro, se pavoneó hasta el baño y se dio una ducha caliente cómodamente.

Cuando salí de nuevo, apareció una figura en el balcón.

Se sorprendió de que alguien entrara en la habitación sin su conocimiento, y su poder divino no debe estar debajo de él. Entonces la otra parte debe haber descubierto su existencia y no hay necesidad de esconderse.

Bao Ye se acercó y, al mismo tiempo, la persona se dio la vuelta.

Los dos se sorprendieron cuando se vieron el rostro del otro: "Eres tú ..."

Bao Ye arqueó ligeramente las cejas ¿Cómo podría estar aquí esta enfermedad mental?

Habiendo dicho eso, ¿quién es esta persona?

Nunca he visto a esta persona en la memoria de Chou Nu, ni he escuchado a nadie mencionarlo, y Jin Lingrui no tiene tales amigos.

Dongling Ce miró el rostro de Bao Ye y movió las comisuras de sus bonitos labios: "¿Eres Jin Lingrui ... hermano? Escuché que ya has decidido la relación, ¿por qué estás aquí?"

Bao Ye le preguntó: " No eres amigo de Jin Lingrui, entonces ¿por qué estás aquí? "

" Vine aquí para ver si el famoso Jin Lingrui es tan poderoso como la biografía ". Dongling Ce levantó su mano derecha y vio la de su muñeca. El hilo rojo el brazalete no brillaba, entrecerró los ojos, y luego, una copa de vino tinto apareció en su mano.

Bao Ye no creyó en absoluto lo que dijo, pero no quería saberlo.

Caminó hacia el balcón para observar la situación de abajo. Toda el área del dormitorio estaba fuertemente custodiada como un ejército, y había esclavos mayores patrullando, pero los otros esclavos mayores eran muy libres. No había ninguna estipulación sobre el tiempo de sueño ni restricciones sobre movimiento, por lo que este El momento fue cuando los esclavos mayores se divirtieron más, y hubo risas felices por todas partes.

"Puedes reír tan felizmente como el esclavo de otra persona", se burló Dongling Ce, mirando a Bao Ye mirando al edificio opuesto sin hablar, y luego lo siguió. Dos hombres de cuarenta y tantos charlaban y se reían en una de las habitaciones del séptimo piso, después de unos minutos apagaron las luces y se durmieron.

Bao Ye suspiró levemente.

Su padre adoptivo todavía puso a Tang Bu y Ren Qing a su lado.

No, tiene que pensar en una forma de hacerle saber a su padre adoptivo que tienen malas intenciones.

Bao Ye vio a Tang Kaiji que patrullaba abajo por la noche, sus ojos brillaron y se dio la vuelta para buscar algo que atrajera la atención de Tang Kaiji. Desafortunadamente, el balcón estaba muy limpio, no había ni un grano de arena, y el las cosas de la casa no se podían mover. Al final, sus ojos se detuvieron en el vaso de Donglingce.

Dongling Ce notó su mirada: "¿Quieres beber?"

Bao Ye asintió.

Donglingce estaba muy refrescado y conjuró un vaso de vino tinto y se lo entregó.

Bao Ye no bebió un sorbo y lo arrojó directamente al pasillo del séptimo piso de enfrente.

"Crack—"

El sonido de vidrios rotos era excepcionalmente nítido por la noche. Tang Kaiji, que estaba patrullando, escuchó el sonido, corrió hacia el edificio, corrió hasta el séptimo piso y vio los escombros en el pasillo.

Miró a ambos lados del pasillo con sospecha, pero no vio a nadie.

Tang Kaiji estaba preocupado y caminó hacia el pasillo derecho.

Al ver esto, Bao Ye inmediatamente usó hechizos en la habitación donde vivían Tang Bu y los demás.

Poco después, Tang Kaiji escuchó que alguien lo llamaba.