XXIX: Aceptación frente a la equivocada

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El agua de la la lluvia tempestuosa golpeaba contra los vidrios de la residencia, mientras de fondo, un llanto de un niño era acallado por el siseo de su hermana mayor.

La mujer, balanceaba un bebe entre sus brazos mientras acallaba a el menor recostado en el piso.

-¡Teddy, comportate!. -exigio Lexi, mientras en sus brazos balanceaba a un bebé. Su bebé.

Pero la orden de su hermana solo logro agrandar el llanto de su hermano, quien lloraba desconsolado en el piso.

-¡Ese niño rompió mis juguetes! ¡Ese niño es... malo!. -las lágrimas del niño se deslizaban por sus mejillas, mientras el berrinche se iba agrandando mediante la palabras poco empáticas de su hermana mayor.

Lexi tomo una postura aburrida, mientras escuchaba el llanto irritante de Teddy, quien aún escrudiñaba entre sus manos el juguete recientemente roto.

La puerta de entrada se abrió y volvió a cerrarse, despistando al menor de su llanto. Este, rápidamente se levanto, intentando visibilizar a la persona la cual entraría a la sala en unos segundos.

Ambos miraron con curiosidad, y al ver a la persona cruzar el umbral de la puerta, Teddy corrió hasta ella abrazandola con fuerza, dejando que su llanto se desvanezca con la llegada de esta persona.

Belle, abrazo con cariño a su hermano menor, sin darse cuenta de que Lexi también estaba en la habitación.

-¡Hola pequeñín!, ¿Cómo estás?. -la joven limpió las lágrimas secas de su hermano, sintiendo como su corazón se enternecia ante los ojos iluminados del pequeño.

Al percatarse, bajo la vista, encontrandose con el juguete roto entre las manos del niño, quien rápidamente al ver el juguete, volvió a sentir ese dolor de que le hayan roto su juguete favorito.

-¡Belle, lo siento tanto, este juguete me lo regalaste tu! ¡Y yo, yo... --Teddy dejo la próxima acusación a el hijo de Lexi, ya que la madre de este le dirigió una mirada asesina.

Sin embargo, Belle se percató de esta acción.

Sintió el odio subirle hasta la garganta, normalmente, no se hubiera impresionado si le dijeran que el hijo de Lexi era un demonio.

Cómo dicen; de tal palo tal astilla, ¿No?.

Belle le dirigió una mirada fulminante a su hermana, quien rápidamente aparto la vista.

-Bueno, no te preocupes. Justamente te traje algo. -Belle le sonrió con complicidad a su hermano, a quien rápidamente los ojos le brillaron como si le acabarán de dar la noticia más feliz de su vida.

Con un movimiento de manos, Belle saco un juguete de su bolso, mientras veía como el niño se emocionaba con rapidez al ver su regalo.

El niño tomo el regalo, y lo abrió con impaciencia, deleitándose con el nuevo robot y regalando le un abrazo a a su hermana.

Rápidamente, subió las escaleras para mostrarle su nuevo juguete a Emery, quien seguro estaría durmiendo.

Belle se levantó, acomodándose un poco la ropa hasta que percibió la mirada fulminante por detrás de ella.

Sonrió ante la sensación de que Lexi seguro estaría odiandola.

-Supongo que también le trajiste algo a Max, ¿Verdad?. -hablo Lexi, rompiendo el silencio establecido por Belle.

Belle solo dejo escapar una risa en respuesta.

-¿Debería?. -sus ojos escrudiñaron los de su hermana, quien rápidamente dejo a su hijo sobre el sofá, para acercarse aún más a Belle.

Serendipia Pelirroja | G Weasley | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora