XLIX: De Sangre y Hechizos.

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Belle termino de organizar las tazas limpias y secas en sus respectivos lugares, para luego dirigirse hasta la barra, donde una castaña de sonrisa brillante la esperaba con paciencia. Hermione Granger.

Hermione le sonrió cálidamente antes de que ambas salieran por las calles iluminadas de Hogsmeade, las cuales brillaban con aquel brillo precioso que la luna le otorgaba desde lo mas alto de su trono. Incluso, gracias a la poca niebla podían alcanzar a ver como Hogwarts se elevaba a tan solo unos metros de las jóvenes.

Tan solo el recordar cuando ella veía hogwarts desde dentro la hizo sentir una sensación triste de nostalgia.

—Bueno, en lo personal siento que el volver a ver el colegio desde dentro es un gran privilegio, Belle. — soltó la castaña, continuando la conversación que habían dejado en suspenso unos momentos antes. Admiro de reojo a la muchacha a su lado, quien solo sonrió por unos segundos.

—La verdad nunca tuvimos arte durante toda nuestra estancia en hogwarts, incluso me parece extraño que la hayan adquirido este año como ultimo recurso —— hizo una pausa para echarle un vistazo al colegio, el cual se encontraba opacado por la neblina nocturna —. El gesto de Mcgonagall fue realmente bueno pero no creo que a los magos les sirva el saber pintar con acuarelas y acrílicos.

Hermione soltó una risa suave antes de que ambas hicieran una aparición en el callejón diagon, dejando que el aire helado del callejón golpeara sus rostros con demasiada fuerza, logrando que los lentes de Hermione cayeran a sus espaldas.

Se agacho para recogerlos con un poco de molestia.

—Entonces ¿eso significa que no aceptarás la oferta de trabajo?. — Hermione arqueo una ceja, esperando una respuesta inmediata.

Belle solo arrugo el pergamino entre su puño. Lo cierto era que aun no tenía una respuesta concreta para enviarle cuanto antes a Mcgonagall, mas bien aun debía de pensarlo dos veces antes de aceptar cualquier oferta de trabajo.

—No lo se, por ahora solo debo enfocarme en los pedidos que tengo que terminar. 

Hermione rodo los ojos.

—Deberías de descansar mas seguido. Entre la cafeteria, los cuadros, y ahora, hogwarts, pareciera que en cualquier momento podrías colapsar.

—Efectivamente, en cualquier momento voy a colapsar.

Ambas se miraron una ultima vez antes de ingresar a Sortilegios Weasley, la cual debido a la hora se encontraba completamente vacía. Las luces de su exterior ya no brillaban anunciando el cierre nocturno de la tienda.

Hermione se dirigió directamente hasta Ron para dejar un beso corto sobre su mejilla, Belle observo la escena con cariño.

Se sobresalto repentinamente al sentir como una mano se deslizaba desde su hombro hasta su cintura, ocasionandole unas cosquillas suaves por la piel desnuda de su brazo.

Al girar, se encontró con su novio, George Weasley, quien la observaba con cierto aire de coqueteo grabado por las muecas de su rostro.

—Hola, cielo — saludo, dejando un beso sobre sus labios —. Te noto tensa, ¿ocurre algo?. 

Belle apretó aun mas el pergamino entre su mano, sintiendo como este clavaba sus puntas dentro de su puño.

—Algo así... — soltó un suspiro de cansancio, pasando una mano por su cabello negro y brillante. Incluso el color era demasiado parecido al de Sirius Black — ¿Podemos hablar?.

George enarco una ceja antes de asentir con curiosidad.

El cansancio de Belle era notable, incluso su pareja sabia que se encontraba pasando dias en los que muy rara vez conseguía conciliar un sueño de mas de dos horas.

Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora