Parte II - Capítulo XLIV

199 17 5
                                    

Es un capítulo bien cortito, por eso lo he subido rápido. Enjoy <3

***



Alexandra

Lo primero que noté cuando comencé a recobrar la consciencia fue el dolor de cabeza, amplificado en mi cien derecha donde Amy me había dado con la llave de metal.

Antes del pánico y el miedo, vino la confusión. ¿Por qué? ¿Por qué Amy me había golpeado y dejado inconsciente? ¿Por qué, por qué, por qué?

Lo segundo que noté fue que estaba sentada en una silla, en medio de la sala de una cabaña que parecía estar en medio de la nada. No había luces, ni fuera ni dentro, y mis manos estaban atadas con esposas de metal. Otra esposa tenía mi tobillo enganchado a una estructura de metal adherida a la pared.

Mi primer instinto fue gritar, patalear, llorar, hacer el escándalo más grande de mi vida. Rápidamente lo ignoré y me obligué a respirar profundo mientras intentaba hacer sentido de mi entorno y de lo que pasaba. La única luz que alumbraba la pequeña cabaña era la de una televisión en una de las habitaciones. Escuchaba grillos cantar y perros (¿o lobos?) aullando a lo lejos. No podía escuchar autos, ni tampoco ver alumbrado público. No había ningún reloj y el cielo estaba completamente oscuro. No había forma de saber cuánto tiempo había pasado exactamente, pero como mínimo tenían que haber sido tres horas. Para ahora, Aiden ya sabría que algo me había pasado.

Evito pensar en Aiden y en el hecho de que quizá nadie sabe dónde estoy. Alguien me ha secuestrado, de eso estoy segura, ¿pero quién y por qué? No veo a Amy capaz de arrastrarme hasta aquí sola, la chica era incluso más pequeña que yo.

¿Matt, entonces? Parecía ridículo que Matt planeara algo así, pero ¿qué otra persona tendría que ver con esto y con Amy a la vez? ¿Y cómo Amy pudo aceptar algo como esto?

La pregunta que más me asustaba era saber qué era esto exactamente. ¿Por qué me habían traído hasta aquí? ¿Qué querían hacer conmigo?

Antes de seguir pensando, organicé mis pensamientos y posibilidades.

1. Me querían viva, o ya estaría muerta.

2. Las esposas eran de esas que usan los policías, así que no podría abrirlas fácilmente sin la llave.

3. Tenía tanto miedo que físicamente dolía más que mi cabeza.

Lo que más me estaba comiendo viva era no saber qué era lo qué estaba pasando, el no entender cómo alguien tan dulce como Amy estaba involucrada en esto. Si era una broma, había ido demasiado lejos.

Pero incluso yo sabía que esto no era una broma. Tenía sangre seca en mi frente del golpe que me habían dado para probar que esto iba muy en serio, y ahora podía ver que Amy había planeado cuidadosamente lo que había pasado. ¿O había sido Matt? Probablemente, ¿pero qué demonios querían de mí? ¿Había caído en una retorcida película de terror en la que Amy me consideraba una amenaza para su relación y convenció a Matt de matarme? Había tantas posibilidades y todas tan sin sentido que me hubieran hecho reír si no me hubiese encontrado en la situación precaria en la que estoy.

Durante las siguientes horas perdí y recuperé la consciencia más veces de las que podía contar por la probable contusión que el golpe me había causado. Estaba muy cansada y tenía demasiadas nauseas como para intentar algo, y mi o mis secuestradores parecían saberlo, porque no se aparecieron durante toda la noche.

No fue hasta eso de las siete de la mañana que pude ver un poco mejor lo que estaba pasando, a pesar de que mi vejiga llena estaba exigiendo casi toda mi atención. La cabaña estaba polvorienta y con telas de araña, lo que significaba que nadie había estado aquí en un buen tiempo. Estaba en medio de un bosque, pero no reconocía los árboles, así que no estaba en el bosque de Sylver Valley, y definitivamente no había una línea telefónica. Incluso si la hubiera, dudaba que llegara algo de señal.

Justo en el momento en el que finalmente iba a permitirme romperme y llorar un poco por la horrorosa situación, una camioneta se estacionó fuera de la cabaña. Era una todoterreno de color plateada. No reconocía la marca, pero en seguida reconocí a quien se bajó del lado del conductor.

Jake.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora