Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

X : Pesadillas repentinas

Una habitación oscura era el único soporte de Belle. Sin luces, sin puertas, sin ventanas.
Solo un simple cuadrado negro rodeando su cuerpo, pasando por debajo de sus pies.

Encerrandola.

Belle batió sus pestañas, tomandose un extenso tiempo para asimilar dónde estaba, para caer en la conclusión de que estaba en nada, en la nada misma, dónde parecía volar, dónde el soporte no existía, simplemente la oscuridad absorbía su cuerpo.

Cerró los ojos una vez más, apretando los con fuerza en un intento de volver a la realidad, al abrirlos, se encontraba en uno de los baños de... ¿Hogwarts?.

Si, hogwarts.

Cuya única iluminación era la tenue luz de la luna que ingresaba por las ventanas al rededor del baño.

Una Belle se encontraba en el piso, el cual la humedad y el frío eran bastante inmensos comparándolo con el calor de las sábanas, pero ¿Que sábanas?.

Batió sus pestañas una vez más, asimilando y preguntándose el como había llegado hasta los baños de hogwarts.

La Belle frente a ella llevo una mano hasta su vientre dónde sintió como una gruesa tela la cubría, al bajar la vista, el uniforme de hogwarts figuraba en su cuerpo absorbido por el frío, este estaba húmedo y un poco roto por algunos costados del chaleco.

Al levantar la vista -aún confundida- se dedico a observar frente a ella, algo que parecía moverse lentamente, seguido de una macabra risa.

Una

Dos

Tres risas.

¿Tres risas?.

Las risas se hacían más notorias al acercarse cada vez más a los oídos de Belle.

Giro su cabeza hacia la Belle adolescente, una expresión de miedo adornaba sus facciones, mientras con un brazo sostenía su otro brazo, este parecía lastimado.

¡Pum!

Un golpe despistó a la Belle adulta de sus pensamientos, olvidándose por completo lo pensado anteriormente, se dedicó a fijar su vista en las personas que se acercaban a ella.

Una vez se acercaron lo suficiente, la Belle adulta los reconoció.

En el medio, una chica de cabello negro y cerquillo de acercaba con una sonrisa maliciosa, sus ojos llenos de maldad, mientras líneas finas de sangre escapaban deslizándose por sus dedos.

Si, aquella chica que había hecho de los años escolares de Belle una auténtica pesadilla.

A su derecha se encontraba Cormac, este clavaba su vista en la Belle adolescente como si fuera una presa que debía devorar.

Y a la izquierda... ¿Arela? Pero ¿Que hacía Arela con ellos?.

La chica de cabello negro se acercó hasta la Belle adolescente, tomándola de detrás de la cabeza, enredando sus manos entre su cabello, jalandola para atrás, para que está la mirase a los ojos.

-¿No te libras tan fácil de mi? Eh, conejito. -dijo está mientras tiraba de la cabellera de la Belle adolescente.

-¡Suéltame! -demando la pequeña Belle asustada.

La Belle expectadora pudo ver cómo a la Belle adolescente le sangraba débilmente la nariz, acompañado de un moretón en su ojo izquierdo.