Parte II - Capítulo XLII

221 23 6
                                    

Atención, atención, sé que llevo desaparecida un rato pero ya todas saben los problemas incurridos con esta historia. De todas formas, este ya viene siendo el arco final y tengo en borradores los capítulos que faltan a la espera de ser pulidos y puestos en orden, lo que haré sin falta mientras esté de vacaciones y tenga tiempo libre, así que prepárense para un capítulo semanal pero que también serán los últimos!

***



Alexandra

Unas semanas después, las cosas se habían mayormente calmado, y por todo el drama ahora toda la familia estaba asistiendo a terapia. Al principio, me pareció gracioso cuando mencionaron la terapia familiar, pero dejó de ser chistoso cuando mamá y yo nos sentamos solas en una blanca oficina con un profesional de bata blanca mirándonos por encima de sus lentes de botella preguntándonos por nuestros problemas.

Las aproximadamente diez sesiones que habíamos tenido hasta ahora aún eran un manojo de recuerdos borrosos, pero extrañamente, mamá se estaba comportando... diferente, incluso un poco más amena. A pesar de que no me estaba hablando demasiado, me saludaba sin preguntarme sobre la balanza y me daba una cantidad de comida con las calorías y nutrientes necesarios para el día.

Quizá todo lo que necesitaba mamá en la vida era terapia.

Daba igual. Increíblemente, los problemas con mamá eran la menor de mis preocupaciones. En mi investigación secreta contra papá había descubierto cosas de las que me daba miedo hablar en voz alta. Complots, asociaciones ilícitas, paraísos fiscales, evasión de impuestos... y solo parecía ser la punta del iceberg.

Siempre había pensado que Sylver Valley era una ciudad pequeña en la que nada pasaba. Había estado en lo cierto... si quitabas a mi familia de la imagen. Con los King aquí, era como una telenovela de bajo presupuesto, pero esta era la vida real y comenzaba a preguntarme que tan profundo estaba papá metiendo a nuestra familia en los lazos oscuros de la política.

No quería saber nada al respecto.

Ya había hablado con Aiden y con mis hermanos al respecto. En cuanto me graduara, ocuparía algunos de mis ahorros para escapar tan rápido como fuese posible.

El día de mi cumpleaños en abril 12 tomé la decisión de que el 28 de mayo, en cuanto me dieran mi catón de graduada, empacaría mis cosas y me iría a Michigan, al apartamento que Aiden había encontrado para nosotros y ya reservado para la temporada académica. Fue mi regalo de cumpleaños.

Mi plan era usar mis ahorros para vivir los primeros meses mientras todo se calmaba y encontraba un trabajo decente en mi año sabático. Tenía lo suficiente para vivir de manera acomodada durante a lo menos un año ahora que había estado sacando dinero en cantidades pequeñas de mis tarjetas de crédito mientras las tenía activas, dos si escatimaba en gastos. Tres si vendía toooda mi ropa y bolsos de colección, pero si algo me había enseñado el haber tenido dinero toda mi vida, era que no era suficiente para hacerte feliz. No me importaba tener esas cosas que pensaba que me llenaban.

Claro, no me voy a parar aquí a decir que soy una persona humilde y que no me interesa el dinero, porque lo hace, hace la vida más fácil y la ropa cara me sigue agradando un montón, pero luego de conocer lo que el amor y la amistad significan, me di cuenta de que todas esas cosas caras y bonitas solo me ayudaban a tapar lo vacía que me sentía. Cambiaría todo en un abrir y cerrar de ojos por lo que ahora tengo con Aiden.

Tampoco podía decir que me vida sería difícil. Era cierto, quería cortar lazos con mis padres y eso significaba que tendría que encontrar la manera de pagarme la universidad, pero sabía que si lo necesitaba, Travis y Tammy estarían ahí para ayudarme. Por otro lado, Aiden tenía su vida universitaria asegurada con todas esas bonitas becas que se había ganado, así que eso me tranquilizaba un poco más.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora