¡Seis!: posibles parejas predestinadas y alfas no tan empalagosos.

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Ese día el alfa había empezado a limpiar la cafetería y sin darse cuenta terminó más rápido de lo que esperaba, pero aun así eso no evitó que estuviera demasiado cansado luego y se sentó en una de las sillas mientras se recuperaba para su ronda en la cancha.

Miró un par de veces la entrada y pensó que al final JiMin no se aparecería, de hecho no esperaba que lo hiciera, pero aun así estaba un poco decepcionado. Tomó un poco de agua y luego de acomodar todos los productos que usaría caminó hasta la cancha. Grata fue su sorpresa cuando vio al omega sentado en las gradas mirando su teléfono celular más caro que el suyo, luciendo lo suficientemente lindo como para querer tomarle una foto y enmarcala. Pero YoonGi no tenía cámara y no sabía nada de fotografía además que seguramente, con su suerte, saldría borrosa.

—Hey —le llamó haciendo el gran intento de que su voz no temblara por los nervios, sin embargo sus piernas sí lo hicieron cuando los ojos de JiMin se fijaron en su persona y una brillante sonrisa apareció.

—¡Hola! —lo saludó emocionado, automáticamente dejó su celular de lado y rebuscó algo en su mochila. YoonGi empezó a subir las gradas porque realmente quería acercarse al omega, además de tener curiosidad de ver lo que buscaba—. Por un segundo creí que no vendría —lo miró cuando se sentó a su lado, Min asintió sin saber bien qué decir.

—Es sólo que tuve que limpiar la cafetería primero —se excusó—. ¿Esperaste mucho? —preguntó con auténtica curiosidad y el omega negó.

—No, apenas salí del club de baile vine para acá, y eso fue hace como diez minutos —le restó importancia y sacó un táper color azul pastel de su mochila—. Traje esto —le mostró el táper y luego lo destapó, a pesar de sonar bastante seguro de sí mismo se le era casi imposible mirar al alfa a los ojos, YoonGi se dio cuenta de eso—. Ayer mi mamá hizo cupcakes y sobraron un par, pensé que serían una buena manera de romper el hielo.

El peli-azul casi se muere ahí mismo por todo lo que estaba sintiendo y por lo adorable que era el pequeño omega rubio. Sonrió en grande y sin poder evitarlo dejó escapar una risita. Park lo miró con sus mejillas sonrojadas como parecía ser costumbre y YoonGi sin dudarlo tomó uno de los cupcakes.

—Creo que es una perfecta manera de romper el hielo —le dio una mordida, su boca cosquilleó por el sabor dulce—, y una realmente deliciosa —las mejillas de Park se encendieron aún más y volvió a bajar la mirada al otro Cupcake que estaba en el táper—. Gracias.

Ambos pares de ojos intercambiaron miradas sin previo aviso y ambos las desviaron automáticamente por la vergüenza; YoonGi masticando sin poder retener una sonrisa y JiMin apretando sus labios para retener la suya.

—Tengo que comerlo rápido pero no creas que no lo disfruto —le dio otra mordida, soltando un suspiro por lo delicioso que estaba el chocolate.

—Me alegra que le guste, puedo traer este tipo de cosas siempre si quiere.

—¿Eso no le molestaría a tu mamá? —le preguntó, su mejilla estaba llena del postre y el omega se rió.

—Ella siempre hace postres y nos da a Yeolie y a mí, me gusta compartirlos.

JiMin finalmente mordió el suyo y el alfa estaba secretamente esperando a que su mejilla se manchara para hacer esa típica escena cliché donde él la limpiaba y luego quizás soltaba alguna frase considerada romántica. Posiblemente lo que seguiría sería un beso si tenía mucha suerte y luego la boda.

No, esperen, muy rápido.

—Mi mamá nunca cocina estas cosas y si lo intenta termina quemado o maldiciendo hasta a la existencia —comentó—, tienes suerte.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseWhere stories live. Discover now