Epílogo.

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FUIMOS, SOMOS Y SEREMOS

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Canción: Birds — Imagine Dragons





Un año después.





Ajusto la corbata de moño negra y levanto el mentón porque necesito que quede bien alineada. Corbata barata de oferta que no coopera. Quién diría que me vería en este momento, de nuevo vestido en un esmoquin negro que me llevaría de vuelta a ese mismo lugar.

Un carraspeo me saca de mis pensamientos y me giro para encontrarme con mi hermana, lleva a su hija en brazos, Geraldyn ya es una bebé que camina, pero que sin duda aún le gusta estar entre los brazos de las personas. ¿Y quién no se resiste a ese encanto? Aunque Alec alegue que lo sacó de él, todos sabemos que lo heredó de los Prescott.

—¿Crees que me veo bien? —Mi hermana de inmediato llegó hasta mi lado y dejó a la pequeña en el suelo para mirarse en el espejo que yo estaba viéndome, de hecho, seguía viéndome según yo.

—Te ves bien, quién diría que te atreverías a quitarte lo pelirroja.

Ella sonrió.

—Lo sé, y se siente bien. Me gusta ser rubia ahora, me quité años.

—Uy, sí. ¿Ya jugaste el juego de roles con Alec?

—Eso jamás te lo diré.

Me pegó un codazo y yo solté una carcajada por la cara que puso. No me incumbía, pero era divertido ver a Emma desencajando el rostro cada vez que lo mencionaba.

Un día, cuando ella perdió un neumático yo corrí a auxiliarla. Al abrir la cajuela me encontré con algunos disfraces que iban desde enfermera hasta colegiala, ella alegaba que no eran de ella, pero quién sabe. Por ahora disfrutaba verla avergonzada.

—¡Vamos!

—¿No te cansarás nunca? Te dije que no eran míos.

—¿Entonces? No pueden ser de alguien más.

—Ya basta, eres un pesado.

Rodó los ojos y me reí de nuevo. Ella me ayudó a ajustar la corbata y me sonrió.

—¿Seguro que estás listo?

—Sí. —Frunció el ceño y asintió.

—Confío en ti. Nunca olvides que te quiero mucho ¿vale?

La abracé. Emmaline me rodeó por la cintura y la apreté contra mí. Claro que la quería, ella no solo era mi hermana, ni la que cumplía años el mismo día que yo, era mucho más. Era mi mejor amiga también.

—Te quiero mucho, siempre serás mi otra mitad.

—Por la conexión.

—Por la conexión —repetí.

Nos separamos del abrazo y ella tomó de la mano a Geraldyn. Extendí los brazos hacia mi sobrina y ella vino hasta mí, zafándose del agarre de su mamá. Emma abrió la boca, con indignación.

—Te he dicho que me ama más a mí —dije con burla.

—Ella ama a su mami, ¿verdad, mi amor?

Tomé a Lynn, apodo que se quedó con cariño para la pequeña. Y aunque su mamá extendía sus brazos, ella prefirió enterrar su rostro en mi cuello.

Levanté ambas cejas y le guiñé un ojo a mi hermana, ella volvió a fruncir su ceño.

—Te odio.

La chica de mis pesadillas [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora