¡Veintidós!: citas fallidas y madres salvavidas.

11K 1.8K 1.2K
                                    

HoSeok se terminó de vestir y se miró con curiosidad en el espejo, esperaba que no se viera demasiado exagerado o muy simple, estuvo quizás cuarenta minutos pensando en qué ponerse y cuando lo logró, salió con una sonrisa de su habitación. En el momento que se asomó por el final de las escaleras observó a sus padres sentados en la mesa de la sala con sus computadoras, sus cuadernos y demás cosas que solían usar a cada momento del día porque no eran capaces de pensar en algo más que no fuera el trabajo.

—Hasta luego, voy a salir —avisó.

—Bien —dijo su padre, su madre asintió.

Con un suspiró caminó hasta la puerta, tomó sus llaves y salió de la casa sin estar en absoluto sorprendido de que ninguno de los dos le hubiera preguntado a dónde iba.

Con pasos lentos se acercó hasta la parada de autobuses mientras miraba su celular, considerando si debía enviarle un mensaje a TaeHyung o no, quizás si le dijera que estaba en camino el alfa podría sentirse presionado, pero quizás si no enviaba nada el alfa pensaría que no estaba listo ni siquiera.

Ante ambos pensamientos apretó sus labios, mirando con frustración la pantalla de su celular y sintiendo una pequeña molestia apoderarse de su pecho. Bien, ¿y ahora qué? ¿Qué iba a hacer? Las opciones en su cabeza corrían en círculos y los nervios lo estaban comiendo vivo, si tan sólo...

«¡Voy en camino!» leyó en la pantalla y todo pareció relajarse alrededor de él. Le contestó igualmente y con una sonrisa se subió al autobús que había llegado.

Sí, quizás HoSeok era un poco ansioso.

El camino hasta la heladería fue tranquilo y a pesar de que estaba frente a aquel sueño que había tenido todos los días desde que conoció a TaeHyung, no terminaba de asimilar que realmente estaba sucediendo, entonces su corazón no comenzó a latir con fuerza sino hasta que entró al establecimiento y vio al contrario sentado en una de las meses frente al gran ventanal.

Por un segundo consideró seriamente la idea de huir como el cobarde que era, al menos hasta que TaeHyung lo miró y lo saludó con una sonrisa.

Bien, él podía con esto.

Tomó aire y se acercó.

—H-Hola... —se sentó frente al alfa cuidadosamente—, ¿ya pediste algo? Puedo pagar yo —dijo rápidamente—. Uh, aunque si no quieres está bien...

TaeHyung se veía realmente guapo, llevaba unos pantalones negros casi ajustados, una camisa blanca y una chaqueta de jean, era casi como si el estilo del día anterior hubiera desaparecido por completo y se dio cuenta de que quizás el alfa era alguien a quien realmente le gustaba combinar diferentes estilos de ropa.

Le gustaba mucho eso.

—¿Uh? No, no, no se preocupe, yo puedo pagar mi helado —se rió.

Colocó ambas manos sobre sus piernas, tratando de drenar sus nervios.

—¿No llevas mucho tiempo esperando, cierto? —trató de relajarse, estaba seguro de que su cara estaba roja y quizás estaba temblando solo un poco, por lo que se dio ánimos a sí mismo.

—No, está bien —hizo un ademán con su mano.

HoSeok ya podía sentirse un poco más tranquilo, comenzó a pensar que los nervios de hace un momento y las náuseas que había tenido mientras se vestían había sido para nada.

Ahora sí estaba dispuesto a relajarse.

—¿Cuándo crees que van a llegar los demás? —preguntó animadamente.

Y el beta se quedó en blanco un segundo, su sonrisa congelándose.

—¿Cómo? —fingió no escuchar bien, esperaba que fuera el caso.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseWo Geschichten leben. Entdecke jetzt