XLI: Grabador.

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El olor a canela y a tierra se arremolinaba dentro de la residencia Black, sintiendo como las miradas de sus amigos y familiares se clavaban en su piel como cuchillos ardientes que ansiaban obtener una respuesta instantánea.

Dirigió la vista hasta Emery, quien arqueo una ceja completamente confundido ante la reciente noticia que Belle había dado en una reunion.

—No lo haras, Belle, es muy peligroso. —— opino un castaño ubicado al final de la mesa, el cual, miraba a la joven con cierto remordimiento y pena el cual lo carcomía con lentitud, Remus.

Belle frunció el ceño, entrelazando sus dedos entre si.

—Que yo recuerde, no pedi ningún tipo de permiso... — ninguno de los presentes respondió, solo recibió una mueca de desden por parte de Lexi, a la cual, naturalmente, la reunion le parecía algo aburrida—. ¿no fui lo suficientemente clara?, mataré a Darela, ¿ahora si lo entienden?. — se levanto, regalandoles una sonrisa de acero a todos los que rodeaban la extensa mesa.

Estaba por salir de la cocina cuando sintió como una mano firme se apretaba sobre su brazo, sintiendo la obligación de retroceder con la misma rapidez con la que la mano se enroscó sobre su brazo. Al girar se topo con el rostro de Emery.

—No eres la misma que antes, Belle, antes tu... ya sabes, no hubieras ni siquiera pensado en asesinar a una persona, mas bien, te hubieras negado. — Emery la observo con cierta pena, encunando en sus ojos la vista dolida que aun su hermana conservaba.

De un tirón logro soltar el agarre del rubio. Chasqueo la lengua con ironía antes de responder.

—: Como cambian las cosas, ¿verdad?... luego de tantas mentiras uno debe saber endurecerse, a fuerza, si luego no quieres que tu propia familia te decepcione, Emery. — sin pararse a analizar el gesto del rubio, continuo su camino hasta salir de la residencia Black por completo.

Al cerrar la puerta, sintió como los gritos de el cuadro de Walburga se mezclaban con los demas gritos provenientes de la cocina, dandole a saber que había comenzado una pelea por partes de los miembros de la reunion.

Sintió como el viento fresco impacto contra su rostro, estremeciendola con el mínimo tacto. Respiro hondo al sentir como unas lágrimas amenazaban por escapar de sus lagrimales, sintiendo unas ganas incesantes de derramar algunas lágrimas de mas hasta acallar sus sentimientos mas profundos.

Luego de unos segundos, de escuchar como el viento obligaba a las hojas de los árboles a despegarse de sus ramas, sintió como una mirada se mantenía clavada en ella. Con cierto temor, giro su cabeza hasta encontrarse con una mirada de color avellana, proveniente de un apuesto pelirrojo que Belle reconoció como George, debido a la falta de su oreja izquierda que lo hacia facil de identificar.

Soltó un suspiro antes de sentarse a un lado del pelirrojo, quien le dedico una sonrisa leve intentando ocultar sus ojos rojizos.

Belle inspeccionó su rostro, logrando ver unos rastros brillosos que se deslizaban por sus mejillas, tambien, enrojecidas por el frio. 

—¿Estas bien?. — pregunto, rompiendo el silencio que se había interpuesto entre ambos. Seco con su dedo índice las lágrimas de el muchacho a su lado, sintiendo como recuerdos intentaban escapar en vano.

El pelirrojo sorbio su nariz, dirigiendole una sonrisa sincera, mientras agradecía que sus mejillas ya estuvieran rojizas desde antes.

—Claro, es solo un sentimiento pasajero... ¿tu, estas bien?. 

Belle separo su mirada de los ojos del pelirrojo, clavandola en los niños muggles que jugaban a unos metros de ellos, riendo, cantando, y gritando burlonamente.

Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18Where stories live. Discover now