Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

XIX : Visita inesperada

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Un fuerte hedor nauseabundo inundaba una pequeña choza, alumbrada únicamente por la tenue luz de la luna que corrompía con la oscuridad del recinto.

Dentro de este, unas risas maquiavelicas y unos gritos de enojo retumbaban por las paredes escapando hasta el exterior, pero nadie podía oirlas.

-¡Tenías tan solo un maldito trabajo!. -grito con irá "la dama", pateando el abdomen de Arela, quien ahora yacia en el piso con sus brazos abrazando su abdomen debido al dolor brusco.

-¡Olvide de poner el hechizo! ¡Pero no volverá a pasar! -se excuso Arela, suplicandole a su estómago que el dolor desaparezca.

-¿¡Sabes la oportunidad que perdimos!? ¡No habrá próxima vez! ¡Dominique no se volverá a dejar llevar por ti!.

Ambas se miraron con cierta irá en sus ojos, dispuestas a comenzar un duelo de muerte si eso podría acabar con su ira.

-Ya déjala, ya entendió su merecido. -intervino una voz femenina ingresando por el umbral de la puerta.

Al girar, ambas se encontraron con Sonia, quien bebía whisky con una sonrisa burlona en su rostro mientras se recostaba contra el marco de la puerta.

"La dama" lanzó al suelo todos los objetos posados sobre la mesa, rompiendo desde lámparas hasta tazas en un arrebato de ira.

-¡Plan C!. --dijo tomando un pergamino y uba pluma para comenzar a garabatear un plan C.

Sonia se acercó hasta la dama mientras veía como Arela se levantaba adolorida del suelo, quien se levantaba aún abrazando su vientre.

-Si no podemos atacar al decorado, atacaremos al problema como tal. -parloteo furiosa, mientras con la pluma hacia cuadrados y personas.

-¿No era que...?

-¡No era nada! ¡Los planes se arruinaron uno por uno, debemos atacar rápidamente!. -grito lanzando la pluma contra la mesa, salpicando de tinta a Sonia, pero está no parecía importarle.

-Belle ya no ama a George, esto ya no tiene puto sentido. -murmuro Arela, apoyándose contra la madera de la mesa.

-¿Y a mí que carajo me importa que Belle ya no quiera a George?, Yo no busco venganza solo por un hombre, jure destruirla y así será. -puso punto final "la dama" acabando con la conversación de una vez por todas.

...

-¡Por favor, Dominique! Ven conmigo. -suplico Belle, intentando convencerlo de algo que ya creía perdido.

Por suerte, la salud de Dominique había avanzado rápidamente, ya se encontraba completamente sano, si no fuera por los pequeños cortes que se hallaban en su rostro y unos moretones que pisaban las cortadas.

-No.

-Mierda. -se resigno Belle, apoyándose completamente contra el respaldo de la silla.

-Prefiero quedarme, de verdad me duele el estómago. -mintio.

Los pensamientos sobre Nick y aquellas épocas habían destruido su ánimo, más bien, prefería quedarse en su casa antes de que anda con una cara de tristeza en una cena la cual se suponía que debía ser alegre.

-Esta bien, pero si quieres hablar ya sabes dónde encontrarme. -se despidió dejando una beso en su mejilla.

Ambos se saludaron y a los segundos Belle ya no figuraba por ningún rincón de la casa, se había esfumado como el polvo.