Parte II - Capítulo XXVI

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GENTE LAMENTO TANTO NO HABER SUBIDO.

PERO TENGO UNA BUENA EXCUSA EN SERIO.

Bueno hace poco más de una semana puse que mi computador murió porque el que uso para escribir pues está bien muertísimo y pensé que no era nada pero resultó que tenían que cambiarle una pieza e iba a estar listo el viernes, pero pinche pieza de mierda se quedó atascada en aduana y no ha llegado y pues mi computador sigue en el servicio. Resulta que yo de estúpida no le hice respaldo a los escritos más recientes (hago respaldo cada tres meses o así), y pues me quedé sin esta novela para subirla. Al final no me han devuelto el computador pero me las arreglé para estrujarme el cerebro y escribir dos de los caps de lo poco que me acordaba (básicamente escribí otra vez lo que ya hanía escrito). O sea siento que quedaron medios culeros, pero les juro que les di mi mayor esfuerzo considerando que los escribí con todo el odio de mi vida jajaja Espero que para la próxima semana mi compu ya esté de vuelta :(

PERDONEN EL MUCHO TEXTO AHORA A LO QUE VINIMOS.

***





Alexandra

Decir que estaba hecha un lío no le hacía justicia a cómo realmente estaba.

Varias cosas habían pasado ayer después de que mis papás me sacaran de la escuela. La primera, tuvo que ver con la sorpresa del director cuando vio el estado de mi mano derecha, roja e hinchada en los nudillos que probaban que efectivamente había golpeado algo.

Mis papás escucharon la misma versión a la que me apegué: Jake había dicho un comentario inapropiado sobre mí que no valía la pena repetir, y yo lo golpeé. Lo primero era cierto, solo lo segundo era una mentira.

Mamá no habló mucho, al igual que no lo había estado haciendo las últimas semanas, como si quisiera ignorar que yo era su hija. Papá, por su parte, estaba enojado conmigo de una forma que no podía esconder. Me sermoneó por horas acerca de cómo la hija del alcalde no podía resolver esas cosas a puñetazos, menos con el hijo de los Garrett, que eran importantes aliados del municipio, que los hombres actuaban como idiotas pero que debíamos dejarlo pasar porque bueno, eran hombres.

Sus palabras, no mías.

Luego de eso, fui castigada. Papá ya había empezado a hacer gestiones para que mi suspensión acabara, alegando que yo no había tenido de otra (que definitivamente no fue lo que me dijo a mí). Las cosas no fueron muy difíciles porque la enfermera había descubierto que Jake estaba, como poco, pasado de copas. Encontraron una botella de vodka a medio tomar después de eso en su casillero, y lo suspendieron también. Con todo eso, mi suspensión solo sería de un día y podría volver a clases el lunes, aunque aún no tenía permitido animar para los Raiders mañana. En realidad, tenía prohibido ir al partido siquiera, lo que no tenían como impedir más de palabra considerando que no sería en nuestro estadio, sino en un estadio universitario por ser una final estatal. Si había algo que tenía claro, era que no dejaría a mi equipo a la deriva. Yo era parte de todos los trucos, y sinceramente, no teníamos un reemplazo para eso. Arruinaría todas las coreografías si me decidía a seguir las reglas como siempre hacía.

Además de eso, papá me había quitado el celular, mi iPad y mi laptop, para que no tuviera comunicación con el mundo exterior. No recordaba que nunca me hubiesen castigado así, pero suponía que golpear a alguien en la escuela y que ese alguien fuese Jake Garrett, lo ameritaba finalmente.

Me sentía inquieta sin poder comunicarme con Aiden. No tenía idea de cuáles serían las repercusiones de lo que hice, o de si Jake tomaría en serio mi amenaza. Si él no lo hacía, todo se iría al demonio, pero tenía la esperanza de que no se pudiera hacer mucho antes del partido de mañana. Si había dos versiones diferentes, la escuela tendría que investigar, y eso definitivamente duraría algunos días, así que de todas formas no había por donde perder.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora