Parte II - Capítulo XVIII

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Alexandra

A eso de las diez los Raiders finalmente comenzaron a llegar, y todo el mundo ya estaba lo suficientemente borracho como para que no importara, justo como había planeado.

Mi mayor preocupación era Jake, pero por alguna razón, estaba en su mejor comportamiento. De todas formas, le pedí a Katt que mantuviera un ojo en él. No confiaba en que se estuviese comportando, y tampoco quería que se quedara solo por ahí con alguna chica de turno, aunque a decir verdad, ninguna chica le decía que no a Jake, y quizá ese fue su problema conmigo.

Como fuese, no quería que estuviera a solas con una chica estando borracho otra vez, así que le dedicaría especial atención.

—Hola, señoritas. ¿Cómo la están pasando? —pregunté, colándome en el grupo de las Raiders, que estaban riendo estruendosamente mientras jugaban Yo nunca, nunca con escocés.

—Tengo que admitirlo, King, podría ser peor —Ashley me dio una sonrisa.

—Sí, no está mal —habló Beatrice—. Por ahora.

—Eso es genial, recuerden reportarme cualquier incidente.

—Lo haremos —me aseguró Ashley, y yo me disculpé para seguir en lo mío.

Los chicos más neutrales ya habían comenzado a mezclarse entre ellos, formando grupos grandes y pequeños alrededor de las áreas de la casa y junto a la piscina temperada. Algunos estaban tomando en el jacuzzi y otros seguían bailando en medio de la pista junto al DJ. Incluso algunas de las parejas de literatura habían comenzado a hablar entre ellos, cosa que nunca habían hecho fuera de la asignación.

Había tenido que mantener mi distancia con Aiden porque además de estar con Kyle y con Gabe, estaba con más Raiders, y si bien esta fiesta se trataba de convivir, no estaba lista para convivir con Aiden si estaba con más personas. Me estaba sintiendo extrañamente tímida, y no tenía idea de por qué. Quizá esperaría a que su grupo se redujera para acercarme.

Me pasé la primera parte de la fiesta haciendo dos cosas: asegurándome de que nadie se peleara y haciendo pequeñas acciones discretas que juntaban a las personas del sur y del norte, y evitando a Matt a toda costa. Sabía que en algún momento tendría que decirle que no estaba interesada, pero Matt tampoco era directo, así que me costaba ser directa con él. Invitarme a un vaso de whiskey o a bailar no eran declaraciones de amor, así que tampoco podía simplemente decirle que no me interesaba hacer esas cosas con él.

Dios, todo se arreglaría si mi relación con Aiden fuese pública.

En algún punto Matt se cansó de las excusas que seguía dándole y me dejó en paz, y fue mi momento para decirle que podía presentarlo con Amy. A pesar de que Matt me miró como si estuviera loca, se dejó arrastrar por mí hacia donde estaba Amy en la barra sirviéndose un vaso de cerveza. Me quedé unos minutos hablando con ellos para que no se viera forzado y luego me disculpé por una "emergencia". Increíblemente, se quedaron conversando por el resto de la hora y luego bailaron.

Además de unos pequeños altercados que se resolvieron en pocos segundos, la fiesta estaba saliendo bien. Había algunas cuántas personas que aún no se mezclaban, pero el hecho de que todos estuviéramos conviviendo en el mismo evento sin matarnos era ganancia suficiente por hoy.

—¡Alex! —de pronto Katt estaba a mi lado, exaltándome—. Es tu momento.

—¿De qué hablas ahora? Deberías dejar de tomar whiskey.

—Es tu momento de dar el ejemplo de amor y paz e ir por Reed. Está en la barra. Solo.

—Katt, ¿has estado espiando a Aiden todo este tiempo?

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora