Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

XLVI: Lujuria.

Molly amenazo con lanzarse sobre la castaña, quien lloraba sin parar sobre el hombro de su padre, Remus, quien observo a los pelirrojos en el salon como si estuviera frente a una cucaracha de diez metros.

Emery, Belle y Sirius reían en una esquina de la sala, observando la situacion con unas sonrisas burlonas en sus rostros. Las sonrisas se borraron cuando recibieron una mirada fulminante de Remus, quien intentaba controlar a Lexi y Molly al mismo tiempo. Como si estuviera tratando con dos leonas a punto de explotar.

—Luego no quieren que uno se ria. —— soltó Emery, aferrandose al brazo de la pelinegra.

Belle siguió con la mirada a aquel pelirrojo que siempre brillaba sobre su mirada, George, quien al igual que los demas intentaba calmar a su madre.

Los gritos de la Weasley y la Lupin retumbaron por toda la sala de una forma alborotada.

—¡Eres una perra!. —  exclamo la matriarca Weasley, luchando contra el agarre de sus hijos.

—Se están poniendo bravas las cosas. — Sirius camino hasta su amigo, Remus, quien parecía querer soltarse de su hija quien aun se aprisionaba contra su hombro.

—¡Molly... y... yo... no quise... no quise hacerle eso a charlie! 

—¡Para ti es Charles! ¡Hija de la gran...!

—¡Molly, cálmate un poco, por Merlin! — bramo Arthur, apretando entre sus brazos la cadera de su esposa —. ¿Te vas a calmar?.

Molly asintío con furia mientras era posada sobre el piso lentamente. Sintió como los brazos de su esposo se alejaban de su cadera, dandole totalmente la libertad de comenzar a reprender a la castaña.

—¿Le dijiste a tu familia? — pregunto con un tono falso de amabilidad. Remus giro a ver a la pelirroja con una ceja arqueada —¿¡Le dijiste a tu querido padre que engañaste a Charlie y le hiciste creer que el bebe era suyo!?.

Lexi sollozo mas fuerte.

—¿¡Hiciste que!? — grito Remus, soltandose bruscamente del agarre de su hija.

Lexi se enrollo como una pequeña niña siendo regañada por sus padres, mientras sus rodillas tapaban la mitad de su rostro ahogado de lágrimas.

—¿¡Como pudiste hacer algo así, Lexi Lux Lupin!? — reprendió el licántropo, mirando con un gesto fulminante a su hija.

La castaña solo respondió con otro sollozo, sintiendo todas las miradas furiosas posicionadas sobre su cuerpo.

—Vaya Lexi, pensar que según tu era yo la que no sabia valorar el amor. — hablo Belle en burla, recibiendo una mirada ahogada de Lexi.

—¡Tu... Nadie ja... Jamás se... enamorara de ti... por que no eres na... nadie! ¡De... dejame en paz Belle!. — respondió mientras se ahogaba con su propia voz.

Sentía la mirada de los Wesley y de su padre arder en su piel, como si la estuvieran quemando viva.

Los gritos aumentaron aun mas cuando el timbre de la residencia resonó, avisando que alguien o algo se encontraba fuera de el hogar. .

Belle se trago su propia risa, encaminandose hasta la puerta de entrada.

 Al llegar la abrió, encontrándose con un pequeño paquete de envoltorio negro a los pies de la puerta. Luego de examinarlo por unos escasos segundos tomo el paquete entre sus manos, sintiendo lo pesado que este se encontraba.

Belle suspiro con alivio al no haberse encontrado con ningún vecino furioso por el escándalo que se daba en el hogar de su padrino.

Al ver la tapa superior de la caja las iniciales de su nombre se encontraban grabadas con pintura dorada que brillaba con intensidad al compas de la luna.