¡Treinta y ocho!: vidas aparentemente secretas y finales culminados.

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—Bien, entonces serían...

La madre de JungKook miró por el retrovisor a los varios adolescentes que estaban dentro de su vehículo y aunque sabía quiénes eran, su memoria no le ayudaba mucho.

—Bueno mamá, tampoco esperaba que recordaras cada uno de los nombres, mucho menos si los escuchaste una sola vez —fue su hijo, abrochándose el cinturón de seguridad del asiento delantero. Su mami no estaba con ellos esa vez por estar trabajando en su nuevo libro y eso le había dado la oportunidad de sentarse ahí.

—No puedo creer que ni mi hijo crea en mí —chasqueó la lengua y encendió el vehículo, viendo el retrovisor por última vez—. En fin, no se molesten en presentarse porque no lo recordaré, los recuerdo mejor como "el que quiere piercings", "el sonriente", "el rubio", "el biólogo" y... El de rosa aún no lo conozco, pero te diré "el de rosa" —decía mientras conducía.

YoonGi se rió porque sabía que hablaba de NamJoon.

—¿El biólogo? —cuestionó JiMin, quien había logrado que su madre le diera permiso de ir ese día a estudiar con sus amigos. Por suerte su padre no se opuso a la idea porque pensaba que todos sus amigos eran omegas y ChanYeol no dijo nada.

—Oh sí, uno de ustedes sabe mucho de biología, ¿no? —dijo de manera casual y de inmediato todos miraron a TaeHyung, quien se sonrojó abochornado.

—JungKook, no puedo creer que le contaras a tu madre... —cubrió su rostro con una de sus manos, encogiéndose en su puesto.

—Ya te dije que me enojé de más por mi celo, no por lo que dijiste —se defendió el alfa, oyéndose quejumbroso, pero a sabiendas de que mucho de su enojo era por cuestiones relacionadas a HoSeok, sólo que no lo diría—. Además, no les conté porque quise —agregó—, HoSeok Hyung me acusó frente a ambas de que había olvidado la fecha de mi celo y tuve que contarles el contexto.

TaeHyung miró al beta con un pequeño mohín en sus labios y este desvió la mirada hacia algún otro lugar del vehículo para no ser acusado.

—No hay nada de qué disculparse ya —comenzó la alfa nuevamente, concentrada en la carretera—. Me pareció gracioso, no hay por qué enojarse si todos tenemos opiniones diferentes —le dio una mirada rápida, luciendo amistosa—. Enojate con JungKook quien fue el que me contó el chisme —rió.

—Mamá —se quejó.

Aigo, tiene razón —fue la respuesta de TaeHyung.

Aquel jueves, un día antes de que los exámenes finales culminaran, lograron ponerse de acuerdo para ir a estudiar a casa de JungKook, incluso NamJoon aceptó porque no tenía nada que hacer aquella tarde en específico y su madre estaba feliz de que pudiera hacer alguna otra cosa que no tuviera que ver con médicos o psicólogos.

Aunque el auto era considerablemente grande, seguían siendo cinco adolescentes amontonados en la parte trasera y la mejor manera que tuvieron de acomodarse fue que HoSeok se sentara sobre las piernas de YoonGi y que JiMin se sentara sobre las de NamJoon, dejando a TaeHyung en el medio sosteniendo su mochila.

Sorprendentemente, la idea de que JiMin fuera en sus piernas fue de NamJoon y esto no lo hizo solo para evitarle el momento raro al omega, sino también porque sabía que si se sentaba en las de YoonGi el auto no demoraría en oler fuerte a café y chocolate. Además, siendo otro omega, no se sentía extraño en absoluto, sin tomar en cuenta el contacto físico, pero aquello era lo de menos ya que JiMin no pesaba mucho y no se acurrucaba sobre NamJoon.

El viaje fue corto y aunque la madre alfa de JungKook era un poco más seria y callada de lo que era su madre beta, el ambiente no se mantuvo raro en absoluto, menos cuando encendió el reproductor, alejando por completo los silencios incómodos.

De persecuciones y hermanos celosos ✧ ym ➺ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora