¡Treinta y dos!: visiones diferentes y mariposas en el estómago.

8.2K 1.3K 472
                                    

ChanYeol caminó tranquilamente por los pasillos del instituto hasta llegar a la salida, JiMin se encontraba ahí sentado en una de las bancas cercanas mientras jugaba con su celular y, sin poder evitarlo, el alfa miró hacia los alrededores en búsqueda de YoonGi. No demoró en darse cuenta de que no estaba cerca y se acercó lo suficiente a JiMin como para llamar su atención.

—Oh, hola —saludó antes de guardar su celular en su bolsillo y levantarse de la banca—. ¿Nos vamos a casa? —sonrió.

Yeol mordió el interior de su mejilla y miró nuevamente a los alrededores.

—¿Estabas solo? —enarcó una ceja, mirándolo de nuevo.

—Uh... desde hace unos minutos, sí —se encogió de hombros mientras jugaba con sus dedos—. ¿Por qué? —lo miró tentativo.

Al dar un paso más cerca, Yeol notó que el aroma de YoonGi revoloteaba suavemente alrededor de JiMin.

—Nada —bufó—, vámonos a casa —hizo un movimiento con su cabeza en dirección a la calle y se adelantó.

JiMin lo miró con extrañeza, pero finalmente lo siguió, sus labios alzándose con una suave sonrisa mientras se acercaba a su hermano y lo tomaba del brazo en un gesto que no había hecho desde hacía un tiempo. Al darse cuenta de la calma que cargaba consigo, JiMin consideró que las cosas estaban mejorando de a poco.

—¿Qué tal? —preguntó enarcando una ceja mientras buscaba la mirada de su hermano quien, tratando de verse lo más sereno posible, frunció un poco más cejas, pero se encogió de hombros—. Lo tomaré como un "todo bien" —señaló—. Por otro lado, si eres un impostor que reemplazó a mi hermano, no me quejo, ¿me compras un helado? —preguntó sonriente.

ChanYeol viró los ojos.

—No te emociones, JiMin —suspiró.

—Bien, no te molestaré —palmeó su hombro.

Ellos regresaron a casa con una conversación amena de fondo y ninguno tocó el tema del que seguro estaban pensando, porque JiMin no quería arruinar el momento y ChanYeol aún no estaba lo suficientemente seguro de si lo que le había dicho Baek era algo en lo que debería pensar más seriamente o si no era tan importante, hasta descubrirlo, trataría de analizar sus opciones.

Por otro lado, YoonGi sostenía con firmeza las correas de su mochila en un gesto ansioso mientras esperaba a que sus amigos salieran de clases y no pudo evitar tensarse en un lugar cuando ambos salieron de la institución. La situación con NamJoon seguía sin resolverse, sabía que había cometido un error al no haber ido a darle el regalo, pero realmente esperaba que lo entendiera.

Se le hizo complicado poder mirar a NamJoon a los ojos cuando estuvo lo suficientemente cerca, se le notaba en la cara que estaba incómodo y aunque el grandulón lo negara, él también lo estaba. La tensión entre ellos era palpable y aunque habían pasado días desde su pequeño altercado, los sentimientos negativos seguían rondando los alrededores. Después de todo, no fue una típica discusión.

HoSeok suspiró algo tembloroso por la tensión y abrió la boca primero.

—Te teñiste el cabello —mencionó sinceramente sorprendido.

YoonGi parpadeó confuso y pareció recordar que lo había hecho, porque formó una mueca y lo peinó un poco con su mano, luciendo avergonzado.

—Ah, sí... quería verme decente —se encogió de hombros, sus labios apretándose en incomodidad cuando notó que NamJoon no había cambiado su expresión.

Ambos habían estado al menos un par de segundos mirándose, pero se había sentido como una eternidad y los nervios del pobre beta no estaban dispuestos a esperar otro segundo en esa sofocante agonía.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseWhere stories live. Discover now