04.

2.6K 184 35
                                    

NO IMPORTA CON QUIÉN

• • •


→ A N N A L I S E ←


Cuando Elliot me dejó en el estacionamiento que estaba exclusivo para mi ala de residencia, sentí un cosquilleo inmenso en mi estomago al tener que alejarme.

No podía explicar con exactitud por qué me sentía de esta manera, tal vez se debía a la mirada de ojos café oscuro que él poseía, a ese irresistible rostro con facciones de hombre que llamaban demasiado mi atención. Sabía que el día que lo conocí ese día cerca de la cafetería era un riesgo, un riesgo de que conociera algo muy íntimo mío sin siquiera habernos presentado.

Tomé aire profundamente mientras caminaba de manera firme, me daba un poco de pena, estaba demasiado concentrada en caminar bien para así no tener que tropezar como lo hago siempre que estoy nerviosa. Sabía que dentro de mi habitación estaría Heather esperándome de manera entusiasta para preguntarme cómo me había ido con el chico alto y apuesto. Así describía ella a Elliot, de una manera que hasta yo misma me maravillaba más.

Pero debía ser clara conmigo misma, sabía cómo eran los hombres, sabía cómo podía llegar a lastimarme un chico, y es por eso que de la misma manera no planeaba enamorarme. Heather había dicho que debía aprender a jugar el mismo juego que los chicos, pero para ser sincera el juego de la seducción me asustaba mucho.

En cuanto abrí la puerta del dormitorio Heather dejó de hacer lo que estaba haciendo.

—¿Cómo te fue con el galán de Elliot?

Ella era demasiado entusiasta a la hora de hablar de chicos, aunque su verdadera realidad era que los chicos perfectos existen solo en los libros.

—Me fue bien, Elliot es más inteligente de lo que creíamos.

—¿Todo un caballero?

—No estamos hablando de un Romeo, pero sí, es demasiado atento.

—En serio, Anna, me encanta que después de todo hayas decidido darte a una salida con ese chico. Me gusta como una de las dos comienza a salir de esta ratonera de residencia.

—¡Hey! Somos demasiado inteligentes, eso es lo que pasa. —Me senté en la orilla de mi cama mientras que ella estaba revisando unas hojas en su escritorio.

Compartir habitación de residencia con Heather era demasiado bueno, compartíamos los mismos gustos básicamente y también una de las cosas que me agradaba mucho de ella era que siempre tenía respuesta para todo, a pesar de ser una rata de biblioteca, como ella decía, era una mujer fuerte y fiel creyente del poder femenino.

—Deber divertirte con Elliot, se nota que él también quiere jugar el juego. Nadie aquí busca algo serio, es la realidad.

Asentí.

—No sé si estoy lista.

—¿Para perder la virginidad?

Rodé los ojos.

—Hablo de si estoy lista para hacerlo con alguien que no quiera, así como en las novelas.

—Aquí la realidad, Anna, es que no importa con quién lo hagas, siempre te romperán el corazón.

Tomé aire de nuevo. Debía ser realista conmigo y convencerme de que no podía pasar toda mi vida virgen esperando que llegara el indicado, si de algo estaba segura es que quería comenzar a vivir la vida de universitaria, una universitaria que se divierte y no se preocupa por lo que pasa en casa.

La chica de mis pesadillas [COMPLETA]Where stories live. Discover now