XVII : Salvado por un descuido

1.1K 79 55
                                    

-¿Una carta, enserio? -pregunto casi ahogándose con una carcajada el mayor de los gemelos, Fred, quien no podia parar de reír, sintiendo como su estómago comenzaba a dolerle- No pero si los idiotas volarán ya hubieras llegado a Saturno.

George mordió su labio inferior frustrado, comenzando a caminar en círculos por la habitación, en busca de una nueva idea que atravesará su mente por casualidad, explorando los rincones más abandonados de su mente en busca de una opción más "viable".

-No puede ser -hablo con dificultad, Fred, aún ahogado entre risas que le dificultaban su respiración.

George giro a ver fulminante a su hermano, ya que este no se tomaba las cosas enserio por George quería que se las tomara.

-¡Se supone que debes ayudarme, no reírte de mi!. -grito en su máximo punto de frustración, mirando a su gemelo con un gesto furioso.

-¡Pero es que es muy gracioso! ¡Una carta! ¿Que tienes, 6 años?. -Fred comenzó a golpear la mesa cuál morsa ahogada, aún riendo en carcajadas por sus recientes palabras.

-¡Fred, hablo enserio! ¡Cálmate y ayúdame a buscar otra opción!. --George retomo su paso en círculos, mientras en su mente las preguntas se cruzaban como rayos fugaces.

Fred apretó su estómago una vez su risa se desvaneció.

-¿Y si vas y le hablas?. -sugirio Fred.

-Ah, mira no se me había ocurrido. -comento con sarcasmo el menor de los dos.

Fred me echo un vistazo al departamento, en busca de alguna señal que llamará su atención y nutriera su mente, pero no ocurrió.

Ambos se mantuvieron en silencio durante unos extensos minutos, los cuales parecía interminables, ambos intentando buscar una opción, sin embargo para Fred el ir a hablarle personalmente solucionaría todo.

George sobó el puente de su nariz, mientras entrecerraba sus ojos en busca de pensamientos nuevos que abanicaran su mente.

-¿Crees que me perdonará?.

-Preguntale a Trelawney.

El mayor comenzó a reír a carcajadas otra vez.

Claro estaba, Fred jamás podía retenerse en situaciones dónde no se debía bromear o reír.

...

Un paso, dos pasos, uno detrás del otro golpeando contra el cemento helado en el cual las rodillas de aquel joven reposaban, dónde sentía que el frío subía por sus rodillas helando sus huesos y corrompiendo con el calor que su cuerpo le proporcionaba.

Sentía la sangre fluir saliendo por sus nariz, cayendo sobre sus muslos mientras un ardor asesino se clavaba en su ojo izquierda, sentía como si le hubieran atravesado el ojo con un alfiler.

Sus manos contra el cemento, adaptando la temperatura de este, sintiendo como sus manos se debilitaban ante el roce frío del pavimento.

Muerto no estaba, pero en esos momentos deseaba estarlo.

-Crei que éramos amigos, cariño. -dijo una voz femenina caminando al rededor del joven herido, quien no podía moverse debido a las pocas fuerzas que su cuerpo almacenaba.

Su tono de voz parecía inexistente, sus cuerdas vocales debilitadas, impidiéndole hablar por completo, sintiendo una presión dolorosa en el pecho mientras las lágrimas comenzaban a bajar de sus ojos.

Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18Where stories live. Discover now