Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

XXXVII: Oliver y George

Las luces moradas, rosas y azules se mezclaban dentro de la discoteca, causando una sensación de furor a cualquier persona que esta alcoholizada. Desde fuera la discoteca se podia inhalar el olor fuerte a alcohol al igual que la música a todo volumen que sobresalía del establecimiento, Los gritos de diversion y las tonadas siguiendo a la música electrónica que tocaba uno de los dj.

Fred y George bajaron del taxi frente a la puerta del establecimiento, ingiriendo de primeras el olor a alcohol y diversion que podia sentirse desde metros. Fred le dio el dinero al hombre encargado de manejar el taxi para luego girar y darle una vista al lugar donde la fiesta se había desenvuelto, largando un gran suspiro divertido.

-Esta noche va a ser una locura, hermanito. - Fred palmeo el hombro de su gemelo con cierto orgullo.

-Fred, creo que... -- sin embargo, se vio obligado a dejar sus palabras en el aire al sentir el tirón con fuerza que le proporcionaba su gemelo, arrastrándolo hasta la entrada del establecimiento.

En la puerta de la entrada, un hombre alto, corporalmente gigante y calvo, los miro con frialdad, examinandolos de pies a cabeza como si se acabara de encontrar con los dos mosquitos que no lo dejan dormir de noche. Bueno, de todas formas no había mucha diferencia.

-Identificaciones. - pidió con cierta agresividad en su tono, para luego de unos segundos recibir ambas identificaciones en sus fuertes y grandes manos. Las miro falsamente para luego entregárselas a el pelirrojo de la derecha, cediendoles el paso a la discoteca.

Fred guardo las identificaciones dentro de el bolsillo de su chaqueta, para luego arrastrar a su hermano dentro del establecimiento. Al ingresar, la puerta se cerro detrás de ellos, dejándoles saber que la fiesta había comenzado.

-Carajo George. Mírate - examino el rostro de su hermano con una mueca de decepción, debido a que en el rostro de George no había ni una pizca de diversion o emocion -, parece que acabas de llegar a un velorio, hermano.

George al escuchar las palabras de su hermano rápidamente esbozo una sonrisa falsa, acomodando su cabello para que este se le resbalara sobre la frente. Fred busco con la mirada, encontrando la barra de bebidas a tan solo unos metros escasos de ellos.

-Vamos ahi - anuncio -, muevete. - rápidamente tomo a su hermano del brazo, obligando a caminar.

Pasaron entre la gente a duras penas, debido a que el amontonamiento de gente era invasivo y le daba poco espacio a toda la gente que se encontrara queriendo pasar para beber algunos tragos.

Al llegar a la barra, rápidamente se sentaron en los primeros asientos que encontraron libres frente a la barra.

Notable era la cantidad de muchachas que veian con interés a los ambos pelirrojos, relamian sus labios en busca de las miradas de ambos, sin embargo, estas jamás llegaron a ellas.

-Dos whiskys, por favor. - pidió Fred al hombre de la barra, para luego girar y notar el rostro de George, quien parecía levemente aburrido y aturdido por la asfixiante música. Rodó los ojos, le costaría mucho sacarlo de aquel estado.

A los minutos, el hombre coloco los dos tragos frente a los gemelos, quienes los tomaron con impaciencia para darle un gran sorbo.

-Fred, gracias por esto, pero...

-¡Nada de nada! - interrumpio el mayor -. si hace falta estaré toda la noche intentando que te rias. ¡Mi George debe de regresar!. - bramo Fred entre risas - un whisky de fuego, servicial hombre. - pidió, a los segundos, el hombre apareció con una botella de whisky de fuego, colocandola sobre la barra.

Fred destapo la botella, dandole un profundo trago para luego ofrecersela a George, quien imitó su acto.

Luego de unos minutos charlando y bebiendo de la botella, Fred se puso en un estado peor que George, quien por lo menos podia seguir manteniendo su dignidad. Pero Fred se detenía a decir una sarta de estupideces mas grandes que la patada que su madre le daria una vez lo viera llegar en aquellas condiciones deprorables.