¡Tres!: chicos no tan emos y castigos injustos.

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YoonGi suspiró aburridamente mientras miraba los alrededores de la cafetería, su almuerzo ya terminado y con un hambre que todavía no se saciaba del todo. El día había empezado muy mierda para él cuando su madre lo levantó con gritos de mujer menopáusica, se cayó de culo en la ducha dos veces y luego cuando iba de camino al instituto recordó que sus audífonos estaban en su habitación, así que no pudo ignorar tranquilamente la clase de historia.

Suspiró como idiota enamorado cuando vio caminar al rubio dueño de sus pensamientos, definitivamente ver al lindo omega que lo hacía pensar en arcoíris, peluches cantarines y en esas historias de amor empalagosas alegraría su día. El idiota de ChanYeol no estaba a su lado vigilando como perro guardián y YoonGi se dio el lujo de mirar un poco de más, sus ojos fijos en su pequeña cintura y luego en su linda carita tan adorable, de repente tenía ganas de llenársela de muchos besi...

—Ni se te ocurra, siéntate ahora mismo.

YoonGi miró de mala manera a NamJoon mientras se volvía a sentar. No sabía en qué momento se había levantado, y quizás también habló en voz alta pero no era su culpa que JiMin fuese tan lindo.

—No haga una estupidez o yo mismo me encargaré de matarte para entregarle personalmente el cadáver a Park ChanYeol.

—¿Desde cuándo la mayoría de cosas que salen de tu boca son amenazas?

—Desde que le pusiste un ojo a JiMin y desde que me di cuenta que lo que hagas nos perjudicará a los tres —explicó—. ¿Quieres un ejemplo? Lo que pasó ayer —soltó con un tono más bajo en su voz, aún estaba resentido por eso, el alfa levantó sus manos como señal de rendición.

—¿Podrías quitarte los lentes de sol?, que no sé si me estás mirando a mí —respondió y vio como el peli-rosa enarcaba una ceja que se veía por encima de los presuntos lentes—, y estamos bajo techo, sin sol, por si no te habías dado cuenta.

—¿Y que ChanYeol me vea? ¿Estás loco? —los reacomodó en el puente de su nariz—. Si al lunático ese aún está molesto entonces tengo que resguardarme.

YoonGi lo miró con los ojos entrecerrados, ladeando sus labios en una mueca.

—Creí que eras todo un macho que no le tenía miedo a nada —se cruzó de brazos.

—Lo soy —arrugó un poco su nariz—, pero una pelea es lo que menos necesito, menos si es por culpa tuya.

—Tienes un afán por culparme de todo —viró los ojos.

NamJoon abrió la boca para atacarlo con su buen argumento de por qué él tenía razón en lo que decía y YoonGi no, seguramente agregaría uno que otro insulto a su orgullo para hacerlo sentir mal y que cerrara la boca en lo que quedara del día, pero HoSeok se sentó desviando la atención de ambos. Jung estaba con la ropa desarreglada y medio despeinado, YoonGi se rio de su estado pero no dijo nada, NamJoon se adelantó.

—Luces como si te hubieran manoseado entero —comentó, el beta le echó un vistazo para lanzarle alguna mirada filosa pero los lentes de sol lo hicieron fruncir el entrecejo—. Ah, son prevención.

—Ah —siguió mirándolo raro unos segundos hasta que regresó su atención a la bandeja que llevaba consigo—. Hoy es día de pizza, por eso parece un jodido zoológico ahí —hizo un movimiento con su mentón hacia las personas acumuladas, empujándose para poder llegar al frente y conseguir un pedazo de la deliciosa comida—. Les traje un poco —les extendió su bandeja con una sonrisa y ambos tomaron un pedazo de los cinco que había..

—Gracias —ese fue YoonGi—, luego te pago —le dio un mordisco, sonriendo.

Los tres empezaron a comer tranquilos la ración hasta que el beta miró por un corto momento a la multitud de estudiantes, una cabellera rubia llamó su atención y regresó la mirada a la mesa, específicamente hacia YoonGi.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseWhere stories live. Discover now