Capítulo IX

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No pienses en Ashley y Aiden durmiendo en la misma habitación.

No pienses en Ashley y Aiden durmiendo en la misma habitación.

No pienses en Ashley y Aiden durmiendo en la misma habitación.

Demonios, solo podía pensar en Ashley y Aiden durmiendo en la misma habitación.

Intentando recomponer mi ánimo herido, me senté en una de las bancas de madera mientras miraba el garabato de la habitación 315.

Ashley Rhodes y Aiden Reed.

Ashley Rhodes y Aiden Reed.

Ashley Rhodes y Aiden Reed.

Juntos. En una misma habitación, en una misma cama, probablemente desnudos y sudorosos.

—¡Joder! —mascullé, intentando contener un poco de mi grito. No había nadie alrededor que me escuchara tampoco, todo el mundo había ido a la playa o a conocer las instalaciones del resort.

Esto solo podía ser peor que haber encontrado una mancha de cloro en mi falda favorita. Todo se había derrumbado por un momento, pero ya me había cambiado a mi segunda falda favorita y había decidido dejar el incidente atrás.

Esta había sido mi culpa por ofrecerme a ayudar a los profesores, que sabían que los estudiantes no serían sinceros con ellos sobre sus compañeros de habitación.

Quizá debí haber previsto esto, pero ni siquiera había pasado por mi cabeza. Es más, ni siquiera sabía por qué me importaba, toda la escuela sabía que Aiden se la liaba con Ashley y con otras chicas como si nada, no había nada nuevo ahí. Lo sabía hace años, y aún así aquí estaba, actuando como una estúpida.

—Estás siendo estúpida, Alex —murmuré para mí misma en voz alta—. Debes superarlo, Aiden no te pertenece, Aiden no es absolutamente nada tuyo, Aiden no te debe nada y como el infierno que algún día lo hará.

Quizá debía soltar esto, decirle a Aiden que levantaba la bandera blanca y atenerme a nuestro trabajo de literatura y nada más, porque tenía el leve presentimiento de que estaba comenzando a involucrarme demasiado, y eso no era bueno, yo ya tenía un historial de tener un corazón demasiado frágil.

¿Pero cómo se pasa por alto a un hombre como Aiden?

—¡Alex! Te estábamos buscando —Hails apareció de repente en el pasillo, con su traje de baño y un pareo ya puestos—. ¿Qué haces?

—Solo revisaba que todos los nombres estuvieran en su lugar —mentí, intentando sonar casual.

—Ya deja de quemarte las cejas, vamos —me cogió de la muñeca y me arrastró por el pasillo hasta mi habitación—. Ponte tu mejor traje de baño, vamos a la playa a conquistar algunos chicos floridenses.

Sacando un humor playero que definitivamente no tenía, cogí mi traje de baño burdeo y me lo puse rápidamente mientras amarraba mi pelo en una trenza, consciente de que el agua salada y la arena eran sus peores enemigos.

La playa paradisiaca de Key West quedaba solo a unos minutos caminando, y como en la mayor parte del archipiélago, teníamos vista a ella desde nuestras habitaciones.

Cuando llegamos a la playa, ya había varios seniors haciendo de las suyas. Todos estaban felices mientras yo seguía deseando que me tragara la arena.

—Joder, oh mi Raider —murmuró Hails, mientras se bajaba los lentes de sol a mi lado.

Me giré solo para encontrarme con Aiden, Ashley y Gabe acomodándose a unos cien metros de donde estábamos nosotras, pero solo podía ver el torso de Aiden.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora