¡Veintiocho!: aventones a casa y alfas misteriosos.

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HoSeok se sentó después de YoonGi, sus mejillas estaban rojas a más no poder y trató de concentrarse en abrazar su mochila para descargar sus nervios así como en ver a YoonGi, pero este estaba demasiado concentrado en mirar con curiosidad el auto de las madres de Jeon y en ponerse cómodo sobre el asiento.

—Bien, ¿estos son todos tus amigos o falta otro? —fue la primera pregunta que hizo la alfa cuando todos estuvieron dentro del vehículo, aunque su voz se oía serena YoonGi hizo una expresión de miedo que hizo reír a JungKook—. Pensé que eran los mismos chicos del otro día, ahora tenemos víctimas nuevas —los miró un segundo por el retrovisor, bajando sus lentes de sol.

—No los asustes, Young —Suni picó su hombro, la alfa le sonrió juguetona.

—Él es YoonGi Hyung —el nombrado saludó con su mano cuando vio a la mujer en el asiento de copiloto mirarlo con ojos curiosos.

—Mucho gusto —sonrió, tratando de lucir lo más amable que podía. La mujer solo le sonrió igualmente con un aura de amabilidad pura bailando alrededor de ella.

—Y él es HoSeok Hyung —el beta miró a ambas mujeres con sus labios apretados en nerviosismo, estaba tratando de armar algo decente en su cabeza, hasta que YoonGi le dio un golpecito en la pierna que le hizo abrir la boca.

—Hola —saludó cortamente, sintiéndose tonto después porque eso había sido patético—. Es un gusto... —agregó.

—También es un gusto conocerlos. Yo soy Suni y ella es Young —se presentó mientras que la alfa movió su mano como saludo sin despegar la vista de la carretera, esperando que los autos se movieran para avanzar.

—Ellos son los últimos amigos que invitaré —agregó Jeon, viendo a su madre asentir.

—Bien, porque no tengo tanta memoria como para aprenderme las casas de más amigos —JungKook rió por lo exagerada que era su madre—, ¿a quien dejamos primero? —preguntó la alfa mientras arrancaba el vehículo, alejándose del instituto.

—Bueno, mi casa queda más cerca —comenzó YoonGi—, si quiere puede dejarme primero —se asomó un poco, inclinándose sobre HoSeok y provocando que este se acercara más a Jeon—. Sólo tiene que seguir derecho por aquí hasta que le diga dónde girar.

—Perfecto —le dijo la mujer, mirándolo de soslayo un segundo.

YoonGi la miró un par de segundos más.

—Me gustan sus piercings —soltó, acomodándose otro poco y apretujando más a Jung, el beta estaba rojo a más no poder mientras JungKook le sonreía con pena—. ¿Dónde se los hizo? Son muchos... —agregó un poco impresionado, solo en una de las orejas de la mujer veía ocho que variaban entre negro y plateado.

—Yo misma —sonrió con orgullo—, en mi otra oreja tengo otros ocho —dijo casi presumiendo y YoonGi abrió la boca mientras hacía un sonido de sorpresa, provocando una risa en la mujer sentada en el asiento del copiloto.

—A realmente ella le gusta presumir eso —comentó Suni.

—Yo también lo haría si tuviera esas habilidades —confesó YoonGi antes de volver a mirar a la alfa—. JungKook, tu mamá es genial —lo miró un segundo antes de regresar su atención a la mujer, el mencionado simplemente se rió—. ¿Cuánto me cobra por hacerme un par? —YoungMi enarcó una ceja, divertida por la pregunta del peliazulado.

—Yoon —HoSeok lo regañó por preguntar algo así y le dio un pequeño empujoncito para que le diera espacio.

JungKook miraba atento como el beta se retorcía un poco, siendo sofocado por el poco espacio que le daba YoonGi y que lo obligaba a estar casi encima de él. De repente una de las manos de Jung cayó sobre su muslo y ambos se miraron, Jeon no iba a negar que disfrutó de sobremanera la forma en la que el beta lo miró con pánico, apartando su mano y sonrojándose hasta las orejas.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseWhere stories live. Discover now