Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18

IX : Cita repentina

Belle apretaba la mano de George ante un intento de no perderlo por las alborotadas y abarrotadas calles de la ciudad de Londres muggle, sin embargo, George, con dificultad, intentaba mantenerse cerca de ella para no perderse entre la gran multitud que pasaban por las calles de este mismo lugar.

George pudo distinguir una sonrisa de curiosidad en el rostro de la joven, y aún así no pudo evitar que su corazón saltará al ver aquella sonrisa tan preciosa de la dama que aún mantenía agarrada su mano.

-¿Que es eso?. -pregunto George una vez que había fijado su vista en el mismo lugar que Belle.

Frente a ellos, una persona con una marioneta gigante, la controlaba por unos finos hilos que se enganchaban de las manos y pies del títere.
Este tenía una alegre sonrisa en su rostro, mientras se servía agua -que parecía caliente- dentro de una especie de vaso que de el sobresalía una pequeña bombilla de metal.

Este le contaba su vida a la gente que pasaba frente a el, de vez en cuando quedando maravillado por la cantidad de gente que lo miraba con curiosidad.

-¿Debo responder?. -exclamo maravillada ante el títere, Belle, quien aún lo miraba fijamente y impresionada.

No era gran cosa posiblemente para muchos de nosotros, sin embargo era completamente impresionante ver cómo este se movía.vomo si fuera real, aún que sus manos y piernas fueran de madera.

Belle de repente se percató de la mirada fija del muñeco en ella, está sonrió emocionada, pareciendo una niña pequeña.

El muñeco sonrió con sus expresiones talladas de madera.

-¡Señorita! Acérquese -dijo el muñeco haciendo un gesto amable con su mano, Belle asintío, y aún sin soltar la mano de George, comenzaron a caminar entre la muchedumbre hasta quedar frente a el muñeco de madera, este sirvió un poco de agua caliente dentro de su vaso, que ahora mejor visto, era de madera- ¿Un mate?.

Belle rio suavemente ante la pregunta del muñeco, sin embargo está tuvo que negar su oferta, ya que está bebida en particular no le gustaba para nada.

-Que lastima -dijo este dándo un sorbo desdea bombilla- es un manjar.

-Supongo. -Belle le sonreía a el muñeco.

George lo miraba curioso, sin embargo no de impresionaba tanto como Belle.

-¡Son pareja! -grito el muñeco al percatarse que la joven frente a el agarraba la mano de un pelirrojo detrás de ella.

Belle lo miro extrañada mientras George sintió un rubor subir por sus mejillas.

-¡No! Solo somos amigos -Belle se levantó aún con una sonrisa frágil palmada en su rostro-. Nos vamos señor, adiós.

Belle se despidió con un movimiento de mano, para luego comenzar a caminar mientras se alejaba del muñeco y de su dueño.

"Amigos", George no sabía si esa palabra lo había alegrado o lo había deprimido, aún así, amaba sentir el calor de la mano de Belle, estás eran tan suaves.

-¿Quieres helado? Yo invito. -pregunto Belle clavando su vista en un puesto de helados cercano a ellos.

-Invito yo.

-El que llega primero paga.

George sonrió y asintio.

Ambos se acercaron corriendo hasta aquel hombre que vendía helados con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

Y Belle había ganado.

-Te gane.

-No por mucho. -ataco George intentando cubrir su derrota.