Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

VIII : Plantado

Belle apretaba la pequeña carta entre sus calidas manos, mientras una sonrisa débil se dibujaba en su rostro.

Rápidamente cubrió la mitad de su rostro con su mano ¿Por qué estaba sonriendo tan estúpidamente?, Patético.

-¡Noche de comida! ¡Mierda Arela, correte para allá que estoy pasando yo!. --grito la voz irritada de Dominique.

Belle se sobresalto escuchar la fuerte voz de su amigo invadiendo en su habitación, mientras el olor a comida inundaba sus fosas nasales.

Rápidamente levantó su torso de la cama, girando hacia atrás para ver mejor a sus amigos.

-¿Que hacen aquí a esta...?

-¿¡Cómo puedes olvidarlo, Isabelle!? ¡Siempre hacemos noche de comidas los viernes!. -anuncio Dominique mirando fulminante a su amiga, quien dejo escapar una carcajada.

-Puede que se me pasó, pero vengan, siéntense. -la pelinegra palmo las colchas de su cama, invitando directamente a sus amigos a sentarse a su lado.

Estos colocaron las bolsas sobre una pequeña mesa para luego dirigirse hasta su amiga, sentandose a su lado sobre las suaves frazadas de su cama.

Belle y Dominique comenzaron a abrir las bolsas de comida, colocándolas sobre una larga bandeja que se encontraba sobre la cama, en un intento de que las frazadas no de ensucien.

-Areli vino con altas expec-

-¿Que es esto, Belle?. -Arela examinaba un pedacito de pergamino que había encontrado sobre la cama.

Belle se maldijo a si misma.

Era la carta de George.

-¡No puedo creerlo! -Dominique retiro de un tirón la nota que Arela mantenía en su mano, este le dió una ojeada sonriendo como si su comida favorita estuviera frente a el- ¡Es de George! ¡Lo sabía, sabía que tenían algo!.

Belle sonrió sarcásticamente retirando la nota de las manos de su amigo.

-No tenemos nada, solo me invitó por un café para...

-¡Luego invitarte a salir y en medio de eso se besan creando una historia de amor feliz con muchos hijos y...!

Belle soltó una fuerte carcajada.

-Ya se que siempre vives en un mundo de fantasía, y realmente lo digo, yo también, pero no todo es como típicos cuentos de hadas, Dom. -interrumpio Belle.

-Bueno, pero luego deberías de contarnos todo.

-Esta bien.

Los tres comenzaron a comer, sin embargo no tardaron en notar el potente silencio en el que Arela se había refugiado, está parecía levemente triste, sin embargo su mirada estaba perdida.

Belle y Dominique se miraron curiosamente.

-¿Que mierda te pasa, Areli?. -pregunto frustrado Dominique.

Areli dirigió su mirada apenada hacia su amigo, mientras veían como Belle de retiraba de la habitación llevando los platos sucios a la cocina.

Al cerrar la puerta, Arela suspiro, liberando un sentimiento de tristeaza.

-Wow Areli, si tanto odias a Belle evita venir a su casa la próxima.

Areli chasqueo la lengua.

-¿Cómo me va a caer mal Belle?, Es mi mejor amiga.

-¿Entonces por qué actúas de esa forma tan extraña?. -dijo haciendo énfasis en el "tan".

Ambos se miraron, mientras Dominique la miraba curioso, Arela lo miraba con decepción.