La chica de mis pesadillas [COMPLETA]

15.

ACCIÓN DE GRACIAS

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La mañana de Acción de Gracias la pasé demasiado relajada en la presencia del señor Wise y de Elliot, el señor Wise no era demasiado bueno en la cocina, siempre me decía que si quería un poco a mis hijos debía prepararme mi propia comida, y tenía razón, un día intentó preparar unos huevos revueltos que no tenían para nada un sabor muy agradable. Desde ese momento me convertí en la cocinera de él, agradeciéndole de esa manera el gesto de tenerme aquí en su casa por una temporada.

Cuando subí a relajarme un poco antes de entrar a la ducha, me topé con él de nuevo, pareciera que Elliot me estaba siguiendo a todas partes, pero lo que realmente quería era que me dejara respirar solo unos segundos para poder mentalizarme que estaba aquí. Su cercanía me ponía demasiado nerviosa aún, pero no quería decirle nada acerca de eso para no alimentar ese ego tan grande que tiene.

El día que llegué a la casa del señor Wise supe que no cabía ni la más mínima posibilidad de estar a su lado, no quería seguir causando más problemas alrededor de esta familia. Si bien estaba demasiado agradecida, la única manera de agradecerles el gesto de ayudarme era alejarme, pero eso no significaba que iba alejar a mis hijos, no, nunca haría algo como eso, pero por el bien mental mío no quería seguir creando falsas esperanzas en mi cabeza.

—Pensé que estabas abajo con tu abuelo —dije.

—Lo estaba, pero el anciano es aburrido algunas veces.

—Yo también lo soy, por eso me he llevado bien con él en todo este tiempo.

—Puede que sí —dijo con una sonrisa—. Pero me queda claro que algunas veces no eres aburrida.

Rodé los ojos, sintiéndome un poco irritada por ese comentario.

—Sí, por querer divertirme ahora estoy esperando dos bebés.

—Eso dolió —fingió dolor.

No sabía si era el embarazo, pero algo en mí hacía querer tener a Elliot lejos, no era como si fuéramos mejores amigos en estos momentos. Criaríamos hijos juntos y apreciaba que quisiera arreglar las cosas, pero justo ahora, me sentía un poco irritada con su presencia.

—Tengo que tomar un baño —cambié la conversación—. Debemos irnos un poco temprano porque quedé de llevar un postre a la cena.

Elliot elevó ambas cejas.

—¡Vaya! Parece que ahora te llevas muy bien con mi familia.

—Se le dice: educación. Mis padres me enseñaron cosas buenas, aunque no lo creas.

—No cabe la menor duda de eso, solo bromeaba, Anna. No quiero que te enojes más conmigo.

—Pues si te parece bien... quiero bañarme, y quiero estar sola unos momentos para relajarme, no olvides que hoy conoceré al resto de tu familia.

Elliot sonrió amplio.

—La abuela Alondra vino ¿eh? Es la ex del abuelo, prepárate para presenciar la química frustrada entre ellos. Si el abuelo se pone gruñón, no te lo tomes personal. —Abrí la boca para decir algo, pero él me detuvo—. Por cierto, soy el consentido de ella, te tratará bien al saber que estás embarazada de su nieto favorito.